Te doy una isla y luego otra canción

Diana Ferreiro
31/10/2016

La música, como era de esperar, ha sido una de las principales protagonistas en las celebraciones por el 30 aniversario de la Asociación Hermanos Saíz. Cantautores de todo el país regalan por estos días sus canciones a una organización que abrió puertas a la creación joven y que ha asistido a la formación de artistas ya imprescindibles en la Isla.

Dos conciertos recientes, el primero del dúo matancero Lien y Rey, y el segundo del trovador cienfueguero Nelson Valdés, inundaron de buena música el teatro del Museo Nacional de Bellas Artes y el Teatro Martí, respectivamente, con hermosísimos homenajes desde las voces y las cuerdas. Ambos, además, fueron conciertos de presentación de nuevas producciones discográficas.

Isla, de Lien y Rey, llegó a Bellas Artes con 13 temas que son, si se quiere, la sinopsis de 20 años del dúo entre canciones y acordes. Con un —como de costumbre— fino acople de las voces, Lien y Rey regalaron a los asistentes un hermoso concierto (como el álbum) donde cantaron tanto al amor, desde todas sus aristas, que podía uno evocar allí viejas historias personales y nostalgias y melancolías. “Cuánto”, “Lamento”, “Ojos amarillos” o “Filantropía” fueron perfectos para ello.

Y luego está “Isla”, un tema que trae de vuelta viejos cuestionamientos y nuevos miedos y preguntas sobre sociedad, país y futuro, que sitúan entonces al disco en un “aquí” y “ahora” perfectos. Lo demás fue el alma, que se escapaba de las gargantas y recorría la platea y luego volaba hasta Matanzas. Lo peor fueron las ganas de seguir hipnotizados con aquellas melodías que no tenemos casi nunca a mano y que no dejaremos de buscar en mucho tiempo.

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Minutos antes de comenzar el concierto, el teatro es un caos de reencuentros, presentaciones y personas buscando sus asientos. Un hervidero de expectativas y ansiedad. Las luces, que comienzan a menguar, delatan el comienzo y desde detrás del telón se escuchan ya las primeras notas. El homenaje del trovador Nelson Valdés a la Asociación Hermanos Saíz hechiza al Teatro Martí con el tema que da título a su más reciente producción discográfica: Te doy otra canción.

El álbum, nacido bajo el sello discográfico Bis Music y dedicado a los 30 años de la AHS, contiene además 14 canciones de importantes cantautores cubanos como Noel Nicola (“Te perdono”), Silvio Rodríguez (“Te doy una canción”), Gerardo Alfonso (“Íbamos al mar”), Santiago Feliú (“Bolero”), Ariel Barreiros (“Un hombre”), Carlos Varela (“Los días no volverán”) o Rolando Berrío (“Caridad”).

Canciones que se le han ido metiendo en la piel a Nelson Valdés a fuerza de escucharlas, sentirlas y admirar a sus autores. Canciones que forman un disco en el que están también, de alguna manera, muchas otras canciones y muchísimos más trovadores. Una oda a la nueva y la novísima trova de la Isla, que estuvo presente toda en aquel escenario mientras Nelson interpretaba y pedía aplausos para los culpables de tan hermosos temas. Y para la banda, que merecía sin dudas todas las palmas del mundo: Oliver Valdés en la batería, Yaroldy Abreu en la percusión, Jorge Aragón al piano, Raúl Verdecia en la guitarra, Lázaro Rivero en el bajo, y Emilio Vega en los teclados, entre otros invitados. No son necesarios más comentarios.

Un reto mayúsculo para el trovador cienfueguero debe haber supuesto este disco, donde solo cabían escasas canciones que debió escoger cuidadosamente, basado únicamente en su criterio personal. Aun así, imagino que el verdadero desafío haya sido lidiar con las que quedaron fuera, que pudieran convertirse ahora en demonios que le persigan hasta conseguir cupo en un posible próximo disco.

Dos homenajes de entre tantos a la AHS, que, por demás, los ha visto crecer, ha sido testigo de sus cantos y lo seguirá siendo. No hay dudas de ello.