Vidas de grupo y realidades teatrales

Thais Gárciga
18/1/2017

Historias de vida, grupos, teatro y realidades afines son los temas que guían las conversaciones e intercambios en los Espacios de Pensamiento del festival Magdalena sin Fronteras, que hasta el 20 de enero celebra su quinta edición en la ciudad de Santa Clara.

La española Esther Jérez es una de las dos integrantes de Teatro Márgenes. Arribó al centro de la Isla para compartir sus experiencias con el resto de las Magdalenas y conocer a algunas de las Maestras que imparten los talleres de esta cita. “Somos un grupo jovencísimo que llegamos aquí con nuestro primer montaje, La intimidad de Yerma, del año 2014. En el grupo somos básicamente dos: Alessandra Nicoloso y yo. Nos conocimos en un taller en Sevilla y luego de seis meses trabajando juntos, algunos de los talleristas decidimos que queríamos seguir colaborando y formar un pequeño grupo. Entonces nos trasladamos a Málaga para entrenarnos y armar nuestra primera pieza con las herramientas e ideas que ya teníamos del taller.


Foto: Internet

“Los entrenamientos se fueron alargando, no contábamos con suficiente material para llevar adelante el montaje y finalmente quedamos tres chicas. A partir de ahí, trabajamos con lo que ya teníamos y buscamos temas que las tres tuviéramos en común. Así fue como llegamos a Federico García Lorca y Yerma. Nos sorprendió que con muy pocos conocimientos pudiéramos dar vida a este primer proyecto, que tuvo diversas presentaciones.

“Durante este tiempo se fueron dos integrantes y eso nos golpeó mucho, porque además estábamos en medio del montaje de la segunda puesta. Por esa razón decidimos mantener el grupo nosotras dos, el resto entra y sale según los diferentes proyectos. Estamos dispuestas a enamorarnos de cada actriz o actor que se acerque, pero por ahora mantenemos este status”.  

Su colega a este lado del Atlántico, la actriz Daniele Santana, lleva 12 años en la agrupación Contadores de Mentiras, que se localiza en la ciudad de Suzano, Sao Paulo, desde hace 21 años. Uno de los mayores desvelos de Contadores es el sostenimiento del grupo. “El Estado cuenta con 3 000 mil grupos de teatro, y en la ciudad donde radicamos solamente existen dos, contándonos a nosotros. Los fondos públicos son muy disputados, tenemos cerca de seis convocatorias al año para aplicar a concursos. Alquilamos un espacio para los espectáculos, que nos cuesta aproximadamente 1 500 dólares.

“Nuestro grupo en Suzano es una isla de sueños, formación y pensamiento. Organizamos festivales y espacios de formación de actores, además de ser un conjunto militante: participamos en foros de cultura, y luchamos también por los derechos cívicos y porque los artistas que van a la capital a estudiar vuelvan a sus pueblos y ciudades natales. El teatro fuera de la capital es muy diferente al que hacen los grupos allí.

“En 2016 llegaron a nuestra sede 276 artistas para ofrecer funciones e impartir talleres. Trabajamos de conjunto con las escuelas y, como resultado, tuvimos encuentros con 4 000 niños, mientras que en nuestro espacio recibimos a 6 000 personas”.

Daniele agradeció la existencia de eventos como este, que muestran y ponen en discusión el trabajo de colegas mujeres que en muchos países son discriminadas e invisibilizadas. “Son un alimento para nosotras porque una regresa a casa con ganas de seguir planeando proyectos”, concluyó la actriz.  

El festival, que comenzó el pasado martes con funciones de colectivos cubanos en su mayoría, continúa esta semana con los montajes En su lugar una canción (EE.UU.), Don Quijote, historias andantes (México), y 7 canciones del refugiado (Noruega). De igual modo, prosiguen las presentaciones de los trabajos en proceso y los resultados de los talleres realizados en días precedentes: Rito de Partida, demostración de la brasileña Daniele Santana; Resiliencias, de la puertorriqueña Margarita Espada y la estadounidense Joan Wosniak; y El libro del Espacio, dirigido por la británica Jill Greenhalgh, con la participación de la belga Sukon Fuks y la también británica Meg Ella Brookes.