Fiesta de pueblo en Remedios

Ángel Freddy Pérez Cabrera
8/1/2017

¿El Carmen o San Salvador? Esa es la interrogante que se harán los remedianos este sábado, cuando tendrán lugar sus famosas parrandas, momento en que los dos barrios se enfrentan en una batalla campal que tiene como principal ganador a la centenaria villa y a las miles de personas que cada año acuden a una de las festividades más famosas de Cuba.

foto de Las Parrandas de Remedios
Las Parrandas de Remedios son la punta de lanza de una tradición que se extiende a todo el centro-norte
de la Isla, conjunto que se reconoce como patrimonio cultural de la nación. Foto: Ismael Francisco

La tradicional fiesta surgió en el siglo XIX, cuando el padre Francisco de Quiñones, que oficiaba en la Iglesia de la octava localidad fundada por los españoles en la Isla, ideó, ante la ausencia de feligreses a la llamada Misa del Gallo, que los muchachos del pueblo despertaran con pitos, fotutos y latas a los vecinos, obligándolos a acudir a la ceremonia religiosa.

Casi dos siglos después, el hecho cultural sigue ahí, cuidado y bendecido por su gente, que se resiste a perder una tradición que es considerada con justeza como Patrimonio Cultural de la Nación.

En los días previos a la celebración, tradicionalmente efectuada el 24 de diciembre, la población participó de manera masiva en la organización de las carrozas, los trabajos de plaza y el montaje de los fuegos artificiales, con el sano propósito de ver emerger como triunfador a su barrio.

Según explica Francisco Reinaldo Gutiérrez, al frente de San Salvador, durante las parrandas se «desafían» como contendientes su barrio, en el que predomina el color rojiazul y el gallo como símbolo y El Carmen, que utiliza principalmente el carmelita y es representado por un globo.

Añade que ese día, a las cinco de la mañana se realiza una diana, a cuya señal salen las congas de cada bando, produciéndose un fuego pequeño. Luego, en horas de la tarde, a partir de las 4:00 p.m. y hasta las 5:00 p.m. se intensifica el tiro de voladores morteros y palenques, turnándose cada barrio de manera respetuosa cada una hora.

Más tarde a las 9:00 p.m. se encienden los trabajos de plaza, para que el pueblo los disfrute, luego a las 10:00 p.m. se reinician los fuegos artificiales, explica Paquito, quien precisa que al concluir ese momento es cuando salen las carrozas, tras lo cual se vuelve a llenar el cielo de fuegos.

Sobre la manera de conocer al ganador explica que «a las seis de la mañana se hará la tradicional conga y para donde vayan las personas, ese será el vencedor, momento en que un fanático de esa jurisdicción subirá a la cúspide del trabajo de plaza e izará la bandera del barrio en señal de victoria, aunque al final todos saben que quien gana es el pueblo», aseveró.