Sandra Hernández, la locutora de Hola Habana, ríe mucho cuando Fernando Rodríguez, cada jueves, propone un “mini show” de ¿Humor o ciencia?, en su sección“De lo habitual y lo insólito”. Yo también río y me quedo pensando, como pretende el ilustre matemático, líder del Proyecto Delta.

Los vi en vivo hace muchos años en el Cine 23 y 12, y quedé fascinada. Otras veces he ido al Riviera, aunque no he dado clases con Fernando, de Matemática que, a propósito, era mi destino cuando casi termino mi primera carrera, la de profesora de Física y Matemática, pero una piedra en el zapato me tiró al periodismo.

Integrantes del Proyecto Delta en 2016. Foto: Tomada de Cachivache Media

Estoy casi segura de que me gusta tanto el humor por la matemática que llevo dentro, lo que es no es una excepción según explica mi entrevistado.

Buscando Proyecto Delta encontré esto en Wikipedia: “El Proyecto Delta fue uno de los varios proyectos de reconocimiento con el nombre de letras del alfabeto griego que las fuerzas especiales de Estados Unidos llevaron a cabo en el sur de Vietnam durante la guerra”. ¿Qué tienen que ver con eso?

En realidad, la única relación con ellos es un poquito de envidia (sana), porque ellos tienen una entrada en Wikipedia y nosotros no, pero fuera de eso no tenemos absolutamente nada que ver. Probablemente el sentimiento también sea recíproco porque estamos seguros de que el público habitual y los seguidores del Proyecto Delta son mucho más creativos y divertidos que el público habitual y los seguidores de ese otro proyecto Delta. El motivo “oficial” por el que escogimos la letra Delta es porque en las ciencias se usa para denotar diferencia o variación, y eso es lo que nos gusta hacer en el proyecto: marcar la diferencia entre lo cotidiano y lo insólito, que muchas veces no es tanta como uno pudiera pensar. Aunque lo cierto es que esa es una narrativa construida a posteriori.

“(…) El motivo ‘oficial’ por el que escogimos la letra Delta es porque en las ciencias se usa para denotar diferencia o variación, y eso es lo que nos gusta hacer en el proyecto: marcar la diferencia entre lo cotidiano y lo insólito (…)”.

Algo más cercano a la realidad fue que después de casi dos horas de proceso creativo buscando un nombre apropiado (entre los cuatro “fundadores” del Proyecto Delta, que fuimos David Darias, Claudia Paredes, José Javier Señaris y yo), ocurrió un diálogo parecido a este, donde ya habíamos decidido que nos gustaba la idea de que el Proyecto tuviera nombre:

—Bueno, si hasta ahora no ha salido nada que valga la pena, voy a empezar con una búsqueda exhaustiva.

Y entonces empezó:

—Proyecto A, Proyecto B, Proyecto C, Proyecto D…

Los demás nos miramos con cara de ¿hasta dónde va a llegar? Parece que se dio cuenta y nos dijo:

—Voy a seguir hasta que llegue al final.

Y los demás nos quedamos esperando qué iba a hacer cuando se le acabaran las letras, porque no íbamos a aceptar ninguna de esas.

—Proyecto X, Proyecto Y, Proyecto Z.

—¿Y ahora qué vas a hacer?

—¿Yo? ¿Seguir? Si yo me sé una pila de alfabetos. Proyecto Alfa, Proyecto Beta…

—¡Uf!  Creo que de aquí no nos vamos a ir nunca.

—…Proyecto Gamma…

—Sí, y se está haciendo tarde, ¿eh?

—Sí, mejor vamos a coger cualquiera y ya.

—Proyecto Delta.

—¡Mira! ¡Perfecto! Ese suena bien, vamos a quedarnos con ese mismo.

—¿Proyecto Delta? Perfecto. ¿Y qué justificación le damos al nombre?

—Ahora me da lo mismo, tengo mucha hambre. Ya mañana se nos ocurrirá algo más o menos coherente.

Y unos días después surgió la explicación de las implicaciones matemáticas de la letra Delta. Pero la explicación oficial es esa: que en las ciencias Delta indica la diferencia… y demás. La otra, nunca la decimos porque la justificación parece tan sólida y elaborada que nadie nos creería que el orden fue justo al revés.

Fernando Raúl Rodríguez Flores (The big boss), David Darias Torres, Andy Teijelo Pérez, Amalia Gómez Marcheco (La pelirroja), Daniel Estévez Moya, Liz Lozano, Pedro Ariel Rojas López, Claudia Alari Graverán, Alex Coto Santiesteban (La mano derecha), Gabriela Fernández Méndez y Marcelo Fornet Fornés ¿son los integrantes del grupo?

