La Habana en el cine

Rubén Ricardo Infante
7/11/2019

La ciudad como motivo para el cine, como eterno escenario para la imagen fílmica. En su eclecticismo, La Habana es una de las urbes más atractivas para ser fijadas en el lente de cualquier fotógrafo. Ese deseo de aprehender los instantes en que la ciudad se vuelve telón de fondo, aparecen como presencia recurrente en un amplio número de filmes cubanos y de otros países.

Con motivo de la celebración por los cinco siglos de existencia de La Habana, la Cinemateca de Cuba ha organizado un ciclo que agrupa filmes de mucho valor testimonial para contar la historia de la ciudad. Ese ha sido el título de esta retrospectiva: La Habana y el cine: real y maravillosa, lo cual expresa desde su propia nomenclatura la intención de mostrar las dos facetas de esta ciudad también creativa.

Nuestro hombre en La Habana (1960) es resultado de la unión entre el escritor Graham Greene
y el director Carol Reed. Fotos: Internet

 

Desde su apertura el 6 de noviembre, el ciclo pretende mostrar obras consideradas clásicas hasta otras que con el tiempo han ido ocupando un espacio de preferencia entre espectadores y críticos. Hasta el día 14 se proyectarán estos materiales, que son antesala fílmica de la gran celebración por el 500, fecha en que otras imágenes serán grabadas para la posteridad.

La propuesta inicial no podría ser mejor: por un lado, Nuestro hombre en La Habana (Carol Reed, 1960) y por el otro, En un barrio viejo (Nicolás Guillén Landrián, 1963), junto al Noticiero Icaic Latinoamericano en su emisión 479.

Nuestro hombre… es resultado de la unión entre el escritor Graham Greene y el director Reed. El filme parte de una novela escrita por el reconocido autor acerca de un trabajador que por diversas razones debe convertirse en agente secreto. Mientras En un barrio viejo aparece la ciudad desde sus zonas más antiguas, en un retrato que toma a la urbe y la huella que el tiempo va dejando sobre sus casas.

Para este jueves las propuestas que ofrece el ciclo La Habana y el cine: real y maravillosa es El recurso del método (Miguel Littín, 1978) y el documental El parque (Fernando Villaverde, 1963).

El largometraje está basado en la novela homónima de Carpentier, quien se inspiró en cinco dictadores del continente (Gerardo Machado, Guzmán Blanco, Estrada Cabrera, Porfirio Díaz y Rafael Leónidas Trujillo) para la escritura de esta obra, catalogada como una de las más reconocidas dentro de la amplia producción literaria del autor.

Sobre esta novela, Carpentier afirmó: “Existen tipos de dictadores, está el caudillo campesino inculto, incapaz de escribir una letra, como Juan Vicente Gómez; el militar bruto, el jefe militar a la cabeza de sus tropas, pero el más interesante es el tirano ilustrado”.

La vida del Parque Central de la ciudad y cómo los personajes asumen la cotidianeidad del lugar es el pretexto para El parque. A este programa se añade la emisión 480 del Noticiero Icaic Latinoamericano.

Mientras que el viernes 8 de noviembre, la sala 23 y 12 del Vedado capitalino proyectará El señor presidente (Manuel Octavio Gómez, 1983); el documental en blanco y negro Morada al sol (Alejandro Saderman, 1963) y El sitio en que tan bien se está (Marisol Trujillo, 1978). Este documental fue concebido para conmemorar el 460 aniversario de la fundación de La Habana, y en él se unen las voces del poeta Eliseo Diego, el pintor René Portocarrero y el historiador Eusebio Leal, para hablar de la ciudad, desde ese espacio que hacen suyo en el desarrollo de sus respectivas carreras creativas, todo ello con la música concebida por Sergio Vitier.

 

Este sábado podremos ver Habla Carpentier… sobre La Habana (1912-1930) (Héctor Veitía, 1973), donde el escritor recorre la imagen de la ciudad a lo largo de estos años y las huellas que la misma deja en su memoria. Junto a esta propuesta se suma Habana Vieja (Oscar Valdés, 1982), considerado uno de los más hermosos tributos a su ciudad natal realizado por un cineasta. Con fotografía de Raúl Rodríguez y música de Leo Brouwer, historia, leyendas, estilos arquitectónicos y habitantes de la parte antigua de la ciudad, conocida como La Habana Vieja, son vistos desde el lente de este director de relevancia en la historia del cine cubano.

Para este domingo se reserva Tirano Banderas (José Luis García Sánchez, 1993), una coproducción entre España, México y Cuba. Es una recreación de la obra homónima del escritor español Ramón del Valle Inclán. También se presentará el breve documental Retrato de La Habana (Humberto Solás, 1998): una mirada a la capital de la Isla a través del ojo poético de otro enamorado de su ciudad natal, el creador de Lucía y de otros clásicos del cine cubano; con fotografía de Rafael Solís y música de José María Vitier.

La semana siguiente, en su programación correspondiente a las jornadas del miércoles 13, serán expuestas la clásica Suite Habana (Fernando Pérez, 2003) y Habaneceres (Luis Leonel León, 2003), una crónica de la capital a partir de las vivencias de tres figuras prominentes del ámbito cultural que la han registrado en sus obras: el cineasta Fernando Pérez, el escritor Leonardo Padura y el cantautor Carlos Varela. Esta obra mereció el Premio Especial del Jurado al documental en la II Muestra Joven Icaic.

 

Como cierre de este ciclo dedicado a mostrar la ciudad como escenario para el cine, se reserva Habana del Centro, ensueño de sombras (Lourdes Prieto, 2012), un documental que le rinde homenaje a la populosa barriada de Centro Habana, fruto de una exhaustiva investigación de su directora para observarla desde los ángulos más disímiles, con la complicidad del excelente fotógrafo Raúl Rodríguez.

Los cien años de la zona del Vedado es el pretexto para el documental que lleva el título Un siglo de El Vedado (Cristina Fernández y Carlos León, 2012), acercamiento a esta zona geográfica habanera con características muy propias en el contexto ecléctico de la capital.

A través de este ciclo podremos apreciar la ciudad desde sus repartos, sus lugares emblemáticos, pero sobre todo, su gente y su historia, aquellos que hacemos de la urbe un espacio más atractivo para el futuro.