José Aquiles es una marca de la trova cubana. Es un espíritu. En las piedras de su ciudad, en las madrugadas, una poseía conmovedora y sutil impregna el aire.

Nadie escapa a las noches de Santiago, a sus cuerdas invisibles. Nadie, y menos un trovador. Se reconoció a sí mismo desde las alturas del Tivolí, mirando el mar. Entre los amores y los desamores de siempre, la heredad tendió sus hilos, la filigrana se posó en su guitarra.

Cada trovada es un renacimiento. En el disco Otro abril, su más reciente producción discográfica, hay un afán de emerger historias, de tocar espacios, de alumbrar rincones. Tantas veces les pone nombre de mujer como guiño a los grandes de la trova (la tradicional, la más reciente), mas el hálito es definitivamente propio.

Otro abril tiene cada nota en su sitio, cada nota en las vísceras”.

Aquí aparecen canciones estrenadas en peñas y conciertos, en estas islas del Caribe, más allá. Canciones galardonadas en concursos o compuestas en exclusiva para la ocasión, como “Miriam”, tributo musical a una dama de la estirpe de Miriam Ramos, que adquiere otro color con el dueto José Aquiles-Silvio Rodríguez.

La nostalgia en infinito de “Raquel”, la ternura por donde asoma el rostro agreste del cine cubano, Adela Legrá (“Adela, guajira del sol”), la voz de Grisel Gómez, derramada sobre el tema “Santa Trinidad”, dedicada a una ciudad mítica y patrimonial, aquella que está sostenida en el tiempo, “en el limbo”, al decir de Dulce María Loynaz.

El tema que da nombre a toda la producción es una gema. Poseedor de una alta capacidad evocativa, de una lírica inscrita en lo mejor de su creación, seguirá vibrando en ti, como cuerda pulsada, después de que su atmósfera poético-musical te rinda, te borde…

Yo no sé si faltó en tu destino
madrugadas con lunas de miel
o el silencio de un hombre escondido
esperando por tu amanecer

Desde que poeta y músico echaron a andar, la senda ya comienza a ser larga, larga y exitosa. Integrado al Movimiento de la Nueva Trova desde 1974, autor de música para piezas teatrales y danzarias, agrupaciones vocales y obras audiovisuales, José Aquiles es un creador vivo y reconocido en convocatorias tan exigentes como el Concurso de Música Cubana Adolfo Guzmán y el Premio Mundial de Poesía Nosside.

“Integrado al Movimiento de la Nueva Trova desde 1974, autor de música para piezas teatrales y danzarias, agrupaciones vocales y obras audiovisuales, José Aquiles es un creador vivo y reconocido”.

Fui testigo, allí en el parque Céspedes ―el corazón de su natal Santiago de Cuba―, de cuando recibiera, en 2011, el Premio Cubadisco como compositor del año y en el apartado de trova con A conquistar otro camino. Y estuve muchas veces en la Peña de los Escorpiones y la Peña del Menú, espacios que creó, que animó, hasta convertirlos en plazas icónicas del panorama musical santiaguero de los últimos años.

Otro abril, un fonograma desu autoría vuelve a triunfar en el Cubadisco, en el apartado de nueva trova. No extraña. Una interpretación cuidadosa, íntima, fidelísima, destila en los doce temas, los de autoría propia o aquellos que hace suyos como “Cosas de la vida” (Jesús Lozada) y “La canción del poeta perdido” (Jesús Rodríguez).

El trío Trovarroco brilla. La presencia multifacética de Melvin Rodríguez, la exactitud de Maikel Elizarde en el tres, el bajo de José Ángel Martínez, la guitarra de Rachid López y el legendario Alejandro Almenares con su requinto, dotan a este fonograma de un cosmos sonoro de altos quilates. El Sótano de Amanda ―su estudio de grabación― sigue su aporte indetenible a la música cubana.

Otro abril tiene cada nota en su sitio, cada nota en las vísceras.