Durante el Panel Experiencias Pedagógicas en el Coloquio Internacional La Edad de Oro, su contexto y trascendencia, que desde el 15 de mayo acoge la capital cubana, el nivel de preparación en temas martianos que poseen los maestrantes fue la principal preocupación a debate del pasado jueves.

El evento reúne a renombrados académicos de este continente, estudiosos de la vida y la obra de José Martí, y pretende enaltecer los cuatro tomos de su revista La Edad de Oro y como a partir de las experiencias positivas de su análisis, favorecer el proceso docente educativo. Varios profesores intercambiaron experiencias sobre cómo lo llevan a cabo en sus centros escolares, principalmente de enseñanza primaria.

Niovis Lucía Espinal, profesora de educación prescolar en la Universidad de Oriente, se refirió específicamente a cómo se puede utilizar el personaje de Meñique, partiendo de las ideas que defiende en cada momento del cuento y de su inteligencia para resolver las dificultades. “Hay que narrar el cuento, presentar un sistema de preguntas, y buscar nuevas formas para contar con el empleo de juegos”.

Además, desde su experiencia, visitan con los estudiantes lugares históricos vinculados con la vida del Apóstol, realizan intervenciones comunitarias donde representan a los personajes de La Edad de Oro y conocen de este modo los valores que poseían los protagonistas de las historias del Héroe Nacional.

Martha Valada, de la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana, habló de su preocupación con el trabajo de los maestros con los niños, a partir de la poca preparación que poseen los educadores. “Muchos de ellos carecen de educación formal y del conocimiento de la obra de Martí”.

Al respecto, Catalina García, del Pedagógico Varona, en la capital, comentó que antes de tomar cualquier medida, hay que hacer habitual la práctica de cursos de superación de maestros primarios. “No podemos decir que hay desconocimiento, hay que hacer que el conocimiento se reproduzca”, alegó.

En respuesta, Magdalena Rodríguez, profesora jubilada, consideró que la formación martiana tiene que estar dentro del programa de las escuelas pedagógicas, y se puede motivar mediante el documento que rige la estrategia educativa. No obstante, aseguró que depende de cada dirección en los centros escolares.

Entre otros temas, se habló de la importancia de rescatar los valores en la juventud, la necesidad de aumentar las tiradas de La Edad de Oro, potenciar el uso de los Cuadernos Martianos, que se hable de la obra del Apóstol en todas las asignaturas y que creen una propia que hable de la ética martiana.

Los participantes en el coloquio se refirieron también a La Edad de Oro desde una perspectiva para la educación de género de niñas y niños; la orientación estética-axiológica de su lectura; la enseñanza de la historia; la comprensión de textos, y los valores humanos que refleja Martí en sus obras.

Otros trabajos a debate son: Apuntes sobre La Edad de Oro en las biografías de José Martí, del MSc. Noel Oliva Gómez (Universidad de Matanzas); Vindicación de Cuba y La Edad de Oro: recepciones insulares inmediatas, del Lic. Ricardo Luis Hernández Otero (Uneac); 130 años de ediciones de La Edad de Oro, de la Lic. Silvia María Alberti Cayro (Puerto Rico); Releer Introducción a La Edad de Oro de Roberto Fernández Retamar, de la Dra. María Elena Capó Ortega (Universidad Agraria de La Habana); La Edad de Oro: la inagotable lección del Maestro, de la Dra. Tania Rosa Ruiz González (CUJAE, Filial de Ciencias Técnicas de Diez de Octubre); y La Edad de Oro: diversidad e historia para un presente, de la Lic. Isabel Heredia Sánchez (Universidad de Oriente, Santiago de Cuba).