Paco y Padrón, cercanos a la historia de la animación en Cuba

Rubén Ricardo Infante
9/12/2020

Con el propósito de brindar un espacio de análisis a la obra y la trayectoria creativa de Paco Prats (1944-2020) y Juan Padrón (1946-2020), durante los días 7 y 8 de diciembre la Casa del Festival acogió espacios de diálogo en torno a la significación de la animación en Cuba.

 Panel moderado por Mario Masvidal y donde confluyeron Raydel Araoz, Aramís Acosta, Ivette Ávila y Ramón Cabrera Figueredo. Fotos: Cortesía del autor
 

Este encuentro, realizado en el marco de la primera dosis de la 42 edición del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano (FINCL) podría considerarse el cierre de la celebración por las seis décadas de fundado el entonces Departamento de Dibujos Animados del Icaic, del cual es heredero Animados Icaic.

El programa incluyó varios paneles donde se debatieron importantes aspectos de la realización, la historia, la significación y el valor de las producciones animadas en Cuba durante los últimos sesenta años. El principal valor de este espacio es a futuro, pues desde la editorial del propio evento se publicarán estas intervenciones y se podrá contar con una bibliografía actualizada sobre la relevancia de esta manifestación en el ámbito de la realización cinematográfica cubana.

Varias son las razones por las cuales se hace urgente esta publicación, pues además de actualizar enfoques y miradas en torno a la temática, coloca en su verdadero lugar las obras producidas en este Departamento a lo largo de su existencia. Como apuntaron algunos panelistas, tampoco es idealizar el movimiento de la animación cubana, porque en su devenir también se cuentan obras que no alcanzaron una plenitud estética, pero sí gozaron de reconocimiento popular.

Entre los participantes se encontraron el cineasta y escritor Raydel Araoz, el investigador Luciano Castillo, la directora de medios del Festival Mayte Madruga, el crítico de arte Antonio Enrique González Rojas, la realizadora Ivette Ávila, el periodista de la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano, Ramón Cabrera Figueredo y el productor de Animados Icaic Aramís Acosta.

Cada uno de ellos abordó diversos aspectos históricos, de la realización, la concepción del héroe que encarna Elpidio Valdés, la significación del relato histórico de un periodo de extraordinario valor en las luchas independentistas, la evolución del personaje desde su aparición hasta los años más recientes.

Según expresó Araoz: “María Silvia, la novia y luego esposa de Elpidio Valdés, encarna el ideal de mujer mambisa cuyo rol de apoyar al hombre, su alto sentido del deber y su habilidad para el combate son los pilares de esta idealización”.

Mientras que Acosta, desde su cercanía profesional con Padrón, se refirió a Elpidio y su concepción: Entonces, ese genio de Juan Padrón, de entre tantos actores en Cuba que habían trabajado para los dibujos animados, que son buenos actores, cómo seleccionar a uno del impacto de Frank González, y a su vez, decirle, Frank, yo necesito que a esa voz maravillosa que tú tienes vamos a empezar a estudiarle un acento que identifique con una región en Cuba. Por eso Elpidio tiene, lo que nosotros llamamos el “cantaíto” oriental que lo identifica.

Elpidio, físicamente, no tiene nada que ver con los héroes a los que estamos acostumbrados, a lo que a veces nos imponen. Generalmente, el protagonismo o los héroes son altos, rubios, de espaldas grandes con un caballo blanco, con una gran melena rubia y una espada. Aquí no, Elpidio es chaparrito, con un bigotico ridículo, habla cantando, dice compay, con un machete en la cintura…, y eso fue lo que dio el toque de gracia al personaje. Por el nivel tan fuerte de identificación con el público destinatario, porque Elpidio de pronto se convirtió en la persona que tú puedes tener al lado, no en ese ideal de príncipe o de héroe que a veces existe en otros lugares.

Como aseguró Luciano Castillo en las palabras de elogio a Senel Paz y Paco Prats, ambos acreedores del Premio Nacional de Cine 2020, Francisco Prats fue un “testigo privilegiado de los tiempos fundacionales del modestísimo Departamento de Dibujos Animados del Icaic, a escasos meses de su nacimiento como organismo rector del nuevo cine cubano. Paco convivió en el pequeño local de los Estudios Cubanacán con aquellos iniciados que, originarios de disímiles lugares, emprendieron la tarea de engendrar animados auténticamente criollos”.

Luciano Castillo durante la presentación de su ponencia.
 

Resumir la obra de Prats es un intento poco recomendable, pues durante su vida participó de un largo número de animados cubanos. Esa virtud, además de “intervenir directamente en los procesos creativos de una monumental cantidad de cortos animados en disímiles técnicas y figurar en la historia de nuestro cine como el productor del primer largometraje de animación —¡seguido por otros cuatro!—, sitúan a Paco Prats en un lugar cimero. Obstinado en olvidar su fecha de jubilación, es un participante más que activo desde aquella época inaugural hasta los Estudios de Animación del Icaic.

Solo la posposición de esta ceremonia provocada por la pandemia, como su natural impaciencia, pudieron impedir que este vital septuagenario recibiera en sus manos el máximo galardón a la entrega total: el Premio Nacional de Cine. Ahora cabalga en la inmortalidad junto a otro grande, Juan Padrón que, como él, nunca perdió su brío”.

Mientras que Madruga se refirió a María Silvia como personaje creado a partir del auge que alcanza Elpidio, Cabrera Figueredo abordó una serie de alto impacto en los espectadores: los Filminutos, e Ivette Ávila realizó un recorrido por los principales hitos dentro de esta historia, así como las necesidades más urgentes para que la animación siga siendo un arte que se piensa para los niños, seduce a los adultos y logra permanecer en la memoria de todos.

Ivette Ávila durante su intervención.