“Todo lo que tenemos hoy es resultado de la obra de Fidel. Gracias a su apoyo permanente fuimos capaces de cumplir tareas que parecían inalcanzables. No pocas veces le escuchamos decir que cuando organismos y organizaciones se unen deja de existir la palabra discapacidad. Esos pronunciamientos suyos los continuó Raúl y en la actualidad nuestro Presidente Díaz-Canel, continuidad de esos extraordinarios líderes.

“En cada paso que damos, en cada obra que emprendamos, en cada tarea cumplida, estará siempre la presencia de Fidel. Una de sus mayores enseñanzas, al menos para nosotros, es que todo se puede y se podrá si hay voluntad, si ponemos ahínco en lo que hacemos. Hoy recordamos de manera especial su presencia en la inauguración de nuestra escuela que justo lleva el nombre de uno de sus más entrañables amigos y combatiente del Moncada: Abel Santamaría Cuadrado. Gracias, Fidel, por tu dedicación, por tu ejemplo y por hacer posible la inserción nuestra a esta sociedad, por hacer de nosotros hombres y mujeres de bien. Gracias por todo, Fidel”.

Con estas palabras y visiblemente emocionada, Julia Elia Gastón Chacón, vicepresidenta del Consejo Nacional de la Asociación Nacional de Ciegos (ANCI), concluyó la celebración de un matutino realizado en la sede de esta institución, el pasado 12 de agosto. Habíamos previsto un encuentro con tres directivos de la ANCI y nos sorprendió gratamente este merecido homenaje al líder histórico de la Revolución, a su invicto Comandante en Jefe, justo en la víspera de su 95 cumpleaños.

La Asociación Nacional de Ciegos, fundada el 19 de julio de 1975, es una organización dedicada a la atención de las personas con alguna discapacidad visual. La integran actualmente 30 972 asociados y cuenta con filiales en todas las provincias del país. “Y a su vez en todos los municipios donde hemos creado los Consejos Populares, en aras de acercar cada vez más nuestro trabajo a los asociados”, explica Julia Elia Gastón.

En este encuentro participaron, además, Jorge Luis Cabrera López, especialista en Relaciones Públicas y Carlos Abel Ramírez Vega, jefe del departamento de educación y cultura. Precisamente este último hizo énfasis en los logros alcanzados por las personas ciegas tanto en el desarrollo de las distintas manifestaciones artísticas, como en la práctica de diversas disciplinas deportivas. Con manifiesto orgullo destaca, en primer lugar, la presencia de seis asociados, cuatro en atletismo y dos en judo, en Tokio, Japón, en los Juegos Paralímpicos.

“Erradicar totalmente de nuestra sociedad esa antigua imagen de las personas ciegas, que logremos una inclusión cada vez mayor en nuestra sociedad, es uno de los principales retos que tenemos por delante”.

Seguidamente agrega que “uno de los principales méritos de la ANCI a lo largo de sus 46 años de existencia, es haber creado un movimiento cultural verdaderamente fuerte. La práctica de una manifestación artística nos ha permitido alcanzar mayor inclusión en nuestra sociedad. Significativo es, por ejemplo, el desempeño literario de nuestros asociados, de manera particular en los géneros de poesía y cuento. En estas especialidades hemos sido ganadores de múltiples premios en eventos muy exigentes de alcance internacional, como el que celebra la Organización de Ciegos de España (ONCE), que otorga el premio en metálico Tifus.

“En este certamen participan personas ciegas de mucho talento. Y en su última edición resultó ganador un cubano, residente en La Habana, Pablo Torres. Aunque en ediciones anteriores se han alzado con el premio concursantes procedentes de otras provincias, como Santiago de Cuba.

“Asimismo consideramos relevante nuestra participación en las seis ediciones de un festival de música, específicamente de la canción, efectuado en Guatemala, que convoca a más de diez naciones”.

Un evento cultural de gran trascendencia organizado por la ANCI es el concurso nacional de música Frank Emilio Flynn, dedicado a la memoria de este prestigioso pianista cubano ciego. En él se dan cita solistas y agrupaciones seleccionadas previamente en cada provincia. “En sentido general, subraya Ramírez Vega, la ANCI tiene un trabajo cultural muy activo que no se limita solo a las presentaciones artísticas, sino que se extiende a la realización de talleres, conferencias, en fin, eventos teóricos, encaminados a una mayor preparación cultural de nuestros asociados”.

