Este lunes, justo en el aniversario 125 del reinicio de las luchas por la independencia, abrió sus puertas nuevamente el museo dedicado a Máximo Gómez en la Quinta de los Molinos, lugar este donde residió al finalizar la guerra.

En presencia de Luis Antonio Torres Iríbar, primer secretario del Partido en La Habana; Alpidio Alonso Grau, ministro de Cultura y Reinaldo García Zapata, gobernador de La Habana; Eusebio Leal Spengler, historiador de la cuidad, contó cómo Gómez llegó a Cuba, sus aportes a las lucha por la independencia y sus últimos años de vida.

Para referirse a Gómez, el historiador cubano recordó a las palabras de Fidel Castro: “Combatiente internacionalista, hombre que cuando llegó a Cuba, a esta isla minúscula, creyó que lo hacía por la humanidad. Ese sentido de humanidad estaba en su corazón”.

Al final de la guerra de independencia, el 24 de febrero de 1899, hace su entrada en La Habana Máximo Gómez proveniente de la región central del país y el alcalde de la ciudad, Perfecto Lacoste, dispone que el cuartel general del Ejército Libertador y de su general en jefe, se establecieran en la Quinta de los Molinos debido a la gran extensión del terreno. En este sitio —que hoy abre sus puertas restaurado exhibiendo los tesoros patrimoniales relacionados con la vida del general en jefe del Ejército Libertador— Máximo Gómez fue recibido en aquel momento con desmedido entusiasmo por la población que lo vitoreó y lo aclamó a su paso.

La Quinta de los Molinos ha sido uno de los mayores empeños de la Oficina del Historiador de la Ciudad, que desde el 2006 comenzó sus labores de revitalización para devolverla como un atractivo parque ecológico dedicado a la educación ambiental.

Tras su culminación, servirá como sede a uno de los proyectos sociales más importantes que acoge la institución: un centro donde la primera planta sea para trabajar con niños con necesidades educativas especiales donde, durante todo el día, puedan realizar diferentes actividades. La planta superior cuenta con un salón para conferencias, una videoteca y una biblioteca. Posee además una sala de proyección con filmes de la guerra de independencia y en su exterior se reactivaron cuatro fuentes con luces, así también se le incorporó una pérgola.

El inmueble fue reconstruido a tono con las nuevas tecnologías, para hacerlo más interactivo con el público y tiene salas dedicadas a la familia del Generalísimo, además de objetos, fotos, libros y cartas de su pertenencia.

“Son seres humanos, hombres y mujeres, los que hacen la historia. La Revolución inició indetenible como proceso armado. Hoy 24 de febrero se inaugura este lugar donde está guardado celosamente el patrimonio de esta familia cubana, nacida en República Dominicana”, aseguró Leal.

En sus palabras, Leal agradeció a los trabajadores de la Quinta, a la Oficina de Asuntos Históricos, al Instituto de Historia de Cuba, a la Unión de Historiadores, arquitectos, restauradores y a todos los que contribuyeron con la donación de algún objeto o documento del Generalísimo.