Ernesto Parra: más allá de ¡¡¡Pum!!! y el payaso Papote

Danielle Laurencio Gómez
24/1/2019

Corría el mes de enero de 1999 cuando justo a la mitad, el joven actor Ernesto Parra llegó al Centro Cultural La Pérgola, de Las Tunas, acompañado de Katia López y Ángel Dovale para presentar la obra La fiesta de los payasos.

En aquel entonces no contaban con más que dos bafles radiotecnia, un amplificador y una grabadora Varadero, la escenografía de cartón, y el deseo de hacer reír y soñar a un público que por primera vez les recibía, sin pensar que dos décadas después se multiplicaría en su ciudad natal, en Cuba y en el mundo.

“El amor por el clown es el principal ingrediente para el trabajo en el laboratorio de ideas de Teatro Tuyo”,
afirma Ernesto Parra (Papote). Fotos: Yasiel Peña

 

¡Así comenzó teatro tuyo!, cuenta el propio Ernesto Parra a la Agencia Cubana de Noticias mientras hace analogías entre Gardel y él al pensar que 20 años no es nada: Lógico, con el tiempo hemos obtenido una sede como el Centro Cultural Teatro Tuyo,  equipada técnicamente aunque todavía dañada en algún sentido y ahora en reparación para mejorar la infraestructura del recinto.

Lo cierto es que esta compañía, distinguida por llevar el arte del clown a la mejor expresión que pudiera tener, se ha encargado de dignificar la actuación del payaso hasta ubicarlo en un alto escaño más allá de la figura que anima una fiesta infantil; se ha encargado de honrar un arte milenario y que el dramaturgo y director teatral Darío Fo describe como un actor total, con una capacidad de  interpretar un personaje que no construye, sino que busca desde sus propias características psicofísicas.

“Esta es la tesis que pretendemos seguir desde Teatro Tuyo, parte de la esencia natural del payaso que plantea que todos los seres humanos poseemos un clown dentro.

“Durante dos decenios nos hemos encargado no solamente de crear espectáculos teatrales, sino también de consolidar una dimensión informativa, pedagógica, dictada en talleres, eventos, cursos, y próximamente con la apertura de la Escuela Nacional de Clown”, explica el director quien más que actor, es un hombre de ciencia, porque Teatro Tuyo es sin dudas un laboratorio de ideas, sentimientos y transformaciones.

Y es que cuando la dimensión artística trasciende al plano pedagógico, no solo los públicos son capaces de percibir el trabajo, también los especialistas, entendidos en las artes escénicas, en la cultura y en los procesos que esta trae consigo.

“Rompería algún tipo de código ético —aún sin estar esta regulación ya escrita—, si digo que Teatro Tuyo no trabaja para ganar premios; trabajamos para nuestra gente, para ese público que nos acompaña y nos ha hecho crecer a lo largo de dos décadas, pero ganar el cuarto Premio Villanueva que otorga la crítica especializada, es reafirmar la mirada de los académicos ante el análisis teatrológico de nuestra faena, de nuestras maneras y conceptos al hacer cada espectáculo”.

Teatro Tuyo, posee su propio Centro Cultural en el popular reparto de Buena Vista,
institución que sirve de escenario habitual a sus espectáculos, exposiciones, ensayos

 

El Villanueva, concedido al unipersonal ¡¡¡Pum!!!, que protagoniza el propio Ernesto Parra, va más allá del payaso Papote convertido en un vendedor de globos a precios exorbitantes, habla de la economía, del consumismo en la vida de los seres humanos y de la necesidad de repensar el valor de las cosas materiales para no perder la esencia de las pequeñas emociones, el compañerismo, y el cambio de mentalidad que quizás puede comenzar regalando un globo a un niño.

 ¡¡¡Pum!!!, también se alzó durante el 2018 con el premio Rubén Vigón al mejor diseño de luces, especialidad que complementa la ingeniosidad de la compañía cuando saben matizar las ideas, con elementos como las luces, la música, o el diseño escenográfico en general.

“Cuando llegan este tipo de reconocimientos como el "Villanueva" o el "Adolfo Llauradó" para el actor joven más destacado, galardón que recibió el pasado año Alejandro Batista por su rol en la obra Juegos Olimpiclowns, siempre me asusto un poco, no porque piense que no los merecemos, sino por la responsabilidad que recae sobre nuestros hombros, nuestra creatividad y nuestro trabajo.

“Y es que cada vez que Teatro Tuyo recibe un premio, o varios de ellos como sucedió en el pasado calendario, constituye una buena ocasión para repensar lo que se ha hecho y lo que aún se puede seguir haciendo”, explica Parra, quien, además, centró las celebraciones por los 20 años de la compañía en una especie de cónclave (Clownclave), que permitió hacer un alto para evaluar, compartir con colegas y personalidades de la cultura cubana como Rubén Darío Salazar y Omar Valiño, y hacer una mirada en distintos ámbitos a la obra de Teatro Tuyo.

Y aunque Gardel signara que Veinte años no es nada, bien sabe Ernesto Parra cuánto esfuerzo, espíritu de resistencia y sueños se han fraguado en este tiempo, tiempo que marca un camino transcurrido y arroja fuerzas para seguir haciendo, desde Las Tunas, desde la tierra que bien pudiera llamarse la capital de clown en Cuba, cuando finalmente se materialice la Escuela Nacional, un empeño que sobrepasa las fronteras de Teatro Tuyo y busca dignificar aún más, al payaso.(ACN)

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