Escuché par de temas suyos hace un tiempo y me pareció sorprendente. Con poco más de 20 años Gina D’Soto sonaba, desde el punto de vista vocal, con mucha madurez. Recientemente descubrí su nombre en la lista de los artistas que llegan desde otras latitudes al Festival Internacional de Jazz 2023. De modo que, tenacidad mediante, logré conversar un par de horas con ella acerca de su trabajo musical.

“Me siento absolutamente feliz cuando canto”. Foto: Tomada de la página de Facebook de la artista

Gina D’Soto se alista para sus dos presentaciones en la capital cubana: este viernes 27 a las 10:00 p.m. en la Casa de la Cultura de Plaza, y el sábado 28 a las 5:00 p.m. en el Pabellón Cuba. La acompañarán Rolando Luna al piano, Oliver Valdés en la batería, Roberto Vázquez en el bajo y dos invitados especiales: Patricia Díaz, guitarrista del dúo Aguas de Marzo, y  JotaBarrioz, con quien compartió en su concierto ayer. Será una oportunidad mágica escucharla en vivo. Su voz ha sido comparada incluso con la de Alicia Keys, sobre lo cual expresó: “Tal vez se debe a mi proyección escénica, o quizás a algún parecido físico, el timbre… No sé. No me molesta, pero tengo mi propio camino musical”.

Sobre su formación comentó:

Siendo pequeña estudié ballet y pintura, pero en la casa me disfrazaba con la ropa de mi madre y cantaba en espectáculos que yo me inventaba. Ella notó esa aptitud o, más bien, ese anhelo, y me llevó a la escuela de música. Con ocho años se empieza a estudiar carreras largas, como piano, violín, violonchelo, etc., y yo opté por el primero.

Estudié piano en Manuel Saumell y continué en el Conservatorio Amadeo Roldán, hasta que acompañé a mis padres a Canadá, donde terminé mis estudios de piano e inicié los de canto. Siempre me interesó cantar, pues la interacción con el público es diferente. Compongo y arreglo con el piano, pero estoy desarrollando mi carrera como cantante. Me siento absolutamente feliz cuando canto.

Me mudé a Nueva York para disfrutar de una ciudad tan plena de arte, llena de música de distintas partes del mundo, lo cual me permite crear con mucha alma.

¿Cómo llegas al Jazz Plaza 2023?

Vi en las redes sociales la promoción del Festival de Jazz y le escribí por Facebook a una de las personas que integran el comité organizador. Le hice la propuesta y a los pocos días recibí un correo en el que me invitaban oficialmente después de escuchar mi música. Me sorprendí y le agradecí mucho a esta persona por apoyarme para participar en el evento.

“La música es un lenguaje especial”.

Escuchamos juntas títulos de su autoría: “Como remolino”, “Something” y “August” —incluidos en el repertorio de sus conciertos—, “Hide”, “The best thing”, “Girasoles”, y de manera especial, “Tal vez”, de Juan Formell. Recordando a su pariente Nicolás Sirgado, Gina D’Soto comentó: “La música es un lenguaje especial. Comunicarse a través de ella con otras personas, con otros músicos y con uno mismo, es un privilegio. Por eso la necesito para vivir”.

Pronto saldrá su primer álbum INU. “Es una palabra yoruba que significa ‘por dentro’. Reflejo en este trabajo discográfico todo este sentimiento del trabajo bilingüe, esta sensación de vivir en mundos diferentes. Canadá, Estados Unidos, tan diferentes a Cuba… En el disco se evidencia ese proceso personal de asimilación en otros países. Trato de expresar lo que llevo por dentro”.

Nueva York es una ciudad compleja para conseguir el éxito…

Siento que me aplasta la ciudad todo el tiempo. Es compleja, maravillosa, pero complicada. Me recuerda a La Habana en muchos aspectos, si bien tiene una dinámica muy fuerte.

Después del Festival de Jazz en La Habana, ¿qué vendrá?

En febrero me presentaré en varias ciudades de Estados Unidos. A principios de marzo lanzaré mi primer single y le seguirá una etapa dura de trabajo para promocionar mi disco. Estoy dedicada a impulsar mi carrera.

¿Dónde quieres verte en los próximos cinco años?

Quiero verme en un tour alrededor del mundo, llevando mi música a todos los lugares, conectando con gente linda y con músicos que puedan aportarle a mi trabajo, siempre basado en la mezcla de culturas.

Muchas personas creen que el jazz cubano se hace solo con tumbadoras, pero eso significa obviar otros ritmos como el changüí, el chachachá, el mambo. Erróneamente se estereotipa la música cubana. Quiero que las personas comprendan que el jazz cubano es más que eso.

“La música, como la vida, puede evolucionar”.

El mercado es cruel…

Sí, lo es

¿Harías concesiones?

Siempre se pueden hacer concesiones mientras no se pierda la identidad, la línea de trabajo que uno defiende. Eso lo tengo claro. He escrito canciones más cercanas al pop, por ejemplo, pero ello no significa que me vaya por esa línea.

La música, como la vida, puede evolucionar. El jazz tiene mucho que ofrecer, y los jóvenes deben verlo como algo suyo, de su época, de su contemporaneidad. Yo trabajaré mucho para que así sea.

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