Más aciertos que desaciertos en Feria Internacional del Libro

Israel Hernández Álvarez
4/4/2019

Con la máxima de que leer es crecer se viene desarrollando en Cuba, desde el pasado 7 de febrero, la XXVIII Feria Internacional del Libro, correspondiente al presente año, la que deberá concluir el próximo 14 de abril en Santiago de Cuba, según programa concebido para la ocasión.

Desde su apertura en La Habana ha recorrido ya varias provincias y, de acuerdo con valoraciones de entendidos en la materia y del pueblo en general, han sido más los aciertos que los desaciertos en esta cita cultural, la más importante del país, no solo por la participación popular sino, además, por el vasto programa artístico y literario que se despliega al calor de ella.

Casa de las Américas presento el texto Hilando y deshilando la resistencia, Premio Casa en el 2018, de la escritora
Yanetsy Pino (derecha), de Sancti Spíritus. Fotos: Oscar Alfonso Sosa

 

En Sancti Spíritus, que llevó a cabo la festividad en los últimos cinco días del pasado mes, reinó el criterio de que esta fiesta de las letras aglutinó a muchas manifestaciones de la cultura, y por ende, movilizó a miles de espirituanos interesados en ellas, lo cual constituyó el principal logro de la celebración.

Aunque primó el elogio sobre la crítica, siempre oportuna y aleccionadora para enmendar futuras festividades de esa índole, las opiniones estuvieron divididas, pero todas centradas en el objetivo de perfeccionar esta fiesta que tiene connotación internacional porque promueve obras literarias nacionales y foráneas.

Varios lectores agradecieron el haber dedicado el encuentro al escritor cubano Eduardo Heras León, Premio Nacional de Literatura (2014) y de Edición (2001), además de tener como país invitado de honor a la República Argelina Democrática y Popular, con el cual Cuba tiene históricos nexos y amplias relaciones bilaterales.

Para el escritor Antonio Rodríguez Salvador, la feria tuvo un salto de calidad, tanto en el ámbito comercial como editorial, porque se concibió muy bien la distribución de los lugares de venta y los libreros se prepararon, aunque el libro, más que un producto comercial, es un producto cultural, acentuó.

También hubo, agregó Rodríguez Salvador, un mayor acercamiento de los escritores nacionales a Sancti Spíritus y en la concepción y diseño de la cita participó la vanguardia artística. Igualmente el narrador, ensayista y poeta espirituano destacó lo atrayentes que resultaron las mesas redondas, en las que se abordaron diferentes temas de interés para los asistentes.

La Feria presentó opciones para todas las edades.
 

Rodríguez Salvador recomendó, para encuentros venideros de esta naturaleza, concentrar en ellas la atención de todos los sectores sociales, y en tal sentido ejemplificó: Junto con la feria se estaba desarrollando un festival deportivo en la Universidad de Sancti Spíritus José Martí, y ello, lógicamente, conspira contra la
participación en un suceso cultural como este, que es el más importante del territorio en el momento en que se lleva a cabo.

Rigoberto Rodríguez Entenza, también escritor, resaltó la profundidad de los intercambios teóricos y la concepción de los espacios colaterales dedicados a otras manifestaciones artísticas; pero lamentó que no hubiera más presencia de obras de literatos del territorio, quienes constituyen un potencial de consideración.

Ciro Brito, profesor jubilado de Matemática, expresó que hubo ambiente de pueblo, aunque no se sintió satisfecho con la oferta literaria, por cuanto no pudo satisfacer sus expectativas dada la falta de obras en temas que considera pudieran enriquecer el acervo cultural de los lectores.

Escrito desde el banquillo, el diario de René fue uno de los textos novedosos en la Feria.
 

Una de las motivaciones que despertó gran interés en la feria fue la premiación del Concurso Internacional Cartas de Amor, iniciativa que se inserta en el proyecto cultural alternativo Escribanía Dollz, creado en 1994 por la escritora espirituana Liudmila Quincoses Clavelo. En esta oportunidad se recibieron en el certamen más de 4 130 misivas de varias partes del mundo.

En resumen, la Feria del Libro pudiera evaluarse como un punto de encuentro, con autores de prestigio, quienes se esmeran para satisfacer las expectativas de diferentes públicos, que tuvieron la oportunidad de disfrutar del programa de presentaciones de títulos, talleres, conferencias y mesas redondas, junto a una variada programación cultural y artística. (ACN)