Con un homenaje a Pablo Milanés, un cantautor que marcó a todas las artes, y la música de X Alfonso y su último disco Inside, subió el telón de la 43 edición del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, que hasta el próximo 10 de diciembre acoge La Habana. 

Con un homenaje a Pablo Milanés, y la música Inside, último disco de X Alfonso, quedó inaugurada la 43 edición del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano. Foto: Tomada de Prensa Latina

En la inauguración en el cine Charles Chaplin, Yumey Besú Bayo, director del evento, recordó que desde 1979 se realiza el festival en la capital cubana, y ha logrado sobreponerse a pandemias y limitaciones económicas para afirmar que la cultura, y el cine dentro de ella, son capaces de imponerse a cualquier desafío o adversidad.

Según refirió Besú Bayo:

El festival se propone reconocer y conocer las obras cinematográficas que contribuyen, a partir de su significación y valores artísticos, al enriquecimiento y reafirmación de la identidad cultural. Desde su creación, persigue mostrar lo más nuevo dentro del cine latinoamericano actual, salido de esa oleada de jóvenes directores que cada año abordan la realidad latinoamericana a partir de propuestas narrativas y formales distintivas, con una mirada inquieta y cuestionadora del acontecer en la región.

Destacó que una de las novedades que trae la actual edición del Festival Internacional de Cine de La Habana es la incorporación por primera vez del Premio Arrecife, dedicado a la película que mejor refleje la temática LGBTIQ+.

El público amante del cine se dio cita frente al Chaplin. Foto: Tomada de ACN

“Que nuestro festival alcance su edición 43 nos involucra y compromete en la responsabilidad ante el camino recorrido. El evento en 1979 era diferente al mundo y a nuestra América. También, mostraba un concepto nuevo que expresaba una voluntad artística y política del país. Cine convertido en movimiento”, agregó por su parte Ramón Samada Suárez, presidente del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos. 

El directivo consideró que el cine se ha multiplicado y rejuvenecido con nuevos lenguajes, ante otros desafíos sociales, económicos y políticos. “Es el mismo cine que hoy continúa siendo parte de nuestra identidad latinoamericana, diversa y con una coraza que nos protege de la globalización cultural que busca homogeneizar pensamientos y emociones”.

“(…) mostrar la realidad y contar la historia, son deudas que puede saldar el cine”.

Después de las palabras de Samada, llegaron los aplausos para el largometraje “Argentina 1985” que aborda la historia real del fiscal Julio Strassera, interpretado por Ricardo Darín, y de Luis Moreno Ocampo, encarnado por Peter Lanzani, junto a su equipo jurídico que se encargó del llamado “Juicio a las Juntas” de mediados de los años 80 contra los altos mandos de la sangrienta dictadura militar argentina (1976-1983).

El público asistente al cine Charles Chaplin llenó de ovaciones la sala, por un filme —dirigido por Santiago Mitre— que toca la parte más sensible del ser humano, con una mezcla de realismo, humor y crítica social. No en vano, más de un millón de argentinos ha pasado por los cines desde septiembre para ver en primer plano una cruda página de la historia de ese país sudamericano; y un número superior por otros países donde se ha estrenado.

El “Nunca más” fue la base desde la cual Strassera y su equipo de fiscales noveles edificaron la acusación contra Jorge Rafael Videla, Emilio Massera, Eduardo Viola, Armando Lambruschini, Orlando Agosti y otros cuatro militares. Al fin y al cabo, mostrar la realidad y contar la historia, son deudas que puede saldar el cine.