(…) No se puede decir que el papel de la Asociación sea solo promover la cultura. Puede ser el más importante, pero la Asociación tiene también que recoger todas las cuestiones, las preocupaciones, problemas que tienen los miembros, y tiene que trabajar y luchar por los intereses de toda aquella gente que representa.

(…) Esta institución se justifica ahora y siempre, ¡ahora y siempre! [1]

La reciente presentación del libro Fidel y la AHS, en la Biblioteca Sierra Maestra del Centro Fidel Castro Ruz, a cargo de su autor, doctor en Ciencias Históricas Elier Ramírez Cañedo, devino espacio propicio para exponer ideas medulares en torno al pensamiento de Fidel y la creación y sostenibilidad de espacios e instituciones impulsadas por la Revolución; y a las tantas oportunidades para el desarrollo de la vanguardia artística, como los Premios Calendario, reconocimiento que otorga la AHS para la creación literaria y cuyo colofón permite a los jóvenes ganadores publicar sus obras.

Estos cuadernos, presentados por Francisco López Sacha, ensayista, narrador y profesor, también invitaron a la reflexión desde sus páginas en una suerte de homenaje al Apóstol como fuente de inspiración para los jóvenes creadores.

Presentación del libro Fidel y la AHS, en la Biblioteca Sierra Maestra del Centro Fidel Castro Ruz.

Con prólogo de Abel Prieto, relevante intelectual cubano y presidente de Casa de las Américas, Fidel y la AHS tiene un valor especial, destacado por su autor en el encuentro.

El joven historiador, académico cubano, subdirector del Centro Fidel Castro, cuya obra está avalada por títulos como El autonomismo en las horas cruciales de la nación cubana, El imperialismo norteamericano. Pasado, presente y futuro, Pepe Ramírez, el hombre que se le escapó al diablo y ponencias fundamentales para entender la continuidad del pensamiento del Apóstol en la vida y obra de Fidel, como “José Martí y Fidel Castro ante el desafío de la Roma Americana”, cronicó la sorpresa de haber recibido, desde la caligrafía inconfundible del comandante, la autorización para publicar las transcripciones recogidas en el texto que hoy recomendamos. Mucho más, tratándose de la fecha en que Fidel emitió esta nota, el 7 de noviembre de 2016, apenas 18 días antes de aquel doloroso 25 de noviembre.

“Yo pienso pasar, y va a quedar el pueblo, y van a quedar las ideas. Ha sido para mí un privilegio y, en cierta forma, la experiencia acumulada de un número de años, no voy a decir que es inútil; lo que nos interesa a nosotros es que todo se asiente sobre valores, sobre ideas, sobre principios, porque eso es lo que hace, realmente, duradera la obra”.

Fidel y la AHS documenta dos reuniones del comandante con la AHS en los años 1988 y 2001. Destacan en el compendio, el texto fundador de nuestra política cultural “Palabras a los intelectuales”, del 30 de junio de 1961. Según Elier, con ese discurso y los encuentros que lo precedieron, se inició “una concepción totalmente revolucionaria en la forma de relacionarse el líder de la Revolución cubana con los artistas e intelectuales”.

Doctor en Ciencias Históricas Elier Ramírez Cañedo.

Como momentos fundamentales del libro, resaltan la importancia que Fidel otorgó a la cultura y al papel de los artistas e intelectuales en el proceso revolucionario cubano como una cuestión de primer orden y su intención, durante los años más difíciles del período especial, de que la cultura era lo primero que había que salvar. La compilación, publicada por la Casa Editora Abril, evidencia la amistad entrañable de Fidel con artistas y creadores, su vínculo con brillantes pensadores más allá de las fronteras cubanas, y la cercanía que logró con las organizaciones encargadas de promover y defender lo mejor de nuestra cultura; además de su interés por potenciar las posibilidades y el papel que podían desempeñar en la sociedad los más jóvenes dentro de la vanguardia artística e intelectual cubana.

Como verdadero privilegio en esta acción, la maravillosa confluencia de los tantos saberes de Francisco López Sacha, narrador, ensayista y profesor de Arte de la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños, otra de las obras trascendentales creadas por Fidel y la Revolución. El destacado intelectual, autor de cinco Colecciones de cuentos, poseedor de una vasta obra literaria, y reconocido con el premio Razón de ser, que otorga la fundación Alejo Carpentier, y el premio La Gaceta de Cuba, entre otras distinciones, confesó con gran orgullo la feliz coincidencia de haber sido fundador de la Brigada Hermanos Saíz, organización que el 18 de octubre de 1986 se convirtiera en AHS a partir del Encuentro Nacional de Jóvenes Escritores, Artistas y Técnicos de la Cultura, donde se unieron tres organizaciones de artistas e intelectuales jóvenes que ya existían desde las primeras décadas de la Revolución: la Brigada Raúl Gómez García, de instructores y técnicos de la cultura con un sólido trabajo en la comunidad; el movimiento de la Nueva Trova, que agrupó a talentosos cantautores del país, y la Brigada Hermanos Saíz, integrada por escritores y artistas de varias manifestaciones.

