Nuevas poéticas del lenguaje titiritero en tiempos de emergencia

Un sueño largamente acariciado, porque tuvo que ser pospuesto debido a la llegada de la pandemia de la Covid-19, acaba de hacerse realidad en la ciudad de Matanzas: la urbe de grandes poetas, puentes, grupos titiriteros emblemáticos, la Unidad Docente Carucha Camejo, salas teatrales y hasta un festival dedicado al arte de las figuras animadas.

Con la entrega, por vez primera, de los Premios Fistitim 2022, en las categorías de diseño escénico, banda sonora, texto, puesta en escena, actuación masculina y femenina a obras y artistas que se destacan por el rescate de valores culturales y la identidad latinoamericana y caribeña concluyó el 14 Festitaller Internacional de Títeres de Matanzas.

Como verdadero regalo visual puede catalogarse la pieza Don Quijote, historias andantes del grupo mexicano La Rendija/Silkateatro Andante, dirigida por Raquel Araujo, galardonada como la mejor puesta en escena del Festitaller.

En la obra, la actriz Silvia Káter, premiada en las categorías de mejor texto y actuación femenina, nos acerca, con gran simpatía, a la historia del Ingenioso Hidalgo Don Quijote de La Mancha, a través de una puesta sencilla e intimista, en un espectáculo de mesa donde la actriz les da vida a viandas, frutas, calderos y hasta juguetes.

Como parte del montaje se muestran estructuras planas de cartón, con el dibujo del cuerpo de los personajes y una oquedad en la cabeza (Photocall o fotocol) donde la actriz asomaba su rostro caracterizado como El Quijote, algo que nos remite a los juegos infantiles y a las fotos que se pueden tomar en parques de diversiones.

Don Quijote, historias andantes es una obra amable, definida como un juego con voces, objetos y múltiples miradas, que nos deja un grato sabor y nos hace reflexionar sobre la necesidad de romper formalismos, ataduras y no dejarnos vencer por los molinos de viento que se cruzan en nuestras vidas.

“Como verdadero regalo visual puede catalogarse la pieza Don Quijote, historias andantes (…), galardonada como la mejor puesta en escena del Festitaller”.

Algunas de las puestas responden a la desdramatización escénica y rompen con el canon aristotélico. En estas propuestas las cadenas de los acontecimientos no mueven a una participación emotiva del espectador y se rompe la unidad de tiempo y espacio. Allí podemos incluir a Federico, Granada y Primavera, del grupo Teatro Tinglado, y Manuscrito 512, de Badulake Teatro, ambos de México.

La primera obra tiene como protagonista a Pablo Cueto, que proviene de una familia de tradición titiritera porque es hijo de Mireya Cueto y nieto de Lola Cueto quienes formaron parte de la época de oro del Teatro Guiñol azteca.

Federico, Granada y Primavera, tiene como premisa la pregunta ¿Por qué se asesina a un poeta? El actor sigue la ruta de Federico García Lorca desde España, pasando por los Estados, Unidos, Cuba, Argentina y Uruguay.

En Matanzas la puesta se pudo ver en dos versiones: una donde el titiritero se acompaña del Ensemble Sinfónico de La Habana, bajo la dirección de Claudia Rodríguez, y en otra del guitarrista y compositor flamenco Gabriel Elizondo quien interpreta una versión del Sensemayá de Silvestre Revuelta.

Por su parte, la actriz Ainé Martelli recrea una leyenda mexicana en Manuscrito 512, una piezadonde prima el teatro en miniatura, como resultado de una praxis que se ha ido imponiendo en tiempos de crisis y pandemia.

Al decir de Rubén Darío Salazar, Premio Nacional de Teatro y regidor artístico del Festitaller, el lenguaje titiritero se ha ampliado, atomizado y dinamizado de manera descomunal. Ya no se ve solo como un arte menor para el público infantil. Los titiriteros se valen de botellas, proyecciones, títeres diminutos, máscaras, pelotas, objetos, cajas y otros elementos geométricos.

“Al decir de Rubén Darío Salazar (…) el lenguaje titiritero se ha ampliado, atomizado y dinamizado de manera descomunal”.

En esa línea del teatro emergente se insertaron los talleres impartidos en el Festitim relacionados con la escenografía con libros, los titirilibros con papel reciclado, juguetes, marionetas con poliuretano, sombras y papel recortado, así como el stop motion hecho con teléfono móvil.

