¿Cuán responsables somos nosotras, a veces, de las conductas y pensamientos machistas? ¿Cuánto de la realidad que nos victimiza pudimos cambiar y no lo hicimos? ¿Cuánto se habla de la manera en la que posicionamos los roles de género y cuánto se calla? ¿Estamos a tiempo de cambiar?

Ramón cumple años y su madre, su hermana, su hija y su esposa organizan el festejo. Esta familia, como cualquier otra de Cuba o de otro país, arrastra pesares y esquemas que laceran a cada uno de sus integrantes. A veces son felices, o lo aparentan, y con el tiempo, olvidan (o esconden) sus sueños.

Entonces la obra Japy Beiby tu Llu es, ahora mismo, esa puerta que nos lleva a la reflexión necesaria sobre el tema a partir de los entresijos de la comedia absurda. Es otra manera de gritar, es otra manera de decir, de provocar. Es la filosofía de hacer teatro que defiende el grupo El Misterio, dirigido por Delia Coto.

Cumplieron apenas cinco años el pasado 10 de junio. Delia y cada uno de los que la acompañan en esta empresa de hacer teatro, están conscientes y convencidos de que existen temas que, desde la urgencia social, necesitan colocarse en la escena cubana de la manera más eficaz posible para lograr movilizar ideas, iniciativas, cambios de actitud.

Actriz y directora de teatro, Delia Coto pensó distanciarse un poco de la temática de la mujer al regresar a Cuba, “…pero al final no pude. Durante siete años trabajé en Suiza con mujeres latinas sobre este tema, y de hecho, la última obra que montamos antes de venir fue El discurso de los pájaros, que aborda los sucesos de los feminicidios en Juárez. La pieza tiene música y danza, pero es dolorosa. Al regresar a Cuba y decidir que seguía con el teatro, porque es la única manera de vivir que prefiero, pensé en alejarme de estos temas, pero terminé sorprendiéndome.

“Me acerqué a Virgilio Piñera para investigar lo que no fuera tan conocido, escogí Siempre se olvida algo, que me hizo reír desde el principio, además. La obra la he presentado en cuatro momentos diferentes, con cuatro elencos distintos y eso ha sido un lujo, porque trabajamos un mismo texto, aparentemente con la misma estructura, pero logramos evolucionar hasta llegar a una total comprensión, fue un proceso rico.  Al final me percato que se trata de cuatro mujeres. Irremediablemente la vida me lleva por estos senderos”.

 Luego, Taimí Diéguez Mallo, dramaturga graduada del Instituto Superior de Arte, les regala Happy Birthday y, a partir de una adaptación colectiva, “más apegada a lo cubano”, llega la versión de Teatro El Misterio Japy Beiby Tu Llu.

“La obra, en tanto comedia absurda, nos permite tener a Pilar, a Mirta, a Susana, en fin, a diferentes tipos de mujeres con distintas historias de vida, que comparten algunas exageraciones pero que resultan muy cercanas a nuestra realidad.

“No mostramos culpas ni las intentamos asignar. Lo que proponemos es dialogar. Por ello nos arriesgaremos en el futuro a hacer un experimento con la obra. Pretendemos, en una próxima temporada, involucrar al público a partir de una acción participativa y quizás los resultados sean los que esperamos.

“Agradecemos además el trabajo del diseñador y artista de la plástica Aliosha Díaz, quien nos confeccionó el cartel de la obra y toda la escenografía. Tenemos una pieza que nos donó, pero es un secreto que no queremos revelar porque buscamos el asombro del público con el proceso de reciclaje que en esa pieza se evidencia”.

¿Por qué es el misterio lo que identifica al grupo?

“Al crearlo fue difícil encontrar un nombre. Mi hija, que en aquel momento tenía 10 años, propuso que se llamara así y me pareció justo. Creo en el misterio de la creación, el teatro es parte de ello y es lo que hacemos todo el tiempo. Nos dejamos llevar por el misterio que cada uno lleva dentro para hacer teatro, que es en definitiva un acto efímero pero vivo”.