Escritor Maikel Rodríguez Calviño prepara nuevo libro de terror

Elaine Caballero Sabugueiro
6/4/2020

La historia necesita ser contada. No puede postergarse para después. Es ahora. Sus personajes se lo piden, necesitan salir a la luz. Así lo confiesa a La Jiribilla, el escritor, curador y crítico de arte Maikel José Rodríguez Calviño, quien prepara su próxima novela de terror destinada al público joven, llamada ¡Crac!, en tiempos (necesarios) de aislamiento social.

El narrador Maikel José Rodríguez Calviño escribe su nueva novela de terror en tiempos de aislamiento social. Fotos: Cortesía del escritor
 

La trama inicial del relato son los almacenes del Museo Nacional de Bellas Artes. Uno de los personajes del libro, Rodrigo, tiene un extraño acercamiento con una pintura del maestro Giacoppo de Amusante, artista del Renacimiento inventado por Rodríguez Calviño.

“…¿qué eres en realidad? ―anuncia el escritor en su narración―. ¿Por qué estabas en esa pintura? Las sombras del Agujero se estremecieron. Soy muchas cosas, niño. Cosas que no alcanzarías a comprender, aunque quisieras. Cosas que no estás preparado para enfrentar. He vivido incontables años; he acompañado al ser humano desde el comienzo de los tiempos, cuando aún era una frágil criatura que apenas daba sus primeros pasos sobre la faz de la tierra. He presenciado sus glorias y decadencias: he visto imperios alzarse y derrumbarse frente a mí (…). Y estoy en muchas partes, incluso en aquellas de las que no podrías sospechar”.

Ante estas interrogantes nos sitúa el autor, para conducirnos por los caminos de la historia del arte y también para descifrar al hombre con sus penas y glorias. En este libro, Rodríguez Calviño tiene un as bajo la manga: su trama se centra en la violencia escolar o bulling, así como en la agresión intrafamiliar, “en las familias disfuncionales y en las diferentes maneras en que la violencia puede manifestarse en la vida cotidiana, de padres a hijos, entre personas adultas, entre adolescentes y jóvenes, en el medio escolar, en el espacio público e incluso la violencia por silencio, cuando no tomamos una decisión en un momento determinado”.

“Esperemos que sea una novela que llegue a lectores de todas partes y que de alguna manera deje alguna huella en esas personas que sufren violencia o la perpetran”.
 

Proyectos inmediatos que tenía en mente el también editor del sello Arte Cubano, entre ellos un libro sobre historia universal para adultos y jóvenes, han sido aplazados porque el argumento de ¡Crac! necesitaba materializarse en formato Word. Al respecto comenta: “Esperemos que sea una novela que llegue a lectores de todas partes y que de alguna manera deje alguna huella en esas personas que sufren violencia o la perpetran. Es una novela vinculada al mundo de la simbología, cosa que he venido trabajando en otros textos como Cerezas al óleo o Los enigmas de la Rosa de Marfil”.

El escenario del Museo Nacional de Bellas Artes guarda una estrecha relación con el narrador, ya que ha sido el espacio donde se formó como escritor y donde habita gran parte de la belleza y la riqueza cultural de nuestro país, “por lo tanto es un sitio de visita obligatoria tanto para especialistas como para los amantes del arte. Me inspiran mucho las obras de Bellas Artes”, explica.

A nivel de estructuras literarias, ¡Crac! está dividida en cuatro partes donde aparecen “cosas, objetos o comportamientos que pudieran utilizarse, tanto para defenderse como para causar daño. A partir de ahí se articula una especie de alegoría de revisión de la violencia por dentro, de cómo funciona y se comporta en las diferentes facetas que pudiera tener en la vida de un adolescente, un niño o en la vida cotidiana de todas las personas”, afirma el autor de El extraño crujir de las cosas mal dormidas, otro de sus libros de terror.

El autor interactuando con algunos lectores.
 

Los motivos de Rodríguez Calviño al escoger el terror como género literario, no son más que una justificación para representar conflictos de interés para las nuevas generaciones, “quizás si no les propongo una solución a esas problemáticas, por lo menos reflejarlas para que esos lectores vean sus conflictos abordados desde otra perspectiva, desde la literatura, el arte y que eso les contribuya a reflexionar sobre sus circunstancias e intentar hallar soluciones. Ha sido una constante en mi trabajo desde mi primer libro”, manifiesta.

En general, el terror en la narrativa cubana ha sido poco cultivado, nos dice Rodríguez Calviño en sus declaraciones. “Hay algunos ejemplos dentro de la literatura para niños y jóvenes como Enrique Pérez Díaz, quien en su trayectoria sí se ha interesado en esa modalidad literaria”.

“En el campo de la literatura para adultos ―añade― el clásico es Oscar Hurtado con su libro Los papeles de Valencia el mudo; Alberto Garrandés se ha acercado desde la compilación y el ensayo; Gina Picart con textos como Malevolgia, por ejemplo. En el caso de la literatura para niños y jóvenes abunda menos. Hay otro autor que se llama Maikel Casabuena, de Santa Clara, que tiene un libro de cuentos de terror, en proceso de impresión”.

Rodríguez Calviño busca asustar con sus libros, despertar zonas del pensamiento. Lo transcendente para él es “que escarben en esa superficie y que ahonden en el fondo. Escojo el terror porque me gusta, me siento cómodo haciéndolo, pero son problemáticas que pueden ser abordadas desde la aventura, la poesía, el drama o cualquier otra modalidad”.

¡Crac! formará parte de un conjunto de textos que recibirán el nombre de Historias Blancas. Al finalizar la novela, el autor pretende enviarla a los concursos vigentes en el presente año.