Un ejemplo del uso del teatro de sombras es el espectáculo El arroyo de la sierra, donde el matancero grupo El Mirón Cubano hace gala de una gran dosis de belleza y lirismo, gracias a la combinación de música en vivo, con proyecciones escénicas y a la recreación de textos cantados que llevan la firma de nuestro Héroe Nacional José Martí.

Otra propuesta del Mirón Cubano fue Mirabella, una historia basada en hechos reales donde se cuenta con mucha imaginación y poesía la historia de una niña que se enferma y la tienen que operar en La Habana. La puesta en escena está dedicada a Julio Taín Blázquez, iniciador de la cirugía cardiovascular en Cuba.

Los colores de Frida de teatro Sea, de Puerto Rico, es un bello y colorido espectáculo multimedial que cuenta con las actuaciones de Paola Poucel, Ana Campos y Andrea Heredia. En la obra se proyectan algunas de las pinturas de Frida Kahlo que giran en torno a su propio sufrimiento y dolencias físicas.

Sin embargo, Los colores de Frida, tiene un tono optimista y habla de la imaginación sin límites y de la posibilidad de crecerse ante las dificultades, sin perder la creatividad y el sentido de lo útil.

Una parodia del ballet romántico propone la obra Yisel, de la Compañía Teatral El Mejunje de Santa Clara. La directora artística, Idania García Castiñeyra, se alzó con un premio Caricato de Actuación Femenina por esta puesta donde encarna a los personajes de la Madre, una Willi, Hilarión, el Duque Albrecht y hasta realiza un solo en zapatillas de punta.

Denet Rachel Águila García, quien estudió ballet clásico, acompaña a su progenitora en esta suerte de divertimento donde nos adentramos, de una manera lúdica, en la historia de Giselle, una campesina bella e inocente, que muere víctima del amor y el desengaño.

Dora dibuja caracolas del pinareño grupo Alas Teatro pone el dedo en la llaga en uno de los llamados temas tabúes: el abuso sexual infantil pero visto desde la magia y la inocencia de una niña que enfrenta esa terrible situación emocional, valiéndose de los juegos y dibujos que hace junto a un amigo del barrio.

Emoción y comicidad caracterizaron al acto de entrega de la Distinción Hermanos Camejo y Pepe Carril a Graciela González Guerra, actriz titiritera fundadora del emblemático grupo Los Cuenteros de San Antonio de los Baños. El homenaje estuvo matizado por fragmentos del espectáculo Clarostuyo, del grupo Teatro Tuyo de Las Tunas, donde se mezclaron de manera coherente la música clásica a cargo del dúo Claroscuro, el arte del Clown y el teatro de objetos.

Un espectáculo súper divertido regaló a los presentes Pavel Vangelis, el carismático marionetista que se reconoce como uno de los maestros más importantes de esa técnica en la República Checa. El show de las marionetas cantantes se destaca por la exquisitez de la animación que asombra y encanta tanto a niños como a adultos.

Precisamente, en la antigua Checoslovaquia, uno de los pilares del mundo del títere, surgió la Unión Nacional de la Marioneta (Unima), en 1929. Desde ese país viajaron los títeres que integran la exposición titulada El pequeño retablo de Josef Skupa (130 años de un maestro titiritero checo).

La Embajada de esa nación en Cuba donó al Museo de títeres El Arca, una reproducción de los principales muñecos que manipulaba ese gran marionetista, artista visual y dramaturgo, padre de cuatro icónicas figuras: el despistado papá Spejbl, el travieso Hurvínek, Mánička y el perro Žeryk. Antes de ser trasladados a La Habana se pudieron ver en la pequeña galería de la Sala Pepe Camejo de Matanzas.

En el teatro Sauto cerraron las cortinas del Festitaller con el concierto Canciones para tener el corazón feliz de Rochy Ameneiro y varios invitados de lujo: el grupo de Jazz Ceda el Paso, la tresera y vocalista Enid Rosales, Danza Espiral, el proyecto comunitario Corcel de Esperanzas, la cantante Lucelsy Fernández, actores de Teatro Las Estaciones y El Mirón Cubano.

El espectáculo con títeres, danza y música infantil devino tributo a las grandes compositoras Gisela Hernández y Olga de Blanck. Así cerró sus puertas el 14 Festitaller Internacional de Títeres que, entre el 17 y el 22 de mayo, colmó las salas teatrales de la ciudad de los puentes y su Parque de La Libertad.