Loable resulta de la misma manera la incorporación de las personas con discapacidad visual al sistema de enseñanza establecido en Cuba. Y en este sentido la Vicepresidenta de la ANCI explica que “las escuelas para niños ciegos están dispersas por todo el país y en algunas provincias están unidas a otros centros estudiantiles dedicados a personas que presentan otras discapacidades.

“Igualmente, muchos de nuestros niños y jóvenes están incluidos en el sistema general de enseñanza y en estos casos cuentan con la supervisión de maestros de apoyo. Es nuestra aspiración, y para ello trabajamos, lograr la inclusión total de nuestros estudiantes a centros educativos ordinarios”.

Por su lado el especialista en Relaciones Públicas se refiere al prestigio alcanzado por la Asociación en el ámbito internacional, que le ha granjeado el derecho “de pertenecer a varias organizaciones de reconocimiento mundial, como la Unión Latinoamericana de Ciegos (ULAC). Nos honra el hecho de que dos asociados nuestros forman parte de la directiva de esta organización, encargada, entre otras cuestiones, del cumplimiento de las normas y derechos de los ciegos de la región”.

Una de las primeras tareas emprendidas por la Revolución y asumida especialmente por Fidel y Vilma Espín, fue lograr la incorporación total de la mujer cubana a nuestra sociedad. Las mujeres ciegas no constituyeron excepción. Corrobora esta afirmación Cabrera López, quien resalta que “la incorporación de nuestras féminas a las distintas acciones y actividades creció ostensiblemente a partir del triunfo de enero de 1959 y para ser más exactos después de la creación de la Federación de Mujeres Cubanas y de la ANCI. Este crecimiento se ha producido en todos los sectores, educación, en la cultura, en el deporte.

“Un porciento muy importante de nuestros dirigentes son mujeres. Es decir, hemos ido desarrollando un proceso paulatino, al tiempo que seguro, de empoderamiento de nuestras mujeres. Entre nuestros asociados figuran mujeres profesionales graduadas de nivel superior y de ellas no pocas ostentan la categoría de máster en su especialidad y se desempeñan en centros de trabajo ordinarios. Y ni que decir de las deportistas como nuestra Omara Durán, recordista mundial y olímpica”.

En otra parte de la entrevista conocimos que para la celebración de su aniversario 46, la Asociación Nacional de Ciegos tenía previsto un amplio plan de actividades. Por las condiciones epidemiológicas que vive actualmente el país a causa de la pandemia, la mayoría de ellas “tuvieron que ser pospuestas”, dijo el especialista de Relaciones Públicas. Y más adelante añade: “Tuvimos entonces que recurrir a las redes sociales y a través de ellas dar a conocer las actividades más representativas desarrolladas por nuestra Asociación durante sus más de cuatro décadas de vida. También por estas vías y con el apoyo de algunas emisoras de radio provinciales y nacionales, se realizaron entrevistas a fundadores de la ANCI y a asociados en general, cuya labor meritoria dentro de la Asociación merece ser conocida”.

Durante nuestra conversación con los tres directivos de la ANCI, se puso de manifiesto su total repudio al bloqueo y con una mezcla de soberbia y tristeza expresaron cuánto afecta esta política criminal y genocida impuesta por Estados Unidos, desde hace más de 60 años. Por los tres, dijo Julia Elia Gastón: “Es una realidad que el bloqueo nos afecta a todos por igual. Pero su existencia produce mayores estragos en personas vulnerables como nosotros. Hay dos medios básicos que para las personas ciegas resultan de vital importancia: los bastones y las máquinas braille. Ambos solo es posible adquirirlos comprándolos en el extranjero y por ello es notoria su escasez en el país.

“Desde hace ya algún tiempo solo hemos podido conseguirlos mediante distintas donaciones. Un gesto solidario y cargado de humanismo que agradeceremos siempre a países y a organizaciones hermanas. Agradecemos igualmente a nuestro Estado que a través del Ministerio de Industrias y el de la Salud, nos ha proporcionado, haciendo grandes esfuerzos, estos medios que aunque llamamos de apoyo, son relevantes en la cotidianidad de nuestras vidas”.

