Holguín, palco para el teatro joven

Erian Peña Pupo
3/5/2018

La ciudad de Holguín fue nuevamente sede del teatro joven en Cuba. Por décima ocasión, número para nada despreciable y sí signo de trabajo en un evento de este tipo, el Festival Nacional de Teatro Joven reunió en esta urbe nororiental, entre el 15 y el 18 de marzo, a actores, dramaturgos, directores, teatrólogos… de diferentes generaciones: un diálogo en pos del teatro cubano, sustentado en el deseo de articular, amén de influencias y cercanías de múltiples lares, la lúcida utopía de un teatro cubano.


CCPC La República Light, El Portazo. Foto: Ernesto Herrera Pelegrino 
 

Como en años anteriores, las puestas en escena constituyeron el grueso del Festival, dedicado en esta ocasión al 3er Congreso de la Asociación Hermanos Saíz (AHS) y organizado por su filial en la provincia, con el auspicio del Consejo Nacional de las Artes Escénicas, la Dirección Provincial de Cultura, la UNEAC y el Centro Provincial de las Artes Escénicas.

Por el monte Carulé, multipremiada puesta del matancero Teatro de las Estaciones, con dirección de Rubén Darío Salazar y texto del dramaturgo y poeta Norge Espinosa, abrió el cartel del Festival. En una búsqueda constante de la belleza, este “álbum visual de fotografías”, al decir del propio Rubén Darío, explora la vida y obra del reconocido intérprete Ignacio Jacinto Villa Fernández, Bola de Nieve. Con los característicos diseños de Zenén Calero, esta vez desde la sobriedad de los grises, el negro y los tonos de rojo, que nos trasladan a varios puntos del planeta, y la actuación del propio Rubén Darío e Iván García, Por el monte… se apoya en la música del Bola para narrarnos los más importantes pasajes de una vida de escenarios y cubanía que inició en Guanabacoa en 1911 y concluyó en Ciudad de México, en 1971, pero cuyos ecos se esparcen aún en las noches del habanero Monseigneur. “Bola de Nieve es un artista completamente titiritero, oírlo cantar es como oír a un títere. Las letras de sus canciones son un retablillo. El Bola es muy rico de interpretar por sus fraseos y sus interpretaciones en inglés, francés, italiano y hasta en chino. Con la representación del Bola le estás legando al mundo un diapasón grandísimo de la cultura cubana y al mundo del títere, porque el retablo es para aforarse no para ocultarse”, añade Rubén Darío Salazar.

Otras dos obras destacaron entre los momentos más significativos del Festival: CCPC La República Light (El Portazo, Matanzas) y La bebidas son por Pearl (Teatro sobre el camino, Villa Clara). La primera, una especie de secuela de la anterior puesta de El Portazo, mantiene el mismo hilo conceptual y la exploración con éxito del musical y el cabaret, incluso en una especie de carnavalización consciente y lúdica del mismo. Con dirección artística de Pedro Franco, María Laura Germán y Luis Toledo, La República Light aborda conceptos claves como la libertad, la cubanía, el progreso… Por su parte, La bebidas son por Pearl es un homenaje a la música de la intérprete estadounidense Janis Joplin y a la música de los psicodélicos y revolucionarios años 60. Con texto y puesta en escena de Elizabeth Aguilera Fariñas, quien interpreta a Janis, y dirección general de Rafael Martínez Rodríguez, Teatro sobre el camino muestra una suerte de crecimiento en varios sentidos —actoral, escénico, dramatúrgico— en una obra que linda con el performance y el happening.


Amares Social Clown, Uruguay
 

Asimismo, en un Festival marcado, desde sus días fundacionales, por la multiplicidad y pluralidad de enfoques y maneras de acercarse al hecho teatral, se presentaron las obras Lucidez, de Amares Social Clown, de Uruguay; La Condesa descalza, de Agón Teatro, de Sancti Spíritus, con puesta en escena y dirección general de Kiusbell Rodríguez Castiñeira; Lucas y Lucía, de Teatro Alasbuenas, de Holguín, con puesta de Manuel Rodríguez Moreno y texto de Yunior García Aguilera; Desamparado, de Teatro Espacio, La Habana, con puesta en escena de Alfredo Reyes; y Ruandy, del Teatro Guiñol de Holguín, texto de Gerardo Fulleda León, con puesta en escena del desaparecido Miguel Santiesteban y dirección general de Dania Agüero. Además, se repuso la premiada Jacuzzi (Trébol Teatro, Holguín) con texto y puesta de Yunior García.

Además —como parte del evento teórico que sesiona paralelo a las puestas— se realizó en la Casa del Joven Creador el taller “La ventana entornada: una mirada cómplice a la actualidad del teatro de figuras en el mundo”, por Rubén Darío Salazar; el panel “Aproximaciones al teatro de aficionados en Cuba”, y el acostumbrado “Taller itinerante de la crítica”, moderado por Omar Valiño.

Medea se mira en el espejo. Nos dice que diez años es un medidor considerable que el público, sobre todo el público, agradece. Por eso vale la pena sentarnos cómodamente, silenciar los móviles, dejar que baje el telón y se ilumine progresivamente la escena, como sucedió en Holguín durante el X Festival Nacional de Teatro Joven.