Esos fueron los integrantes del grupo durante un momento importante del Proyecto Delta, pero con el tiempo hablar de “los integrantes” del Proyecto Delta es complicado, por la dinámica de los espectáculos y del mismo proyecto. En el momento de las funciones hay dos personas que son las que el público ve directamente: David Darias y yo. David está en la cabina de proyección del cine, se graba con una webcam y se proyecta en la pantalla en vivo. Yo estoy en el escenario. Pero, además de nosotros dos, hay cerca de 10 personas haciendo que el espectáculo funcione. En un momento dado, esas éramos las personas que garantizábamos que los espectáculos funcionaran, y en casi todos los espectáculos estábamos todos allí.

“(…) hablar de ‘los integrantes’ del Proyecto Delta es complicado, por la dinámica de los espectáculos y del mismo proyecto (…)”.

Pero actualmente eso ha cambiado, y el tema de “los integrantes” del Proyecto Delta es mucho más dinámico. El equipo de un día puede ser totalmente diferente al del día siguiente. Es frecuente que el equipo de un día se complete con personas que pensaban estar de público. O sea, hay días que he tenido que salir a buscar personas del público para que formen parte del equipo de trabajo de ese espectáculo. En esos casos, les pregunto si han venido antes a los espectáculos; si la respuesta es sí, les pregunto si les gustaría participar como parte del equipo, aunque eso implica que se pierden parte del show; y si la respuesta es sí, esa persona es parte del equipo ese día. Hasta ahora (en 4 años que lo hemos hecho así), solo una persona dijo que no, porque traía a su familia (que venía por primera vez al show) y quería disfrutar el espectáculo con ellos. Por lo general, están muy contentos de participar y ser parte “del Proyecto Delta”.

De todas formas, siempre hay un núcleo de cuatro o cinco personas que casi siempre están. Adrián Fornet, graduado de Historia, Gabriela Fernández, periodista, Andy García (entusiasta de la wifi), y Adriana Forte, entusiasta del Proyecto Delta, David y yo. Esas son las personas que en el último período de tiempo han sido parte del equipo casi todas las noches. El resto de las necesarias, casi siempre se rellena con personas del público.

Fernando Rodríguez en el V festival Otaku cubano. Foto: Tomada de Twitter

¿Qué tiempo actuaron en el Riviera?

Antes de responder, a mí me gusta pensar que la pregunta en pasado no es del todo correcta. Yo diría que hemos actuado en el Riviera desde mayo del 2017, y que las últimas presentaciones las hicimos en noviembre del 2020. Lo que falta por precisar es cuándo regresamos al Riviera, porque yo diría que el Proyecto Delta todavía está en el Riviera. Allí llegamos en mayo del 2017, y me gusta pensar que todavía estamos ahí.

¿Nacieron en el 2013?

Sí. 13 de julio de 2013. Gracias a una confianza (casi ciega) del Centro Promotor del Humor y del Proyecto 23, que apostaron por una propuesta muy poco convencional: hacer humor a partir de la ciencia y la matemática. Yo creo que en aquel momento ni Kike Quiñones (que era el director del Centro Promotor del Humor), ni la dirección del Proyecto 23 entendían muy bien la idea de lo que se quería hacer. Y sospecho que ellos no lo entendían muy bien, porque estoy seguro de que nosotros mismos, que lo estábamos haciendo, tampoco lo entendíamos muy bien.

Por suerte, desde el 2013 ha pasado el tiempo, y ya vamos teniendo una idea de lo que hacemos, de cómo lo hacemos, y de lo que nos gustaría hacer. Creo que lo más importante de esa fecha es el agradecimiento que le tenemos al Centro Promotor del Humor y al Proyecto 23 por la confianza en aquel julio del año 2013.

“(…) David [Darias] está en la cabina de proyección del cine, se graba con una webcam y se proyecta en la pantalla en vivo (…)”. Foto: Cortesía de la autora

Tienen un espacio en Hola Habana para hacer reír a Sandra. ¿Qué día? ¿Y cuál es el otro programa, también en el Canal Habana, que Delta se adueñó?

Todos los jueves en Hola Habana (a las 4:10pm) el Proyecto Delta tiene la sección “De lo habitual y lo insólito”, donde es cierto que Sandra se ríe muchísimo (yo también, por cierto), pero me gusta pensar que además de Sandra haya un poquito más de personas que también se ríen. Y quizás lo más importante de esa sección no es tanto que la gente se ría, sino que en esos minuticos que se habla en Hola Habana, el mismo contenido que hace reír también sirve para pensar y aprender algo interesante, curioso, habitual e insólito.

“Todos los jueves en Hola Habana (a las 4:10pm) el Proyecto Delta tiene la sección ‘De lo habitual y lo insólito’ (…)”.

