El arte lírico cubano está de luto. Esta madrugada nos ha dejado a los 89 años una de sus grandes exponentes, la maestra Gladys Puig.

Nacida en La Habana, el 26 de noviembre de 1932, recibió la herencia musical de su padre Cheo Belén Puig, director de orquesta.

Estudió en el Conservatorio Municipal de La Habana, hoy Amadeo Roldán y recibió sus primeras clases de canto de la eminente soprano Zoila Gálvez; posteriormente viajó a Italia a perfeccionar su técnica con el maestro Napoleone Annovazzi.

Fue notable la interpretación de Gladys Puig en la zarzuela Luisa Fernanda. Foto: Tomada de la página de Facebook de Líricos cubanos

Integró el Grupo Artístico Gonzalo Roig, el Grupo Experimental de Ópera, y los elencos de Pro Arte Musical hasta la creación del Teatro Lírico Nacional de Cuba, del cual fue fundadora.

Brillante fue su carrera artística, tanto en la ópera, la opereta, la zarzuela cubana y española, como en la comedia musical y la televisión.

De su repertorio son notables sus interpretaciones en La viuda alegre, Luisa Fernanda, María la O, Cecilia Valdés, Lola Cruz, La esclava, Doña Francisquita, entre muchas otras.

Destacadísima profesora de canto, respetada y amada por todos sus alumnos, dirigió además numerosas presentaciones de sus estudiantes en los más variados escenarios.

“Integró el Grupo Artístico Gonzalo Roig, el Grupo Experimental de Ópera y los elencos de Pro Arte Musical hasta la creación del Teatro Lírico Nacional de Cuba, del cual fue fundadora”.

Alejada de los escenarios, interpretó el rol de Alcina anciana, en la ópera del mismo nombre, creado para ella y como homenaje del Teatro Lírico a su extraordinaria carrera.

Fue poseedora de la medalla Alejo Carpentier y la distinción Gitana Tropical.

A todo el gran público que la aplaudió a lo largo de su exitosa carrera, a sus familiares y amigos, lleguen nuestras más sentidas condolencias.

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