La sala José Lezama Lima de la Fortaleza de San Carlos de la Cabaña acogió este martes la entrega de los premios de la trigésimo primera edición del Concurso Hermanos Loynaz 2019, en el marco de la 29 Feria Internacional del Libro.

La jornada comenzó con la presentación de los libros ganadores del certamen en la edición anterior, de la mano de sus autores y editores: en narrativa, Piedra a los varones, de Taimi Dieguez; en poesía, País de humo, de Rubiel Alejandro Labarta; y en literatura infantil, Por las nubes, de Michel González Basnueva.

Cada uno de los ponentes habló de sus experiencias en este concurso, y cómo ganarlo fue una puerta para que sus obras pasaran a formato físico.

En Piedra a los varones las protagonistas son jóvenes que, desde una mirada escéptica, se enfrentan a un mundo que alguien diseñó sin contar con ellas, a la vez que buscan su lugar en él. “Apelando a lo onírico, a esos espacios íntimos donde la realidad se desdibuja y, a pesar de intolerancias, miserias y contradicciones, nos permitimos ser lo que aspiramos, se van tejiendo unas historias deliciosamente construidas, vigorosas, transgresoras, que a nadie dejan indiferente”.

País de humo propone una mirada sobre la familia, el paso del tiempo, la nostalgia, el derrumbe de ciertas cosas preciadas, rostros y objetos que se vuelven fugaces en la memoria. En sus páginas encontramos, según su autor, la historia como un eco que se repite eternamente. Y Por las nubes cuenta las peripecias de dos singulares jirafas africanas en sus intentos por salir del zoológico donde las han confinado, y su relación con otros animales allí prisioneros.

Los premios del 2019

En el certamen, convocado por el Centro de Promoción y Desarrollo de la Literatura Hermanos Loynaz, con el coauspicio de la Dirección Provincial de Cultura y el Centro Provincial del Libro y la Literatura de Pinar del Río, se presentaron un total de 63 cuadernos de escritores de La Habana, Mayabeque, Matanzas, Cienfuegos, Villa Clara, Ciego de Ávila, Granma y la provincia sede.

En el apartado de literatura para niños y jóvenes, donde se presentaron 31 cuadernos, el premio fue para el poemario Había una vez un verso, de María de la Caridad González Martínez (Pinar del Río). Esta obra, mediante el uso de estrofas tradicionales, reactualiza algunos cuentos clásicos infantiles, con una visión crítica y humanista.

El jurado, integrado por Maylén Domínguez Mondeja, Yunier Serrano (Valerio) y Lorenzo Suárez Crespo también otorgó una mención a la obra poética Viejos misterios, de Ana María Pérez Hernández (Villa Clara) y una primera mención a la pieza de narrativa Seis días para una semana larga, de Maykel Rafael Paneque (La Habana).

En la categoría de poesía resultó ganadora la obra Modus operandi, de la pinareña Marciala Jiménez Arce, por la cadena de analogías que establece, la madurez, la minuciosidad y pulcritud del lenguaje, y un coherente estilo conversacional mantenido a lo largo del cuaderno.

El jurado, integrado por Alex Pausides Aguilar Licea, René Aselo Valdés Torres e Ismaray Pozo Quiñones, valoró un total de 13 cuadernos, por ello, decidió también otorgar una mención a Solipsismo bajo palabra, de Osmany Echevarría Velázquez, por el despliegue de un profundo discurso sobre la soledad, con imágenes directas e inmediatas.

Finalmente, en el género de narrativa el premio fue para Sala de lecturas, de Edelmis Anoceto Vega, de Villa Clara, por el dominio de las técnicas y el manejo acertado de la narración. La primera mención la recibió La isla de los viejos, de Javier Rabeiro (La Habana), y las segundas, en igualdad de condiciones, fueron para Marketing para suicidas, de Yasmany González Hernández (Pinar del Río) y Todas las madrugadas, de Manuel Roblejo Proenza (Granma).

Los ganadores de esta edición, como es costumbre, tendrán la oportunidad de imprimir sus obras, que se presentarán en la venidera Feria Internacional del Libro.