Una muestra para Nené es el título de la exposición personal de Raúl Martínez inaugurada en la Galería Villena durante la Fiesta del Libro Infantil en las Aulas Museo que una vez al año organiza la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana (OHCH). La propuesta incluye 20 ilustraciones realizadas por el reconocido artista especialmente para la ocasión, a partir de cinco textos incluidos en La Edad de Oro, a saber: “La muñeca negra”, “Bebé y el señor don Pomposo”, “El camarón encantado”, “Nené traviesa” y “Los zapaticos de rosa”.

Con delicadeza y sencillez, un dibujo preciso y una atractiva paleta apastelada, Raúl recrea gran parte de los personajes más conocidos y entrañables de La Edad de Oro.

Graduado como pintor de la Academia de Artes Plásticas de San Alejandro en 2003, Raúl cuenta entre los ilustradores para niños, adolescentes y jóvenes más significativos y prolíficos de nuestro país. Con una sostenida obra desarrollada durante más de dos décadas, actualmente colabora de forma sistemática con varias casas editoriales dentro y fuera de Cuba. Muchos lo identifican como ilustrador para niños, pero en realidad estamos ante un versátil dibujante, capaz de trabajar para públicos de todas las edades. Gestor de una poética que oscila del figurativismo más académico a un jocoso y colorido expresionismo, Raúl se ha encargado de iluminar grandes clásicos de la literatura cubana y universal tan significativos como Hans Christian Andersen, Dora Alonso y Nicolás Guillén, sin demeritar el trabajo de autores contemporáneos que acuden a él atraídos por su peculiar maniera de trabajar.

Graduado como pintor de la Academia de Artes Plásticas de San Alejandro en 2003, Raúl Martínez es uno de los ilustradores para niños, adolescentes y jóvenes más significativos y prolíficos de nuestro país.

En Una muestra para Nené nos encontramos a la avariciosa Masicas sentada sobre una montaña de monedas de oro, a la curiosa Nené tras arrancar las hojas del libro donde viera tantas maravillas; a Pilar, calzada con sus zapatos rosados, lista para disfrutar de una tarde en el balneario; a Piedad durmiendo con la muñeca negra, esa que prefiere por encima de cualquier otra y de la que no se separa; al sorprendido Loppi frente a la abundante pesca del día; a Bebé, sable en ristre, cabalgando un brioso corcel… Con delicadeza y sencillez, un dibujo preciso y una atractiva paleta apastelada, Raúl recrea gran parte de los personajes más conocidos y entrañables de La Edad de Oro, siempre nuevos, aunque Martí los concibiera hace más de 130 años, y aún con mucho por decir y enseñar a los niños cubanos de hoy.

Esta exposición es una magnífica oportunidad para entrar en contacto o revisitar cinco de las más conocidas historias recogidas en una de las obras cumbre de la literatura infantojuvenil latinoamericana.

La Fiesta del Libro Infantil, que este año se extiende desde el 1.º al 8 de abril, es organizada por la OHCH y la Oficina de Gestión Cultural de la Dirección de Patrimonio Cultural, con el apoyo de la Unicef, Euskal Fondoa-Asociación de Entidades Locales Vascas Cooperantes y dos emprendimientos locales: el restaurante El Pirata y la heladería Ambrosía. Como ya es costumbre, el programa de actividades incluyó el homenaje que a principios de abril efectúan la OHCH y la Sección de Literatura Infantojuvenil de la Uneac a Hans Christian Andersen con motivo de su aniversario, la lectura de la carta que un escritor cubano para niños, adolescentes y jóvenes dedica cada año al célebre escritor y poeta danés, autor de cuentos tan célebres como El patico feo y La sirenita (en esta ocasión la misiva fue redactada por Elena Beatriz Corujo, Premio El Barco de Vapor 2022); así como talleres, presentaciones de libros, puestas en escena y, por supuesto, la exposición de Raúl Martínez, propuesta y coordinada por la OCHC: magnífica oportunidad para que lectores de todas las edades entremos en contacto o revisitemos cinco de las más conocidas historias recogidas en una de las obras cumbre de la literatura infantojuvenil latinoamericana.

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