Entregan los premios de Conservación y Restauración de Monumentos 2019

Félix Bolaños Leyva
22/4/2019

El Patrimonio Cultural de un pueblo comprende las obras de sus artistas, promotores culturales, arquitectos, ingenieros civiles, así como las creaciones anónimas surgidas del alma popular. Muchos no lo saben, pero el patrimonio abarca mucho más de lo que pueden imaginar. Según la UNESCO, éste se divide en material, inmaterial y natural. Dentro del material está todo lo que se puede tocar: monumentos, sitios arqueológicos, pinturas, esculturas, manuscritos. El inmaterial son las tradiciones artísticas y orales, los rituales, entre otros. Mientras que el natural comprende los paisajes, las áreas protegidas, todo lo que podemos ver y nos sorprende cuando viajamos alrededor del país.

Estas manifestaciones hablan por sí solas de lo que fuimos, somos y seremos. Cuidarlas y difundirlas solo trae beneficios al pueblo y a la nación en sentido general, pues ellas enriquecen la vida cotidiana, refuerzan nuestra identidad y cohesión, y contribuyen a mejorar la calidad de vida de todos los cubanos.

Recientemente el Consejo Nacional de Patrimonio Cultural (CNPC) confirió los premios y menciones en las categorías de Restauración y Conservación de Monumentos, correspondientes al año 2019. La entrega se efectuó en una ceremonia oficial realizada en la Basílica de San Francisco de Asís, La Habana Vieja; presidida por Kenelma Carvajal, viceministra de Cultura y Gladys Collazo, presidenta del CNPC.

El Cementerio Patrimonial Santa Ifigenia, ubicado en la Ciudad Heroica de Santiago de Cuba, fue merecedor del premio de Conservación. Se otorgó por tratarse de un conjunto excepcional en el cual, a los diversos valores arquitectónicos y artísticos, se añaden los históricos y políticos, al ser depositario de los restos de excelsas figuras de nuestras luchas libertarias y de la cultura nacional. De igual modo se reconoció la constancia, sistematicidad e integralidad demostrada, por más de dos décadas, en las intervenciones encaminadas a los valores de este conjunto patrimonial, cuya significación trasciende la escala de la nación.

El Cementerio Patrimonial Santa Ifigenia, fue merecedor del premio de Conservación. Fotos del autor
 

En este apartado de Conservación obtuvieron menciones la interesante obra de ingeniería asociada a la industria para la obtención de energía eléctrica, Canales de Madrazo (Cienfuegos), y el museo de las Parrandas —Remedios, Villa Clara—.

Con el premio de Restauración se alzó el Palacio del Segundo Cabo. Esta edificación, emplazada en el Centro Histórico de La Habana, destaca por un enfoque que combina los principios de la restauración contemporánea con procedimientos y técnicas tradicionales. Con ello se demuestra la sensibilidad y el respeto de todos los actores que intervinieron sobre el inmueble para su restauración. Se logró un equilibrio entre lo nuevo y lo viejo, al recuperar vestigios arqueológicos, pinturas murales, pictográficas en madera, elementos arquitectónicos añadidos en el tiempo. Sin dañar estos valores, se dotó al inmueble de todas las infraestructuras técnicas necesarias para hacerlo funcionar como instalación museal de punta.

Con el premio de Restauración se alzó el Palacio del Segundo Cabo.
 

Las menciones en esta categoría fueron para la vivienda privada situada en la calle 52, No. 2708, entre 27 y 29, Cienfuegos; la Sala de Conciertos José Marín Varona (Camagüey), y el Museo Municipal de Jaruco, Mayabeque.

Previo a la entrega de los premios en Conservación y Restauración de Monumentos 2019, se rindió homenaje a Marta Arjona, destacada gestora del rescate y cuidado de los bienes culturales de la nación desde los primeros años de la Revolución y hasta su desaparición física. También fue abierta al público en los portales interiores de la Basílica de San Francisco de Asís, una exposición de fotografías titulada La arquitectura del Movimiento Moderno en Cuba: continuidad y diversidad de un patrimonio a preservar.

La arquitectura del Movimiento Moderno en Cuba: continuidad y diversidad de un patrimonio a preservar.
 

La expo, que contiene noventa obras distribuidas en veinte paneles y un catálogo, pretende transmitir la diversidad y riqueza de ese legado, ampliar el conocimiento sobre la importancia de la arquitectura erigida en nuestro país entre 1930 y 1980; así como destacar la necesidad de proteger y preservar su integridad para las futuras generaciones. Entre esos predios sobresalen los edificios: Radiocentro, Focsa, hotel Habana Libre, Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, y Comunidad Hebrea. Asimismo, el restaurante Las Ruinas, la heladería Coppelia, el Pabellón Cuba, el Parque Deportivo José Martí, el salón Arcos de Cristal de Tropicana, entre otros.

En palabras de Eduardo Luis Rodríguez, curador de la muestra, “la arquitectura del Movimiento Moderno conforma un patrimonio extenso, cuya pérdida tendría consecuencias muy negativas para la cultura cubana”. El también presidente del Comité Nacional para la Documentación y Conservación de la Arquitectura Moderna, afirmó que “por tratarse de un período relativamente reciente —a pesar de que muchos de sus mejores exponentes sobrepasan los cincuenta años de haber sido construidos—, su importancia no es todavía reconocida y aceptada por algunos sectores que podrían tener una incidencia sobre el mismo, con el riesgo de incurrir en transformaciones negativas capaces de dañar la autenticidad y la percepción de valiosos componentes materiales del legado de la nación”.