Celebrar los 70 años de vida de un trovador constituye un elemental acto de cortesía por parte de sus seguidores, pero a la vez, este se puede convertir en un acontecimiento al desbordar el universo de todo un historial de entrega al prójimo desde la sensible matriz de sus canciones. A través de su trayectoria, Vicente Feliú ha asumido como pocos el compromiso de lo que significa enaltecer la integridad de los principios morales de la Revolución cubana desde los primeros años. En tal sentido, para el legendario trovador la guitarra es su espada, esa que le reclama ser abrazada fuertemente en medio del fragor de sus versos en combate. Con solo asistir al nacimiento de “Créeme”, nos ha convencido del embrujo poético que cualifica el alma del creador a partir del optimismo y el coraje cimentado en defensa de los suyos.

“Para el legendario trovador la guitarra es su espada, esa que le reclama ser abrazada fuertemente en medio del fragor de sus versos en combate”. Foto: Tomada de acordesweb.com

El DVD Vicente Feliú canta sus 70 [1] recoge las incidencias ocurridas en un precioso concierto de homenaje, donde sucesivas oleadas de emociones provienen del empeño aunado de prestigiosos músicos, devenidos cómplices de la más profunda hermandad espiritual. Basta deleitarnos en la apertura con la versión instrumental de “Créeme” —imaginada en el lenguaje de una hermosa fábula por la magia de la flautista Niurka González, con el formidable arreglo del pianista Jorge Aragón, además de la orquesta Solistas de La Habana, dirigida por Iván Valiente— para saber a qué nivel de magnificencia artística estaremos expuestos durante la hora y media del material. Por su parte, Vicente aboga por la satisfacción de hacernos compartir el estamento ético de un juglar de sentir profundo, marcado por la convicción y la voluntad de cantar necesarias verdades. Tal es el caso de “Legado”, solemne obra donde reconoce que la especie humana se resiste a aceptar el amor como el sendero infalible para iluminar una paz duradera. Pero para perseverar en el ideal de la paz debe de haberse alcanzado previamente la libertad, esa por la que han luchado generaciones de cubanos y de las cuales se siente legítimo heredero en “Qué haría yo”. Otro de los invitados por el homenajeado es el jovial Pepe Ordaz, quien por el dominio del tres y su proverbial voz segunda resalta la mejor opción de Vicente para regodearse con “Cuanto de sed sufrí” en el exquisito entorno sonoro de la trova tradicional. El esmerado talento de un guitarrista del rango de Alejandro Valdés en “Que me cuenten” nos demuestra que dos guitarras bien acopladas bastan y sobran para convocar una cautivadora orquestación.

“Un juglar de sentir profundo, marcado por la convicción y la voluntad de cantar necesarias verdades”.

Una de las más hermosas canciones dedicadas al tema del amor de la pareja en el patrimonio musical cubano lo es sin lugar a dudas la pieza “De otra manera”. Se trata de la desgarradora confesión de una relación que ha transformado su razón de ser en un modo diferente de manifestar el amor, donde el trovador le otorga la hondura dramática que requiere la obra, pero con un detalle adicional que acrecienta todavía más su acertada selección para el concierto. La participación del maestro Frank Fernández al piano rememora aquel fascinante arreglo que hiciera para el primer disco de Vicente en 1979, pero en esta ocasión se hace acompañar de la chelista Alina Neira.

Para que todo continúe en esta línea estructurada por los fundamentos de añejados valores para trovar, la presencia de Silvio Rodríguez era esperada, pero por la canción que interpreta, sorprende. El título de “No es fácil” pareciera una composición de Silvio dedicada a su hermano cantor, aunque obviamente estamos ante un cuestionador tema de Vicente escrito en el ya lejano año de 1968, exposición que ratifica la similitud de estilos debido a la identificación de ambos con la absoluta verticalidad de sus planteamientos.

A propósito de certezas inamovibles por la fe en los criterios humanistas de nuestros artistas, resulta sumamente conmovedor compartir el recuerdo de Noel al contemplar la entrega a Vicente del Premio Noel Nicola [2] de las manos de Silvio; momento que simboliza la magnitud de un avalado movimiento cultural cuyo enramado ético adquiere plena vigencia cuando es asumido por este querido trovador. Entonces, valga la emotiva versión de “Créeme” a cargo de Vicente y su hija Aurora como cierre del concierto; un testimonio de la mayor pureza de vivir en los tiempos difíciles, pero hermosos, de la Cuba de hoy.


Notas:
[1] Propuesta del sello Colibrí que recoge las incidencias del concierto homenaje a Vicente Feliú en la capitalina Casa Hispanoamericana de Cultura, precisamente el 11 de noviembre de 2017, día de su cumpleaños.
[2] Premio creado por el proyecto Canto de Todos, el Instituto Cubano de la Música y el Festival Barnasants como homenaje a aquellos trovadores en activo cuya obra ha dejado huellas en los pueblos iberoamericanos.

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