Justo antes del cierre, queda tiempo para ejecutar una obra

Alain Cabrera Fernández
8/5/2019

El pasado 24 de abril, luego de planteos y replanteos teórico-prácticos propios de cualquier curaduría, quedó inaugurada la muestra colectiva Obra en ejecución, colateral a la XIII Bienal de La Habana en el Centro a+ Espacios Adolescentes, ubicado en la calle Compostela entre Teniente Rey y Muralla, municipio La Habana Vieja.

Alain Cabrera, Érase una vez… Fotos: Maité Fernández
 

La selección de artistas convocados, al menos la definitiva, en términos generales evidencia una propuesta sólida y heterogénea capaz de hacer coexistir en un mismo sitio, devenido “galería de arte contemporáneo”, obras de distinta factura visual y conceptual, independientemente de las manifestaciones presentes: danza, música, videocreación, instalaciones, arte sonoro, pintura y fotografía. Entre los participantes se encontraban Evelyn Aguiar, Adriana Arronte, Humberto Díaz, Mariclaudia García, Ernesto García Sánchez, Osy Milian, Víctor Piverno, Glenda Salazar, Harold Vázquez, Maikel Sotomayor, las duplas Andrés Levin / Mabel Poblet, Lisandra Isabel García / Sergio Marrero, los colectivos Balada Tropical, Plastic Guajiras, Entropic Now, además del coreógrafo Christophe Haleb, así como el Laboratorio de Experimentación Sonora integrado por excelentes músicos. Para mí también fue muy grato que el equipo de curadores [1] me invitara a participar.

La idea inicial consistía en que, a partir de talleres previos impartidos por los creadores a muchachos y muchachas de la comunidad, se generaran obras mayoritariamente fruto de la colaboración mutua. En palabras de la exposición: “(…) un proyecto multidisciplinario que se enfoca en el proceso como método de trabajo. Más que una exposición, como se entendería tradicionalmente, se trata de un laboratorio de experimentación que potencia las posibilidades creativas de los adolescentes y que ha dejado como saldo un grupo de obras resultado de los intercambios entre ellos y los artistas involucrados…”.

Humberto Díaz. Life in a Mirror.
 

Un análisis profundo de la exhibición arrojaría interesantes opiniones acerca de los procesos de trabajo ejecutados por los artistas y las experiencias compartidas en mayor o menor medida con los adolescentes. Me consta que, pese a las innumerables gestiones de los curadores ante las dificultades surgidas, no todos los talleres pudieron realizarse como estaba previsto, algunos proyectos tuvieron que ser modificados sobre la marcha mientras otros, infelizmente, se descontinuaron o no se llevaron a cabo, en lo fundamental por la falta de cohesión o de coordinación entre los responsables de la sede expositiva, lo cual mermó el poder de convocatoria que garantizara la asistencia sistemática de las jóvenes generaciones.

Lisandra Isabel García. “Retrato a los 14 años”, de la serie Autorretrato de la artista adolescente.
 

De cierto modo varias de las piezas resultantes denotan una exquisitez formal y de contenido lograda por los artistas que relega a un segundo plano el trabajo en conjunto, no exento de imperfecciones cuando no se tiene dominio de materiales y técnicas que es, al menos para mí, idea fundamental del proyecto. No obstante, cada quien tenía la libertad de interpretar, proponer y comprometer a sus colaboradores según el grado de participación. Soy del criterio de que tampoco se tuvo un total apoyo logístico por parte del comité organizador del programa expositivo, máxime cuando se trata de estimular en todo lo posible la creatividad y la formación profesional a través del arte, algo de vital importancia en esta etapa de la vida.

El futuro depende en gran medida de los valores que logremos fomentar en el presente. Es de todos la difícil tarea.

Nota:
 
[1] Chrislie Pérez, Deydri Delgado y Michael Simpson, especialistas de importantes galerías del sistema institucional capitalino.