Este volumen, publicado por la Casa Editora Abril, evidencia la amistad entrañable de Fidel con artistas y creadores, su vínculo con brillantes pensadores más allá de las fronteras cubanas, y la cercanía que logró con las organizaciones encargadas de promover y defender lo mejor de nuestra cultura.

El autor de El cumpleaños del fuego (La Habana, Editorial Letras Cubanas, 1886, 1990), Descubrimiento del azul (La Habana, Editora Abril, 1987) y Variaciones al arte de la fuga (La Habana, Ediciones Unión, 2011), entre otros títulos, compartió anécdotas emotivas de su vínculo con el comandante, que destacan el espíritu emancipador, entusiasta y combativo de Fidel. Pasajes de momentos claves de la forja de la nacionalidad cubana desde las diversas manifestaciones artísticas, y exponentes cuyas obras denotan un fundamento y una continuidad de raíz ética. Como referencia, los intelectuales Cintio Vitier, Fina García Marruz, Alejo Carpentier, Miguel Barnet; los artistas Wifredo Lam y Carlos Enríquez; instituciones como el Ballet Nacional de Cuba, Casa de las Américas, entre otros espacios que hacen extensiva la política cultural cubana.

Un momento especial fue el diálogo en torno a los Premios Calendario publicados este año: Triple C, de David Martínez Balsa; El tapiz del tirano, de José Alejandro Cantallops Vázquez; Duende del agua, de Armando López Carralero; Bestia contextual, de Darién Orlando Peña Prada; El padrino (según Doubrovsky), de Manuel Hurtado López y de Lázaro Abraham Pérez Suárez, Mucho, señora, daría… Las fibras eróticas de José Martí, inspirado en la vida amorosa del Apóstol.

De este último, López Sacha reafirmó el inconmensurable intelecto de Martí y los diversos saberes que en él confluían, capaces de despertar en los jóvenes escritores la necesidad de regresar a la vida y obra del más universal de los cubanos.

El destacado intelectual Francisco López Sacha confesó con gran orgullo la feliz coincidencia de haber sido fundador de la Brigada Hermanos Saíz.

Sacha hizo alusión a Martí como un hombre de rica vida interior, hondas preocupaciones éticas y sentimientos a flor de piel. Como apuntara el Apóstol en su cuaderno de trabajo, “El amor es una rosa al revés, porque tiene las espinas dentro”. En un recorrido por los verdaderos amores de Martí, el escritor mencionó a las mujeres que, según estudios, realmente amó: Carmen Miyares, donde halló el hogar que no había tenido junto a la esposa legítima; Rosario de la Peña, pasión tormentosa y breve; María García Granados, la niña de Guatemala; y Carmen Zayas Bazán.

Ante el recuento fue inevitable concluir con la historia que demuestra la eticidad de Martí, cuando decide abandonar a María García Granados porque ya le había prometido matrimonio a quien fuera su esposa legítima. En el imaginario de los amantes de la poesía de Martí, estos versos avalan la realidad de lo ocurrido: “Dicen que murió de frío, yo sé que murió de amor”.

Una nueva invitación al debate suscita, en los tiempos contemporáneos, la presentación del libro Fidel y la AHS, de Elier Ramírez Cañedo. Un retorno al pensamiento de Fidel, a la vanguardia artística, a la ética de la nación cubana, y a Martí, en cuyo universo se anclan los conceptos más socorridos del hombre.

Y en este bregar de Patria enamorada, de la defensa de la cultura y el arte, late la luz que evoca el homenaje eterno a Luis Rodolfo y Sergio Saíz Montes de Oca, los hermanos Saíz. Jóvenes profundamente martianos, que al igual que Fidel lucharon por una Cuba libre, cuya obra artística fue truncada al ser asesinados por un esbirro de la dictadura el 13 de agosto de 1957 con apenas 18 y 17 años de edad, respectivamente. En tiempos donde aún se lucha por sostener la Patria, que sean sus palabras, como candil encendido, el impulso a seguir para la joven vanguardia: “No tenemos más que nuestras vidas, y una obra inmensa por realizar”.


Notas:

[1] Elier Ramírez Cañedo. Fidel y la AHS. Casa Editora Abril.