Del 21 al 24 de noviembre el reconocido evento Jojazz 2019 vivió su XXII edición, que prometió nuevamente fungir como plataforma y cantera del cada vez más afanoso movimiento jazzístico cubano.

A este concurso internacional llegaron alrededor de 300 noveles exponentes del género, en su mayoría estudiantes del Sistema Nacional de Escuelas de Arte. A ellos se sumaron concursantes provenientes de San Vicente y las Granadinas y Santa Lucía, todos bajo la promesa de un premio al talento y el tesón.

Organizado por el Centro Nacional de Música Popular, desde los acordes del característico ritmo, se les hizo un homenaje a los 500 años de La Habana y al esperado 35 Festival Jazz Plaza, que se celebrará del 14 al 19 de enero del venidero año. Este concurso reunió las categorías de interpretación y composición en pequeños y grandes formatos cada una.

Durante cuatro días el jazz recorrió la Sala Tito Junco del Centro Cultural Bertolt Brecht, una de las sedes de la cita. Tras la gala inaugural con el concierto One more time, de Carlos Mijares, y otras presentaciones de relevantes músicos, acompañados de las nuevas generaciones, llegó el día de la gala de premiaciones.

Una tarde noche llena de emociones aglutinó a amigos, colegas, familia y adictos del buen y joven jazz, quienes compartieron con los galardonados el sabor de la victoria.

La premiación reconoció las diferentes modalidades, sin perder de vista las propuestas de un jazz fruto de la consolidación del arduo quehacer musical, el conocimiento técnico del artista, la capacidad creativa para la interpretación, el dominio escénico y la habilidad de comunicación y organicidad musical.

El prestigioso jurado formado por Enrique Plá, Michel Herrera, Amadito Valdés, Roberto García, Miguelito Núñez, Barbarito Torres y Alejandro Falcón, entre otros, premió a las jóvenes promesas del jazz en la Isla.

En la categoría de Interpretación de pequeño formato, por ejemplo, obtuvo lauros Lennor Blue del Conservatorio Amadeo Roldán y el grupo Equinox, de Pinar del Río. Por su parte, la Asociación Hermanos Saíz entregó un premio colateral al Cuarteto de Saxofones de Santiago de Cuba, para auspiciar su inclusión en el proyecto Tocadiscos. La Jazz Band de Santiago de Cuba recibió una merecida mención.

Asimismo, en el concurso de composición el joven solista Cristopher Jonathan Leiva Ortiz fue uno de los merecedores de mención. Por otro lado, el Primer lugar de interpretación de cuerdas menores fue para Laura Rodríguez Echemendía, quien acompañada por la orquesta del Conservatorio Amadeo Roldán regaló música para amenizar la función y los lauros.

Fue una gala de premios y de encuentros, y también de complacencia para artistas consagrados del panorama musical nacional como Giraldo Piloto, Alejandro Falcón y William Roblejo, por solo mencionar algunos.

Un colectivo de artistas de la Fábrica de Arte Cubano reconoció, además, al Primer trompeta de la Jazz Band de Holguín, banda merecedora del Gran Premio del Concurso, por su rescate de la música de los años 50, arreglos y sonoridades en ese tipo de formatos.

Se habla de un certamen competitivo que evaluó la calidad interpretativa de exponentes de un género que en Cuba gana más adeptos; pero devino más que eso, porque Jojazz 2019 fue boleros, el desate de energías desprendidas desde el saxo-soprano, el violín, las resemantizaciones musicales, la melódica interpretación, y las secciones rítmicas muy características del jazz junto a la guitarra. Talento y destreza expresiva, jóvenes que buscan brillar, astros que ya brillan, todos de camino al Festival Jazz Plaza 2020.