El Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (Icaic) celebra nuevo aniversario, y nada mejor que exhibir la nueva película de uno de nuestros más importantes autores: El mundo de Nelsito, de Fernando Pérez, que solo tiene en común con el multiverso del cine fantástico el hecho de que el protagonista también accede, imaginación mediante, a los múltiples universos posibles, incluida su realidad contingente, y por supuesto, los mundos paralelos o alternativos en los cuales todo y todos adquieren matices diversos.

Si bien Larita reimaginaba su existencia a la luz de El viejo y el mar en Hello Hemingway, Laura era incapaz de distinguir entre el sueño y la vigilia en Madagascar, Bebé era protagonista y narradora que soñaba con sus hermanos y los reinventaba en La vida es silbar, y el actor-escritor de Madrigal nos permitía acceder a su imaginación fabuladora en presente y futuro, el protagonista de la nueva película de Fernando Pérez es un adolescente autista que se fuga de su casa y sufre un accidente automovilístico. Así, desde su camilla crea ficciones que revelan el lado oscuro y oculto de todos aquellos que lo rodean: niños perversos, mujeres asesinas, adorables muchachas estafadoras…

“Cada personaje tiene sus propios conflictos en cada una de las cinco pequeñas historias que cuenta el filme”. Foto: Cortesía del autor

Este audiovisual tiene una segunda parte en la que vemos a Nelsito, ya recuperado, y recibido por los mismos personajes, que ahora parecen simples vecinos, reales, cotidianos y verdaderos. Al espectador le queda la tarea de suponer cuáles son los auténticos protagonistas de esta película, si los comunes mortales que reciben al muchacho, o los que él ha imaginado ante nuestros ojos.

El joven José Raúl Castro, sin experiencia actoral previa, interpreta a Nelsito junto con dos de las actrices de presencia más invariable en el cine de Fernando Pérez: Isabel Santos (Clandestinos, La vida es silbar, La pared de las palabras), que interpreta a Ana, la madre de Nelsito, y Laura de la Uz, que hace el papel de Carmela, representante de Ana, quien además de ser la madre del protagonista es una pintora internacionalmente conocida. Y hablando de reconocimiento, Laura de la Uz lo ganó en Cuba y el extranjero por sus interpretaciones para Fernando Pérez en Hello Hemingway, Madagascar y La pared de las palabras. En esta última, por cierto, también lleva en el protagónico a un joven con problemas mentales y neurológicos que en algún momento padece un accidente automovilístico, y al final del filme nos ofrece una oscura visión sobre su entorno.

El mundo de Nelsito resulta ser un largometraje coral y episódico, que asume ciertos códigos onírico-surrealistas nada extraños en la filmografía de Fernando Pérez.

El protagonista de Madrigal, Carlos Alberto Almirante, actúa también en El mundo de Nelsito, donde interpreta a Daniel, el esposo de Vivian (Jacqueline Arenal), una intelectual de vida más o menos cómoda, y ambos son chantajeados por Manolo, el personaje a cargo de Omar Franco. Paula Alí es una anciana con demencia senil llamada Esperanza, quien está a cargo de Loreta, interpretada por Yerlín Pérez. Edith Massola encarna a Julia, la doctora que atiende a varios pacientes en el hospital donde llega Nelsito. Además, Ana, Carmela y Julia son amigas desde que eran niñas. En el reparto aparece también Mario Guerra, Ana Gloria Buduén, Armando Miguel Gómez y Mayra Mazorra, quienes terminan de conformar un elenco todos estrellas.

Cada personaje tiene sus propios conflictos en cada una de las cinco pequeñas historias que cuenta el filme, todas ellas signadas por el deseo del realizador de que el espectador nunca pueda diferenciar lo que es la realidad o la imaginación del protagonista-narrador.

Porque, según declaraciones del autor, el filme “aspira a ser un juego de estructuras narrativas y un juego de personajes. Ambos (estructuras narrativas y personajes) se funden (y confunden) en la realidad y en la imaginación del protagonista, que transforma todo lo que ve en historias que juegan al melodrama, al absurdo, al humor negro”.

Esta película nos permite el reencuentro con un cineasta que ha vencido el reto mayor: ser siempre distinto, único…

Así, El mundo de Nelsito resulta ser un largometraje coral y episódico, que asume ciertos códigos onírico-surrealistas nada extraños en la filmografía del autor. El filme, producido por el Icaic de conjunto con la española Wanda Films (encargados de erigir casi todas las películas de Fernando Pérez), parte de un guion coescrito por el realizador junto con Abel Rodríguez, quien repite colaboración con el célebre cineasta luego de que trabajaran juntos en Últimos días en La Habana (2016), una película que muestra a dos amigos. Uno de ellos vive también absorto en sus anhelos y su mundo interior, mientras que el otro, agonizante, se empeña en tener la mayor cantidad posible de contactos con familiares y conocidos del más diverso tipo, casi todos marcados por el doblez o el fingimiento.

Al mismo tiempo nueva, por su tono mayormente ligero e incluso humorístico, pero siempre atenta a una filmografía pletórica de obras maestras, El mundo de Nelsito nos permite el reencuentro con un cineasta que ha vencido el reto mayor: ser siempre distinto, renovado, único; ser el mismo humanista, filántropo y creador de siempre.

Tomado de Cartelera Cine y Video, nro. 208.

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