En el Satiricón también se piensa el humor

Erian Peña Pupo
28/2/2020

Partiendo del tema de la política cultural y su relación —ineludible por demás— con el teatro cubano y el humor en general, la sede provincial de la Uneac en Holguín acogió el programa teórico Pienso, luego río, que dentro del VII Festival de Humor para Jóvenes Satiricón, analiza los antecedentes, derroteros y convergencias del género humorístico.

Evento teórico Pienso, luego río, del VII Festival de Humor para Jóvenes Satiricón. Foto: Erian Peña Pupo
 

Un análisis histórico de la política cultural cubana, conferencia del actor Kike Quiñones, director del Centro Promotor del Humor, donde abordó la necesidad de una jerarquización adecuada y del diálogo sistemático con la vanguardia creativa, abrió el debate, que tuvo como antecedente el panel La presencia de la mujer en la escena humorística cubana actual, con Mireya Abreu, Venecia Feria y Quiñones, en el Café de la AHS.  

Por su parte, Jorge Sánchez, caricaturista de Palante, periodista de Juventud Rebelde y colaborador del semanario ¡Ahora!, abordó en su presentación “el humor en la cubanía”, desde “una visión holística”, donde partió, a manera de recorrido, de las primeras publicaciones humorísticas en la colonia, destacando la obra del español Víctor Patricio Landaluce, hasta la República y el trabajo de Torriente, Abela, Juan David, De la Nuez, Chago Armada, entre otros, mediante un abordaje de las principales revistas y periódicos en que personajes emblemáticos como el Bobo y el Loquito aparecieron, además de publicaciones como Palante y Melaíto surgidas después de la Revolución.

El profesor Lino Ernesto Verdecia realizó, en El humor en la balanza, o ¿una balanza para el humor?, un análisis de tres cuentos de autores destacados a partir del boom literario de los años sesenta, que no son precisamente humoristas, pero donde el humor está presente: “¡No hay Dios que resista esto!” (Jesús Díaz Rodríguez, 1941-2002), “Hasta revolucionario” (Julio Travieso, 1940) y “Asamblea de efectos electrodomésticos” (Eduardo Heras León, 1940). Después de realizar un abordaje de estos cuentos, que considera “emblemáticos de la narrativa humorística cubana”, con la peculiaridad de que “sus autores no eran ni han sido asiduos a esa vertiente”, Lino asegura que es válido observar que “los personajes protagónicos de esas diégesis son palmariamente representativos de actitudes consideradas negativas… Es por ello que se nos hacen simpáticos, tolerables o admisibles aquellos que podríamos calificar de pícaros”.

Espectáculos en el Festival de Humor para Jóvenes Satiricón 2020. Foto: Kevin Manuel Noya
 

Ariel Zaldívar, profesor de la Universidad de Holguín, en la última ponencia del programa, abordó “la praxis humorística ante los desafíos históricos de la época actual y el contexto nacional”, donde subraya que la relación praxis humorística y época histórica cultural presenta determinaciones concretas como: su mediatividad dialéctica, la historicidad concreta y la sociologicidad, la estructuralidad y la lingüisticidad.

Así, añade Ariel, “praxis humorística y época histórica tienen, entre otras más, una cualidad histórica estructural común y constante en el tiempo: la ambivalencia dialéctica. Lo que implica que amén de las afinidades que comparten, también posean diferencias específicas que le permiten cumplir funciones opuestas como las que Mijaíl Bajtín y Gilles Lipovetsky, desde sus contextos históricos ideológicos, le atribuyen al humor”.

Además, como preámbulo del evento teórico Pienso, luego río, quedó inaugurada en la galería Fausto Cristo, de la Uneac, la exposición de humor gráfico Gracias por el mamut amarillo, de Jorge A. Carmenate, reconocido caricaturista y pintor originario de Nicaro, Mayarí.