El otro programa es Universo Delta, donde hablamos de matemática, y su relación con el humor y la vida cotidiana de las personas. En ese, siempre tuvimos algún invitado cuyo desempeño está relacionado con el tema del programa. Por cierto, esa es la misma idea que seguimos en el Proyecto Delta, donde siempre tenemos un invitado que hace algo relacionado con el tema del espectáculo. Lo que hicimos fue llevar esa misma idea a la televisión con una visualidad muy dinámica y atractiva, gracias a la dirección de Amada Montano.

Proyecto delta con Berazaín, leyes de Murphy, tomada de Twitter. Pie: “El otro programa es Universo Delta, donde hablamos de matemática, y su relación con el humor y la vida cotidiana de las personas (…)”. Foto: Tomada de Twitter

La pandemia impide su presencia en el Riviera. ¿Y en las redes hacen algo?

La presencia más activa del Proyecto Delta en redes es a través de su canal en Telegram (@Proyecto Delta) y su grupo asociado (@ProyectoDelta), aunque también tenemos una página en Facebook proyectodelta101, y una cuenta en Twitter @proyectodelta, aunque actualmente, la mayoría de las interacciones las estamos teniendo a través de Telegram.

En este tiempo de pandemia, además de publicar con cierta frecuencia en las redes sociales, comenzamos a crear pequeños audios en los que usamos música y texto para transmitir algún mensaje, siempre relacionado con los temas relevantes para el Proyecto Delta.

Hicimos dos por la semana de Tolkien en el año 2020. Uno, en el que varias personas comentaban por qué la Tierra Media de Tolkien es relevante para ellas, donde teníamos de fondo arreglos de la banda sonora de la película, interpretados por Andy Cruz y Alenia Piad, integrantes del grupo Kialo.

El segundo que hicimos en esa semana fue usar las canciones de Los Beatles para contar el primer libro de la trilogía de El Señor de los Anillos. Todo surgió por una noticia de que, al parecer, Los Beatles se le acercaron a Tolkien para hacer una película con la música de ellos, pero Tolkien se negó. La premisa para hacer el audio fue que, aunque Tolkien nunca lo supo, las canciones de Los Beatles están pensadas para contar El Señor de los Anillos y otras historias de la Tierra Media, y para probarlo, vamos a contar La comunidad del anillo.

En el año 2021 comenzamos una serie de audios titulado Amores Fantásticos, en la que hablamos sobre lo mucho que pueden enseñarnos las criaturas de la fantasía y la ciencia ficción sobre el amor. De esta serie ya salió el primer episodio y hay otros dos que están “en producción”.

“En el año 2021 comenzamos una serie de audios titulado Amores Fantásticos…”. Foto: Tomada de Twitter

En mayo de 2021 comenzamos a experimentar con los chats de voz de Telegram, donde pudimos reflejar bastante bien la dinámica del espectáculo. Teníamos una persona invitada y, además de conversar con ella, se leían los mensajes que el público iba escribiendo en el grupo.

Y era como si todos los participantes pudieran estar conversando con la persona invitada y los anfitriones. Entre los invitados a estos chats de voz estuvieron Baudilio Espinosa, Mileyda Menéndez (periodista de Juventud Rebelde a cargo de la sección “Sexo Sentido”, que es una invitada habitual del Proyecto Delta), el grupo Kialo (cómplices del Proyecto Delta en muchos de sus proyectos) y otros invitados habituales, incluyendo una persona que llamó a Radio Reloj para decirle que tenían la hora mal… ¡Y era cierto que Radio Reloj tenía la hora mal! Este último chat de voz lo tenemos guardado y editado. Si quiere, se lo puedo hacer llegar.

Quizás el proyecto más grande que hemos acometido en este tiempo de pandemia es una colaboración junto al Centro Promotor del Humor, Juventud Técnica, el grupo de Promoción de la Academia de Ciencias, el Proyecto Transmedia Observatorio Científico y la Universidad de La Habana.

Estamos convocando a un festival de Ciencia y Humor, donde los concursantes estarán hablando de ciencia y tecnología, pero con humor. El slogan del festival es ¿Humor o ciencia? No notas la diferencia. Durante los últimos meses hemos estado haciendo las coordinaciones y finalmente el 3 de noviembre lanzamos la convocatoria, para que haya una primera presentación a mediados de diciembre, y la “competencia” final, cerca el 15 de enero, día de la ciencia cubana. Es un festival dirigido a jóvenes de espíritu. Eso significa que el único motivo para no participar por la edad, es que la persona diga: “yo ya estoy viejo para esto”. Pero si no, es bienvenida. Ahora mismo estamos haciendo las coordinaciones con los participantes.

¿De verdad que son científicos? ¿A qué se dedican además de hacer chistes?

