¿Listas negras en Brasil?

Pedro de la Hoz
12/11/2018

La enconada fractura en el tejido social brasileño a raíz del proceso eleccionario que desembocó en la ascensión al poder del ultraderechista convicto y confeso Jair Bolsonaro se refleja en la arremetida de sectores que auparon al excapitán contra artistas e intelectuales que de manera transparente se pronunciaron contra su candidatura y votaron por el candidato del Partido de los Trabajadores, Fernando Haddad.

Caetano Veloso. Foto: Internet
 

En las redes sociales pululan los ataques: desde llamados a desmarcarse de los vínculos digitales con páginas de renombrados artistas hasta el pedido de prohibición de videos de cantantes famosos.

Particularmente uno de los mensajes emitidos eriza la piel por revivir viejos fantasmas que harían feliz al senador McCarthy, el de la cacería de brujas en los Estados Unidos de la Guerra Fría: “Lista de comunistas. Ellos fomentan un golpe comunista en el país. He aquí sus nombres: Alcione, André Singer, Beth Carvalho, Camila Pitanga, Carlinhos Brown, Daniela Mercury, Caetano Veloso, Chico Buarque, Milon Nascimento, Gilberto Gil…”. Hasta contar 76.

¿Qué se pretende con actos como este? ¿Acaso no contribuyen a exacerbar el odio y los extremismos? A usted o a mí nos puede gustar más uno u otro artista, ¿pero cómo calificar a un grupo que pidió votar, en la ruta hacia los recientemente proclamados MTV Europe Awards 2018, a favor de DJ Alok, simplemente porque los otros nominados, Anitta, Ludmilla, Pablo Vittar y Nego do Borel, “fueron contrarios a Bolsonaro”?

A otro grupo que reclama que no compren ni lean libros de autores ni siquiera de izquierda, simplemente liberales, un lector respondió con fina ironía en el diario Folha de Sao Paulo: “¿Desde cuándo los bolsonaristas leen libros?”.

Una usuaria de Twitter respondió con sensatez: “Me gustaría mucho ver a los electores de Bolsonaro enviando señales para que se tenga un gobierno positivo en lugar de gastar energías con quienes no votaron por él. Esas personas no tienen por qué inmiscuirse en la vida de otros”.

Todo no pasaría de ser una escaramuza pública, con tintes histéricos, si no fuera porque a los que vivieron los tiempos de la dictadura militar entre 1964 y 1985 les resulta imposible desterrar de su memoria los efectos de la censura.

En los archivos del diario O Estado de Sao Paulo se guarda una comunicación recibida el 15 de septiembre de 1972, dictada por las altas esferas del régimen, donde se decía: “Por orden del Señor Ministro de Justicia queda expresamente prohibida la publicación de noticias, comentarios, entrevistas o criterios de cualquier naturaleza sobre apertura política o democratización, amnistía a procesados o revisión parcial de sus procesos; críticas, comentarios o editoriales desfavorables a la situación económica y financiera, al problema sucesorio y sus implicaciones”.

En mayor o menor medida fueron censuradas entonces obras de los músicos Caetano Veloso, Chico Buarque, Milton Nascimento —caramba, los mismos señalados ahora por su oposición al nuevo jefe de Estado—, Elis Regina, Rita Lee, Taiguara, Toquinho, Geraldo Vandré, Gal Costa y Jorge Ben, por solo citar personalidades prominentes que le han dado lustre mundial a la música popular brasileña.

Como para alimentar la actual tormenta, un columnista bolsonarista a más no poder, Ricardo Feltrin, intentó esta misma semana dar un vuelco a los ataques contra los artistas cuestionados por su filiación petista, nada menos que acusándolos de no querer trabajar con los adictos al nuevo presidente. En un texto suyo de amplia circulación especula que eso está sucediendo en los pasillos y camerinos de la productora de telenovelas de Rede Globo. Según él, en la diana está la celebrada actriz Regina Duarte; pues nadie quiere trabajar con una estrella que dio su más decidido respaldo a Bolsonaro. En realidad fue ella la que criticó duramente a sus colegas. El humorista Gregorio Duvivier, ante los ataques de la actriz, se limitó a publicar una foto que vale por mil palabras: la de Regina, de visita en Cuba, sonriente junto a Fidel Castro. Y que se sepa, hasta ahora nadie ha pedido que no lo pongan en un set con la Duarte.

Con la mirada en alto, Caetano Veloso ha dado una respuesta original al estado de cosas que impera en su país tras las elecciones presidenciales. En su cuenta de Twitter escribió: “Atención. Todo ahora es peligroso. Pero todo es divino, maravilloso. Atención al refrán: hay que estar atentos y fuertes, no tenemos tiempo de temer la muerte”. Simultáneamente posicionó en la plataforma digital Spotify, de difusión musical, una lista que tituló Política, con canciones que deben ser referentes en el blindaje espiritual contra la ultraderecha que viene. Son cantadas por él mismo y colegas como Gal Costa, Carlinhos Brown, Gilberto Gil y, por supuesto, Chico.