Osdalgia Lesmes es una cumbanchera que nació en la barriada de Jesús María y lleva la cubanía en las venas.  Su voz recorre la guaracha, afros, fusiones caribeñas y encuentra su zona de confort en el feeling y en la música popular bailable. 

La cumbanchera, bajo el sello de la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales (Egrem), es el último disco de Osdalgia, que parte de la necesidad de esta intérprete de regresar a la música bailable después de las experiencias con La Culebra (1999), Mi armonía (2001) y Suenan los cueros (2005). “Luego de tanto tiempo sin hacer un disco de música popular bailable, tenía un repertorio escrito para defender en un fonograma de música popular. Los cubanos necesitamos alegría, bailar con buena música, texto y armonía”, refirió la artista en entrevista a La Jiribilla.  

El nuevo disco de Osdalgia Lesmes parte de la necesidad de esta intérprete de regresar a la música bailable. Foto: Tomada de la página de Facebook de la artista

La cumbancha es una expresión muy cubana —agregó Lesmes—; transmite júbilo y la medida de pueblo. Precisamente, es un álbum dedicado a la Mayor de las Antillas con 10 temas, cinco de su autoría y el resto de la antología cubana e internacional de los años 60, 70 y 80. 

“El tópico central de esta propuesta es la mujer y sus sentimientos. La mujer y su prestigio dentro de la tradición cultural de este país. Habla de una mujer contemporánea y su forma de ver la vida, de su empatía con el resto de las personas y del modo alegre y positivo con el que toma su lugar en la sociedad”, aseguró la directora de orquesta. 

Según Osdalgia, esta entrega se diferencia del resto de su discografía en la madurez vocal e interpretativa que ha alcanzado como artista y en el gusto estético que ha variado con la incorporación de nuevas sonoridades y formas de hacer su música. Además, este disco posee una conjunción entre la música tradicional y popular. “Tiene cosas del son, de la guaracha, de la liturgia afrocubana y la rumba, de la cumbia, del merengue y del jazz. A pesar de ser un disco cubano, defiende esa idea mía de que soy una caribeña latinoamericana”.

La producción musical vino de la mano de Emilio Vega, quien entendió que la idea desde el primer momento era hacer las orquestaciones dirigidas a un conjunto ampliado con la presencia de piano, drums, paila, bongoes, misceláneas, percusión menor, tambor batá, saxofones, trombón, flauta, violín y los coros. 

“Estoy trabajando con una artista sumamente conocida, con un carisma y forma de interpretar única, que sabe decir y expresar lo que siente. Es un disco muy cubano; plasma esa cubanía que Osdalgia transmite a la hora de interpretar. Cuando compone, va a la época que nos antecedió y eso distingue a esta propuesta musical”, dijo, por su parte, Vega. 

El repertorio fue elegido por la propia Osdalgia a partir de un estudio previo para ubicarse en qué estilo quería para La cumbanchera. “Analicé las orquestas más famosas de Cuba de los 60 a los 80 y luego seleccioné las canciones. Busqué en los temas que tenía compuestos y escribí otros para este álbum”. “La cumbanchera de Belén”, “Recójanse”, “Qué mala intención”, “Contradicción”, “Mal hombre”, “Pachito Eché”, “Mayeya”, “Consígueme eso”, “Yo bailo de todo” y “Oración y plegaria” integran la lista de canciones.   

“La energía que existe entre las personas es la que me da la fuerza y las ideas para escribir. La música cubana también me inspira, la estudio y luego le doy forma poética a mis canciones”.

Confluyen en el fonograma el son, la guaracha, el bolero vitrolero, la rumba, el guaguancó, la cumbia, el merengue, el jazz y un poco del afro litúrgico espiritual. “A la canción ‘La cumbanchera de Belén’ le hicimos un opening al estilo teatral de los años 50 y 60 con violines y chelos ejecutados por instrumentistas de la Orquesta Sinfónica Nacional de Cuba”. 

En los pianos, este CD cuenta con el talento de Roberto Carcassés y Emilio Morales; en el contrabajo y el cuatro, Lázaro Rivero, “el Fino”; en el baby bajo, Roberto Vázquez Ley, “el Chino”; en la guitarra eléctrica, Raúl “el Chino” Verdecia; en el drums, Juan Carlos Rojas; en el timbal, la percusión menor y misceláneas, Andrés Coayo; y en las congas, Adel González y Jorge Coayo. El solo de flauta en “Yo bailo de todo” corre a cargo de Orlando “Maraca” Valle.

El principal reto del disco fue el tiempo: más de un año tardó el proceso de grabación y posproducción. “Hay dos temas muy peculiares que nacieron de la improvisación de los músicos en el estudio: ‘Mayeya’, la rumba, y ‘Oración y plegaria’, la liturgia espiritual”.

Osdalgia Lesmes se inspira en sus experiencias personales, sentimentales y espirituales para componer sus canciones. Este CD es el útimo ejemplo. “La energía que existe entre las personas es la que me da la fuerza y las ideas para escribir. La música cubana también me inspira, la estudio y luego le doy forma poética a mis canciones”.

Osdalgia presentará La cumbanchera en Cubadisco 2023, y aunque aspira a una nominación, su principal propósito con el álbum es que el público lo baile, lo reproduzca y que le dé la oportunidad de escalar un peldaño artístico, desde otro color y forma; desde la cumbancha y la jovialidad que la caracterizan como cubana.