Haciendo camino al andar… encontró su propia música Jorge Aragón

Ivón Peñalver
7/8/2019

 

“Lo que se hereda no sé hurta”, así afirma el refranero popular y la máxima lo demuestra con beneplácito el nombre de Jorge Aragón, reconocido músico, compositor, arreglista, pianista y productor musical.

Hijo de Jorge Aragón, compositor yarreglista, durante muchos años pianista del Grupo de Pablo Milanés, hoy su primogénito aparece como referente dentro de la música cubana; cuando se trata de reconocer a un exquisito creador que, desde una de sus grandes pasiones, el cine, asume la interpretación del piano y la composición de una manera muy personal. Su creación unas veces más explosiva, otras con cierta tendencia hacia lo íntimo, reafirman un refinado acento cubano que nunca abandona.

 Jorge Aragón Brito, reconocido músico, compositor, arreglista y productor musical.
Fotos: Roberto Ruiz

 

“La interpretación es algo muy serio porque te descubre ante el público; pero la composición, las orquestaciones y los arreglos, son un medio completo de unir toda la información cultural y emocional que llevas dentro”. Así aseguraba el propio Aragón, en medio de la preparación del fonograma “Libre de pecado”, donde la Musicalísima Beatriz Márquez aborda la cancionística del Maestro Adolfo Guzmán.

Junto a Silvio Rodríguez asumió también el rol de arreglistay orquestador, y ese tránsito que como escuela resulta excepcional, ha sido válido peldaño para que Aragón hoy celebre sus más recientes éxitos de trabajo, como muestra de un crecimiento no imaginado desde su natural modestia. Dentro de esos logros está el ser escogido para cursar el Laboratorio de Sundance,en Skywalker (San Francisco). Una selección en la que dentro de setecientos noventa personas interesadas fue elegido junto a siete músicos más de diferentes naciones.

Sobre este interesante particular comenta:

Se trata de un taller de música para cine que me permitió tomar clases con músicos de la talla de James Newton Howard, Harry Gregson Williams, Peter Golub, Adam Smalley Alan Silvestri, Tony Morales, Christophe Beck y Marco Beltrani, entre otros; fue realmente un sueño poder compartir con estos grandes creadores de Hollywood, tuve la oportunidad de trabajar, en un primer momento, en la música de un documental y luego en la secuencia de un filme de Denzel Washington, (The Equalizer 2), en este último caso recibí clases directamente del compositor de la película,Harry Gregson Williams.

Este taller, naturalmente, unía lo teórico y lo práctico, por tanto fue impresionante ver mi creación musical ya llevada a la pantalla pues además de vincularnos a los compositores nos acompañaba un diseñador de sonido para las continuas jornadas de grabación. En la actualidad las partituras que escribo las hago utilizando los códigos de música para cine; es mucho más cómodo a la hora de ser leídas por los músicos.

Acto ambicioso este, sin dudas

Tal vez, pero sí muy necesario a la hora de abordar toda esa búsqueda que siento dentro de mí.

 “La composición y lo que ha dado en llamarse arreglos, es un medio completo de unir toda la información
cultural y emocional que llevas dentro”.

 

Sé que eres sumamente intranquilo en materia de hacer realidad esas búsquedas, nos adelantas qué tienes sobre el tintero

Sí, ahora mismo estoy trabajando en dos proyectos que me tienen muy entusiasmado, uno de ellos es, las orquestaciones que pude hacer para Sarah Willis, cornista de la Filarmónica de Berlín, una de las principales otquestas del  mundo.Además de un concierto para el cual he sido invitado por José Antonio Méndez (Pepito) en la Sala José White de Matanzas.Lo haremos junto a la Orquesta del Lyceum de La Habana.

El otro gran proyecto que me ilusiona, es la dirección musical de un concierto que se ofrecerá en ocasión del 500 aniversario de La Habana. Van a ser alrededor de 10 intérpretes con canciones dedicadas a La Habana, y para la ocasión estoy componiendo unaobra sinfónica para las doce de la noche, para coro mixto, integrado por 50 personas y 70 músicos de la orquesta. Es un trabajo bastante difícil, pero es lo que me gusta.

Se prepara ahora mismo la decimoquinta edición del Concurso Adolfo Guzmán, y qué bueno poder recordar los días de trabajo del disco “Libre de pecado”, junto a Beatriz Márquez, que te llevó a transitar por la obra de ese gran Maestro. A la distancia de esa realización musical, ¿cómo lo defines y qué nuevas pautas te hace seguir?

Primero y con toda modestia me gustaría pensar que la realización de ese disco que ha sido tan premiado pudiera haber abierto una pequeña brecha para que se pensara nuevamente en el regreso de un evento tan importante para la canción cubana.

El disco, visto desde la distancia, te puedo decir que fue una osadía personal porque no conocía muchos aspectos técnicos del mundo de la producción musical. Recuerdo que al comentarle a Fito, -técnico de sonido y “mago” en toda esta labor de grabación y post producción- todo lo que me proponía, él me dijo que le parecía una gran locura. Sin embargo yo me sentía como los niños, sin idea del peligro, por el propio desconocimiento, en materia de realización técnica. Lo que sí no me cansaré de decir es que existió desde los inicios tanta entrega en todos los profesionales que intervinieron en el disco, que puedo afirmar que fue un regalo. Hubo una conexión profunda, Beatriz es una figura inmensa con una gran sensibilidad,eso contribuyó mucho a esa conexión tan fuerte que se logró, tanto es así, que creo que para asumir un trabajo similar me lo tendría que pensar mucho, porque ya sé lo que significa y lo difícil que es su realización, no obstante sé que para lograr un buen resultado hay que trabajar y bien fuerte.

Y volviendo a la figura de Adolfo Guzmán, fuera del disco, regresa su nombre a mi vida, y eso me hace muy feliz, pues hice el arreglo del tema “Te amo tanto”, cuyo autor e intérprete es Orlando Chang, un creador en quien confío mucho por su seriedad y entrega. Estoy muy contento por él, porque siento que merece esta oportunidad de mostrar su obra. Así que asumir esta responsabilidad es otro compromiso con el Maestro Adolfo Guzmán.

He tenido la suerte de poder contar con mi familia, con amigos, que me han propiciado momentos maravillosos que siempre agradeceré; lo mismo ocurre con los grandes músicos de Cuba y del mundo que he conocido, que desde la sencillez me han ofrecido importantes lecciones profesionales y de vida.