Una “Despedida” especial alumbra hasta marzo La Jiribilla

Mario Muñoz Lozano
31/1/2017

Hacía bastante tiempo ya que no veía tanto público reunido en la “Casa Amarilla”, como muchos le llaman al vetusto inmueble que acoge la sede de la revista cultural cubana La Jiribilla, ubicada en la intersección de las calles 5ta y D, en el Vedado capitalino. Me alegró mucho encontrarme allí, este 26 de enero, con tanta gente diversa en edades, intereses y profesiones, que respondieron a la convocatoria hecha por la apertura de la exposición fotográfica Despedida, de Daniela Muñoz Barroso y Jorge Ricardo Ramírez Fuentes, estudiantes de la Facultad Arte de los Medios de Comunicación Audiovisuales (FAMCA), de la Universidad de las Artes.


Fotos: Kike

Creo que más allá de la asistencia de las amistades, “el milagro” de tanta concurrencia también estuvo relacionado con el tema de la muestra, las imágenes captadas por la mirada de estos jóvenes —Daniela (22 años) y Jorge (26)— sobre la despedida que cubanas y cubanos en todo el país le tributaron al Comandante Fidel Castro, durante aquellos tristes días de finales de noviembre y los primeros de diciembre de 2016. También pienso que fue la manera de premiar su esfuerzo, ya que en medio de la tristeza y la incertidumbre fueron capaces de desenfundar sus cámaras fotográficas para retratar el dolor de ese pueblo que salió a las calles para despedir a su líder por más de cinco décadas.

Son apenas 24 imágenes las expuestas. Daniela y Jorge debieron seleccionar entre decenas de fotos que hicieron a lo largo de aquellos días, primero en el  homenaje de un grupo de jóvenes en el Malecón habanero, luego en la manifestación espontánea de un gran número de estudiantes en la escalinata de la Universidad de La Habana, días después en la despedida pública en la Plaza de la Revolución José Martí y, posteriormente, en Santiago de Cuba, destino final de los restos mortales de Fidel.

En la inauguración de la muestra, Fernando León Jacomino, director de La Jiribilla, recordó que fueron dos las causas que lo motivaron a invitar a estos jóvenes a exponer sus fotos: por un lado que fueron hechas entre la gente, en un diálogo directo con ese pueblo; y por otro el hecho de que en medio de aquellos días difíciles, Daniela y Jorge, evadiendo lo más diversos obstáculos, partieron hacia Santiago de Cuba por sus propios medios, para contar/mostrar la historia a su manera, desde una perspectiva muy personal.

En nombre de los expositores, Jorge recordó que la muerte de Fidel a “nosotros nos impulsó a tomar nuestras cámaras y partir a hacer un largo viaje que supuestamente terminaba en Santiago de Cuba aquel 4 de diciembre, pero para mí no terminó ahí sino que está empezando, porque la muerte de Fidel significó una toma de conciencia para seguir echando a andar el proyecto revolucionario que es tan necesario aquí”.

Me cuenta una de las organizadoras de la exposición, que se imprimieron 200 catálogos y todos se entregaron en la apertura. La Casa Amarilla se repletó de gente que quería ver las fotos, una manera también, quizás, de volver sobre sus propios recuerdos de aquellos días, de encontrarse reflejada en estas imágenes.

Fue esta una tarde especial en la sede de La Jiribilla. Antonio Guerrero, uno de los Cinco Héroes cubanos, leyó su poema “Fidel”, y contó cómo conoció de la exposición y cuánto le impactaron las fotos.  Para finalizar, a la guitarra se unieron los trovadores Angelito Quintero, Marta Campos, Silvio Alejandro Rodríguez y Roly Berrío, que cantaron a la Patria, al amor y a la esperanza. Esperamos que tardes como estas se repitan.