Choy y León: un binomio excepcional

Dayma Crespo Zaporta
24/9/2018

Isabel Rigol encontró las palabras precisas, Choy y León son un binomio excepcional, en el cual el ingenio, la adaptabilidad al contexto y la racionalización de espacios van de la mano. Es así que el pasado 19 de septiembre, a las 4:00 p.m., en la Sala Manuel Galich, de Casa de las Américas, tuvo lugar la presentación del libro Choy-León. Obras y proyectos. Works & Projects. Bajo la tutela editorial de Aurelia Ediciones.[1]

 
Durante la presentación del libro en la Sala Manuel Galich, de Casa de las Américas. Foto: La ventana
 

El libro no solo es un acercamiento minucioso a la obra de este dúo de creación arquitectónica, sino que constituye la primera monografía impresa de estos referentes indispensables del arte nacional. José Antonio Choy y Julia León han estado marcando pautas significativas en la Isla desde hace más de cincuenta años. En su natal Santiago de Cuba bastaría citar obras de la talla del Hotel Meliá Santiago de Cuba y la Terminal de Ferrocarriles. Asimismo, en La Habana, cuentan con obras magnificentes visualmente como el Centro Comercial La Puntilla. Otros proyectos novedosos e impactantes para el urbanismo capitalino son el Centro de Estudios Che Guevara y la propuesta de nueva Biblioteca para la Casa de las Américas.

Aurelia Ediciones ha jugado un papel definitorio en la concreción de este libro, sin duda alguna, un sueño hecho realidad. El prólogo, en la voz de Nelson Herrera Ysla, hace honor a dichos creadores en la medida en que analiza la trayectoria del equipo, agradece su existencia para la mantención de principios previamente creados y para la respuesta funcional a necesidades contemporáneas. Al decir del propio autor:

Choy-León ha logrado ubicarse en un lugar prominente de la historia de la arquitectura y la cultura cubanas, reconociéndose herederos de una actitud intelectual forjada en la primera mitad del siglo xx, cuando un notable grupo de creadores definieron elementos claves para el desarrollo de un lenguaje nacional en el complejo universo de las formas y los espacios.

Su obra trasciende la pura creación para comprender la vocación pedagógica, en tanto han sido cuna y escuela de jóvenes del mundo del diseño, la arquitectura y las artes aplicadas en general. Choy-León ha desarrollado a lo largo de su trayectoria soluciones formales en correspondencia con nuestro clima y condiciones económicas. Viven con los pies en la tierra y, en función de su realidad, proyectan su trabajo.

Tanto es así que son considerados especialistas en conjugar el pasado y el presente, ya sea en la misma obra arquitectónica o en la inserción de obras modernas en entramados urbanos de larga data. Véase en este sentido la ampliación y remodelación del Banco Financiero Internacional de La Habana; así como la ampliación del Hotel Parque Central Torre.

La visualidad creada por este equipo ha recorrido el país, y sus ideas han creado escuela, en tanto han dedicado gran empeño a la formación de generaciones sucesoras de su obra. Han hecho realidad en Cuba la existencia de la arquitectura de autor, de carácter exclusivo y portadora de una identidad cultural insular. Pues sí, ellos agradecen la concreción de este sueño anhelado y Cuba agradece su talento infinito y consagrado al embellecimiento del caimán.

“Estamos, pues, ante un libro de arquitectura, de creación estética múltiple, de colaboración nacida gracias a la confluencia de condiciones espirituales y materiales disímiles e intercambios generosos como parte de una cultura tan abierta, híbrida y mestiza como la cultura cubana, en constante expansión sobre el espacio físico y poético del hombre que la habita”.[2]

Notas

[1] Editores: Claudia Acevedo y Carlos T. Cairo. / Diseñador: Osmany Lorenzo.
[2] Palabras finales del prólogo del libro, de la autoría de Nelson Herrera Ysla.