Como le decía al comienzo, actualmente en el Proyecto Delta hay solo dos personas “fijas”, que somos David Darias y yo. El resto del equipo casi siempre se conforma el mismo día del espectáculo.

Yo soy licenciado en matemática y profesor del departamento de Matemática Aplicada de la facultad de Matemática y Computación de la Universidad de La Habana. Mis principales líneas de investigación son: la solución de problemas de optimización (una rama de la matemática que responde a la pregunta de cuál es la mejor manera de hacer las cosas), análisis numérico (que consiste en determinar las mejores formas de usar las computadoras para resolver problemas de las ciencias y las ingenierías), enseñanza de la matemática (me gusta investigar sobre nuevas formas de enseñar y aprender la matemática) y las matemáticas de los malabares. Constantemente estoy investigando sobre esos temas.

David Darias es graduado de Ciencia de la Computación en la misma facultad y actualmente se dedica al desarrollo de videojuegos.

Además, dentro las personas que usualmente conforman el equipo hay: una bióloga que trabaja en el Museo de Historia natural (Gabriela Lim Franco), un historiador (Adrián Fornet), otro matemático que investiga en temas de criptografía y en cómo hacer la matemática más atractiva para todas las personas (Ernesto Borrego), una veterinaria (Carmen Laura Funes Águila) y un estudiante de la facultad de Química de la Universidad de La Habana (José Rafael Rodriguez Rodríguez). Así que la respuesta de qué hacemos además de hacer chistes, puede ser larga y tener bastante ciencia y tecnología.

¿Por qué los matemáticos gustan del humor (casi siempre)?

Esa es una pregunta interesante y curiosa que algunos matemáticos ya han tratado de responder. Hay un libro titulado Matemáticas y Humor, de John Allen Paulos, en el que el autor presenta elementos comunes entre el razonamiento matemático y el humor.

Además de lo que dice el autor, yo creo que tiene que ver con que el proceso creativo de los matemáticos (y cibernéticos) se parece mucho al proceso creativo de los humoristas: hay que tomar en cuenta muchos factores, diversos escenarios, y hay que analizar cómo las cosas pudieran salir mal. La diferencia es que los matemáticos y cibernéticos profesionales hacen su mejor esfuerzo por evitar que las cosas salgan mal y los humoristas se esfuerzan por crear situaciones en que las cosas salgan mal, de la peor manera posible.

“(…) yo creo que (…) el proceso creativo de los matemáticos (y cibernéticos) se parece mucho al proceso creativo de los humoristas (…)”.

Quizás por eso los matemáticos y cibernéticos, debido a la formación que reciben, puedan desarrollar la habilidad de crear muchas situaciones descabelladas o absurdas (una parte importante de la formación matemática y computacional incluye crear muchas situaciones absurdas en muy poco tiempo). Cuando una persona con esa habilidad, decide dedicarse al humor, ya tiene esa parte creativa adelantada. El resto, que consiste en construir el humor para cada público a partir de esas situaciones descabelladas o absurdas, es un oficio que se puede aprender. Algunas personas lo aprenden con la práctica, y otros lo estudiamos antes de llevarlo a la práctica. Existen libros de texto sobre la creación de humor, y en más de 60 universidades del mundo se imparten cursos sobre cómo crear humor. Esa es otra vía por la que se pueden aprender los elementos básicos del oficio. Y por lo general, las personas que estudian matemática y computación están adaptadas a estudiar y a aprender cosas nuevas, por ejemplo, las herramientas y teorías del humor

¿Cuándo se eliminará el último bicharraco en Cuba, esa cosa que se llama SARS-CoV 2?

Hay una frase, que usualmente se le atribuye a Niels Bohr, y es: Hacer predicciones es muy difícil, sobre todo si son predicciones del futuro. Así que yo voy a refugiarme en la sabiduría de Bohr, y resistir la tentación de predecir, a pesar de las muchas herramientas matemáticas que permiten hacerlo. Por otro lado, sí pienso que eso dependerá mucho de la actitud que todos tengamos con respecto a ese bicharraco, que debe ser de responsabilidad y de compromiso con los demás. No estoy seguro si todas las personas la tendrán. Ese será uno de los casos en los que podremos ver el futuro (cuando lleguemos a él). Y aunque esto es casi una predicción del futuro, me gustaría pensar que, aún cuando no se logre erradicar del todo ese bicharraco, en el Proyecto Delta seguiremos con la misma responsabilidad y compromiso para con los demás, que hemos tenido desde el principio: la de seguir promoviendo la ciencia, la tecnología y el buen humor, que es una combinación que suele tributar a la buena salud, y quizás también a la responsabilidad y compromiso para con los demás.

Esperemos que sea una predicción de las que sí se puede cumplir. La buena noticia es que depende fundamentalmente de nosotros, y estamos dispuestos a esforzarnos porque así sea.

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