No quisimos concluir nuestra visita a la ANCI sin antes traer de vuelta aquella vieja imagen de los ciegos cubanos, cuya sobrevivencia dependía de la caridad pública o de las dádivas que recibían de algunas personas, organizaciones o instituciones, no pocas de ellas con marcados rasgos de generosidad aparente. Al abordar este tema hubo consenso en cuanto a los profundos cambios que se han producido entre las personas ciegas de ayer y las de hoy.

El primero en dar su opinión sobre este controvertido asunto fue Carlos Abel Ramírez, quien rememora que “mucho antes de la fundación de la ANCI, desde su propio triunfo, la Revolución en su política, en sus programas sociales, incluyó no solo a los ciegos, sino también a todas las personas discapacitadas. Para Fidel fue siempre una preocupación proteger y atender a los sectores más vulnerables de la sociedad cubana. Lógicamente, a partir de la creación de la ANCI, se hizo más acelerado ese proceso de inclusión, porque además de contar con el apoyo incondicional del Partido y el Gobierno, comenzamos a trabajar de manera más directa con cada uno de nuestros asociados.

“Díaz-Canel estuvo presente en nuestro Congreso, celebrado en diciembre de 2019, aplaudió nuestros logros; pero también nos llamó a trabajar incansablemente para dar solución a nuestros problemas, a nuestras deficiencias. Ahí está el apoyo gubernamental con el que ni siquiera podían soñar los ciegos de épocas anteriores”.

Mientras, Luis Cabrera enfatiza “en la necesidad de que toda nuestra sociedad vea en su justa medida las potencialidades que tenemos las personas ciegas. Que no vean en nosotros a aquellos cieguitos, como nos llamaban antes. Hay que reconocer que en sentido general nos sentimos actualmente menos marginados, mucho menos discriminados. Sin embargo, aún persisten algunos indicios de marginalidad por parte de determinadas personas. Hoy contamos con un número considerable de profesionales graduados de médicos, enfermeras, psicólogos, periodistas, abogados, ingenieros, o que desempeñan diversos oficios en distintos sectores de la economía. Hoy también tenemos graduados en la compleja y difícil carrera de Informática. Y hemos sido capaces, incluso, de cumplir misiones internacionalistas en pueblos hermanos como Venezuela, donde recientemente prestaron sus servicios dos asociados nuestros.

“Erradicar totalmente de nuestra sociedad esa antigua imagen de las personas ciegas, que logremos una inclusión cada vez mayor en nuestra sociedad, es uno de los principales retos que tenemos por delante”.

“Mucho antes de la fundación de la ANCI, desde su propio triunfo, la Revolución en su política, en sus programas sociales, incluyó no solo a los ciegos, sino también a todas las personas discapacitadas”.

Por último, la Vicepresidenta del Consejo Nacional de la ANCI puntualiza: “Puedo asegurar categóricamente que de aquella triste imagen no queda en Cuba el menor indicio. Esa imagen ha cambiado desde el propio concepto. Ya no decimos ciegos o cieguitos, que es un término que inspira lástima, compasión. Decimos personas ciegas o de baja visión respetadas en nuestra sociedad. Es este un término recogido así en nuestra Constitución. Ya los ciegos en Cuba somos másteres, periodistas, en fin, profesionales a la altura de cualquier persona que no posea ninguna discapacidad.

“Hemos estado y estamos presentes en todas las tareas de la Revolución y ello nos ha llevado a conquistar nuestro mayor logro: el reconocimiento de nuestro Partido y de nuestro Gobierno. Sabemos que todavía nos falta mucho camino por andar, muchas tareas que cumplir. Pero seguimos avanzando y lo que es mejor, dando pasos seguros.

“También estamos en todas las líneas de combate. Ahora, por ejemplo, durante la pandemia muchos de nuestros asociados están brindando su aporte en la llamada línea roja, apoyando a los médicos, o realizando cualquier otro servicio que sea necesario. Nos hemos ganado ese espacio y otros muchos en la sociedad cubana. Es muy cierto que todavía hay quienes nos miran como personas vulnerables, como impedidos. Pero jamás dejaremos de luchar hasta cambiar radicalmente esa imagen, hasta conseguir esa plena incorporación a la que tanto aspiramos y que le debemos a Fidel”.

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