Nosotros, los sobrevivientes, 
¿A quiénes debemos la sobrevida?
Roberto Fernández Retamar

Ahora, sin embargo, vas a purificar el fuego

ahora vas a entrar en otra vida

donde ya nadie importa

o eso creemos

ahora te vas para siempre

en la extraña leyenda de los días

que tú contribuiste a fundar

ahora te vas con los recuerdos todos

los tuyos, los ajenos

con la memoria de lo que tú conoces

y nadie más conocerá

ahora te vas, al fin

después de vivir y morir como un poeta

después de tu profunda elección

a favor de los pobres, de los débiles,

de los que nadie entiende

de los tristes, de los perdedores.

Ahora, sin embargo, a quién acudiremos

querido hermano mayor

porque solo tú viviste como una gota de agua

en otra gota de agua

y en otra y otra más

hasta formar la lluvia, las lágrimas,

la enorme superficie azul, las aguas

donde irás a fundirte con el barro etrusco,

y el sílice y el cuarzo de las remotas playas

y el mármol pentélico de la cavidad donde

estuvo el David, y la luz que alumbró los

rincones oscuros y los pigmentos de los dibujos

trazados a mano de toros y bisontes

y la grasa y la arcilla y la madera dos veces

talada que fue bosque, que fue árbol, que

también fue ciudad

y el universo que se desplomó

y del que ahora serás testigo

y podrás conocerlo, explicarlo y traerlo contigo

en esta nueva tarea que te espera

ahora

desde el techo del mundo

donde seguramente estás

en esta, tu verdadera sobrevida.

21 de julio de 2019