¿Involuntaria? A otro con ese cuento

Diario Las Américas
5/7/2016

Trump recibió 34% de la cobertura de noticias durante las “primarias invisibles“, casi el doble que el próximo candidato republicano cubierto, Jeb Bush (18%). Y recibió dos veces y media la atención de prensa de Marco Rubio (14%), Ben Carson (14%), o Ted Cruz (13%)

ELECCIONES 2016 | 04 de Julio de 2016

VERÓNICA EGUI BRITO

Especial

¿Cuál es el indicador que predice el éxito o fracaso de un precandidato para ganar la nominación presidencial? Muchos especialistas se ofuscan en mostrar las estadísticas sobre el caucus de Iowa o las primarias de New Hampshire en cada proceso electoral. Lo cierto es que el periodo considerado como “primarias invisibles” –previo a  la campaña– determina si un político se posiciona dentro de la opinión pública o pasa desapercibido.

Y fue en el 2015 cuando las cartas se echaron en beneficio de Donald Trump. Aunque hace un año, cuando el magnate anunció su intención de postularse por la candidatura republicana nadie habría pensado que lograría la nominación republicana por la presidencia de Estados Unidos, la cobertura mediática que recibió en las llamadas “primarias invisibles” lo posicionaron en un lugar que no habría tenido cabida solo con su discurso populista.

La escuela Kennedy del Centro Shorenstein en Medios, Política y Política Pública de la universidad de Harvard muestra en un informe que el businessman recibió una inusual exposición de las agencias de noticias, que permitieron que ascendiera rápidamente en los sondeos. “La cobertura de Trump fue positiva. El volumen y el tono impulsaron a Trump a la cima de las encuestas republicanas”, advierte el texto.

De todos los indicadores de éxito en las “primarias invisibles”, el despliegue en los medios es sin duda el más importante. La exposición mediática es esencial para que un candidato suba en las encuestas. Si un precandidato no asciende será difícil que pueda recaudar dinero, ganar apoyo, e incluso asegurar un lugar en los debates previos a las primarias.

Comparativamente, la precampaña demócrata recibió menos de la mitad de la cobertura republicana. De hecho, la revelación demócrata –Bernie Sanders– fue prácticamente ignorado los primeros meses, pero luego comenzó a ganar notoriedad en la prensa con valoraciones mucho más positivas que las recibidas por  Hillary Clinton, quien lideró la “mala prensa” frente a cualquier otro candidato.

Hubo una temprana fascinación de los medios de comunicación con Trump. Las decisiones de los periodistas fueron impulsadas por valores noticiosos, en lugar de valores políticos. “Los periodistas se sienten atraídos por lo nuevo, inusual, y sensacional en el tipo de historias que va a atrapar y retener la atención del público. Trump se ajusta a esa necesidad frente a cualquier otro candidato en la historia reciente. Es sin duda el primer candidato presidencial creado por los medios, a  pesar de que posteriormente golpeó a quienes alimentaron su ascenso”, estima el centro de estudios.

“Los periodistas parecían no darse cuenta que eran ellos y no los electores la primera audiencia de Trump. Él no tenía ninguna otra opción. No tenía la base electoral y ni credenciales presidenciales. No podía competir con Ted Cruz, Marco Rubio o Jeb Bush, sobre la base de su posición política. La política de la indignación fue su estrategia, y la prensa se convirtió en su aliada involuntaria”, enfatiza el análisis.

El estudio al que hacemos mención se basa en una investigación de miles de declaraciones de noticias de la CBS, Fox, Los Angeles Times, NBC, The New York Times, US Today, The Wall Street Journal y The Washington Post. La firma Media Tenor, especializada en el análisis del contenido de la cobertura de noticias, proporcionó los datos.

La exposición mediática que tuvo Trump valía millones. El estudio de Harvard asumió que el tiempo en el que las noticias de televisión y el centimetraje en los periódicos que le dieron al magnate tiene su equivalencia en dólares de lo que sería un espacio publicitario con esas mismas dimensiones. Específicamente la cobertura de los ochos medios que abarca el informe tuvo un costo de 55 millones de dólares en su beneficio. Mientras que sus contendientes republicanos tuvieron menos exposición: 36 millones para Jeb Bush, 34 millones para Marco Rubio, 32,5 millones para Ted Cruz, 24 millones para Ben Carson y solo 16 millones para John Kasich.

Y aunque los medios y sus periodistas justifican la desigual cobertura alegando un estado de vigilancia sobre el entonces precandidato, las cifras sobre la valoración hablan por sí solas. Ninguno de los medios analizados expuso negativamente a Trump, sino todo lo contrario: 74% de las reseñas que hizo USA Today fueron positivas, 73% las que hizo Fox, 71% las que hizo Los Angeles Times, 68% Wall Street Journal, 66% CBS, 65% NBC,  65% Washington Post y 63% New York Times.

La afirmación de que el ascenso de Trump era un fenómeno que se resistió a la prensa tradicional tampoco es respaldada por el estudio. Él fue una gran noticia en todos los medios. Desde que anunció su candidatura hasta el final de 2015 dominó la cobertura del partido republicano.

Trump recibió 34% de la cobertura de noticias, casi el doble que el próximo candidato republicano cubierto, Jeb Bush (18%). Y recibió dos veces y media la atención de prensa ofrecida a Marco Rubio (14%), Ben Carson (14%), o Ted Cruz (13%), y cinco veces que la que recibió John Kasich (7%).

http://www.diariolasamericas.com/4851_eeuu/3915039_prensa-aliada-involuntaria-trump-elecciones-2016.html