Encuentro de dos utopías: una amistad que no se marchita

Eugenio Barba
25/11/2016

En noviembre del 2016, el Odin Teatret se internará en un camino teatral y cultural significativo: vuelve a Cuba, una Cuba tan diferente de la que encontramos 30 años atrás en nuestro primer viaje a La Habana en 1986.  Entonces, nos parecía que exaltantes utopías podían mutar a toda América Latina, y nosotros, del Odin, advertíamos la necesidad del encuentro y del  conocimiento.

Queríamos que el teatro fuese un continuo cotejo con los diferentes caminos de la gente de teatro, con el sentido de nuestro oficio, con la sociedad y su devenir político y espiritual. Ahora partimos otra vez de Holstebro, bajando desde el Mar del Norte hacia el Caribe, para descubrir cómo han cambiado la cultura y la política los sentimientos, los  pensamientos y las expectativas de todos nosotros.

Eugenio Barba
Eugenio Barba. Foto: Archivo La Jiribilla 

La  cita de noviembre con nuestros amigos cubanos será un  reencuentro de memorias, pero también una ocasión para consolidar vínculos de colaboración y confrontarnos con los cambios que la renovación artística del oficio exige. En Cuba los actores del Odin se dividirán en pequeños grupos que realizarán espectáculos, encuentros y “trueques” en diferentes ciudades. Presentaremos fragmentos de experiencias y de ideales para recibir a cambio sueños —intactos o marchitos— de una sociedad que luchó por ser libre y justa.

De  los  años de las grandes utopías culturales en las  décadas del  60 y 70, y de las fuertes ideologías que dividieron al mundo, las huellas del Odin Teatret y de los grupos teatrales cubanos son, paralelamente, un estímulo para reflexionar sobre el destino de esas utopías. ¿Son su ocaso? O, por el contrario, ¿recorren nuevos sueños por el Oriente y el Occidente?

Innumerables veces mis actores y yo hemos colaborado con artistas cubanos en nuestro teatro en Holstebro y en varias ciudades de Cuba. Esta es la tercera vez que todo el Odin Teatret visita su isla. Quiere ser, de parte nuestra, un signo de profunda amistad y gratitud por el ejemplo de coraje, obstinación y dignidad que los artistas cubanos han ofrecido al Odin y al mundo entero.

Estamos felices de regresar con seis espectáculos, en dos de los cuales, La vida crónica y Las grandes ciudades bajo la luna, participan todos los actores. Durante las últimas visitas, hemos encontrado un público exigente  y curioso. Volver a un país y a una ciudad con los espectáculos que marcaron nuestro camino, fue siempre prioridad para el Odin Teatret. Nos alegramos de antemano de acoger viejos y nuevos espectadores.