Palabras rencontradas y el periodismo puro

Ernesto Cuní
3/9/2019

Siempre tiene algo que contar. Y lo hace desde el encanto personal que trasmite en sus narraciones usando el periodismo como apoyatura. En eso de “escarbar”, allí donde algunos prefieren no tocar para no “quemarse” o carecen de habilidad, este hombre inquieto se lanza a toda costa.

Ciro Bianchi es, hoy por hoy, uno de los escritores y periodistas más leídos en Cuba. A propósito del lanzamiento de su último libro, Palabras rencontradas. Entrevistas (Editora Abril, 2019), cuya primera presentación aconteció en el Salón de Mayo, como parte del amplio programa de presentaciones que realizó, en la Feria Arte en La Rampa, el Centro Provincial del Libro y la Literatura (CPLL) de La Habana, nos acercamos para que nos comente sobre él.

 Portada del libro. Foto del autor
 

¿De qué va Palabras rencontradas en la vasta obra de Ciro Bianchi?

Son un grupo de entrevistas que se quedaron fuera de los libros y las recogí en este volumen. Fueron realizadas a periodistas, escritores, políticos, pintores, bailarines. Aparecen una serie de personalidades cubanas, entre ellas Alicia Alonso, René Portocarrero, Mariano Rodríguez, Efigenio Ameijeiras, entre otros. También figuras foráneas como José Saramago, Eduardo Galeano y Osvaldo Guayasamín.

Ha mencionado figuras relevantes. ¿Por qué decidió publicarlas ahora y no antes?

Ya las había publicado en revistas, pero no en formato libro. Siempre he tratado de conformar un libro de entrevistas unitario, o sea, un libro de escritores cubanos; otro de escritores latinoamericanos y así sucesivamente. Estas entrevistas no me daban un libro de esas características. No poseía entrevistas suficientes de escritores europeos como para ser un libro. De pintores pude haberlo hecho, pero no lo hice.

Entonces, ¿qué estructura tiene?

Lo dividí en tres partes: La palabra, La acción y La imagen. En cada una de ellas recojo a los entrevistados según corresponda su perfil.

¿Qué va a encontrar el lector en esta nueva entrega?

Encontrará muchos detalles que nadie ha preguntado. Por ejemplo, asuntos de la vida de Portocarrero que no se contaron; otros de Saramago, como lo que le sucedió en el año en que, estando nominado para el Premio Nobel de Literatura, no se lo concedieron. Es bueno saber qué dijo él entonces, qué sintió. O lo acontecido con Efigenio Ameijeiras cuando fue destituido de su cargo, explica qué sucedió. En fin, son cosas que no se habían preguntado y estaban ahí, aproveché para reunirlas.

Sobre Alicia Alonso, ¿qué leeremos?

Su optimismo, sus grandes deseos de vivir frente a las dificultades, su belleza como persona y su maestría y magisterio artístico como bailarina.

Usted ha sido considerado uno de los periodistas que mejor sabe auscultar al entrevistado. ¿Qué le recomienda en ese sentido a sus colegas, sobre todo a las nuevas generaciones?

Como decía Julián del Casal, “el consejo es cosa de viejo, mañana te lo daré”. En realidad, pienso que actualmente, sobre todo en los jóvenes, la tecnología hace mella, se está “comiendo” el periodismo.

Yo creo que los muchachos de ahora ponen demasiado énfasis en lo tecnológico. Es necesario volver al periodismo puro, ir a lo humano. Es una falta que hay en este momento. Hay que salir a la calle, hablar con la gente, ver a la gente. Desde una computadora se ve, pero se ve distinto. Eso lo hizo García Márquez y otros periodistas famosos.

¿Qué tiene de nuevo en el tintero para publicar?

Aparecerá próximamente, por la editorial Arte y Literatura, La Habana contada, un libro de crónicas sobre la capital escritas por extranjeros desde 1597 al 2012. Lo distingue las varias notas que explican muchos de los aspectos escritos en las crónicas que el lector no tiene por qué saber.