Este sábado 25 de septiembre, en ocasión de conmemorar el centenario del nacimiento de Cintio Vitier, la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) acogió la presentación de dos títulos de innegable valor en el contexto literario cubano: Lo cubano en la poesía y Ese sol del mundo moral.

“Como antesala a la presentación literaria, en la sala Villena de la Uneac se inauguró la exposición A través de mí”.

Como antesala a la presentación literaria, en la sala Villena de la Uneac se inauguró la exposición A través de mí. La muestra homenaje por el centenario de Cintio Vitier es de la autoría de Osmany Cuevas y sobre ella comentó José Adrián Vitier:

“Tan pronto conocí, por azar, estas obras del artista Osmany Cuevas me identifiqué por instinto con el impulso elemental que las hacía nacer y por su sugestiva visualidad me parecieron perfectas para acompañar el texto Lo cubano en la poesía. Así como el libro tiene el propósito de contribuir a descubrirnos la identidad nacional, estas ilustraciones se proponen dignificar el objeto físico que contiene este ensayo”.

Omar Valiño, director de la Biblioteca Nacional de Cuba José Martí agradeció a las instituciones que, de manera conjunta, propiciaron la edición e impresión de estos dos volúmenes esenciales en la obra del autor.

Valiño agradeció la asistencia de los escritores Roberto Méndez y Félix Julio Alfonso, quienes se encargaron de abordar la significación de Lo cubano en la poesía y Ese sol del mundo moral, respectivamente.

Méndez presentó Lo cubano en la poesía en una necesaria reedición bajo el sello de Ediciones Unión, donde recordó la génesis de este volumen a partir del curso ofrecido en el Lyceum Lawn Tennis Club en 1957 y, al año siguiente, salió al ámbito editorial en su primera edición:

“Es un abordaje de la trayectoria poética de Cuba desde los Diarios de navegación de Cristóbal Colón hasta los poetas que se habían dado a conocer en Orígenes, con la voluntad de descifrar en ellos las ocultas claves de lo cubano. Para Cintio, la escritura poética de la Isla guardaba un sentido oculto, un destino, en fin, una teleología que hacía avizorar, no solo realizaciones más altas en las letras, sino una verdadera plenitud de lo nacional”.

Lo cubano en la poesía debe leerse como una epifanía de la cubanidad esencial y como un extenso y revelador poema”.

El texto, cuya primera edición corrió a cargo de Universidad de las Villas (1958), la segunda realizada por el Instituto Cubano del Libro en 1970 y la tercera en 1998, por la Editorial Letras Cubanas; llega ahora en el contexto del programa de actividades diseñado por varias instituciones culturales por el centenario de su autor.

Esta edición incluye un Pórtico, donde Miguel Barnet señala: “Lo cubano en la poesía debe leerse como una epifanía de la cubanidad esencial y como un extenso y revelador poema”; y un ensayo donde Abel Prieto hace una relectura necesaria del volumen.

Titulado precisamente así, Lo cubano en la poesía: Relectura en los 90, el análisis de Prieto reconoce su propia experiencia como lector y crítico del volumen. Al respecto señala:

Lo cubano en la poesía no puede leerse ni juzgarse como una historia de la poesía cubana, ni como crítica literaria, a la que siempre se reclama “objetividad” y “equilibrio”. Debe leerse —siguiendo la sugerencia de su autor— como un poema; pero también como un programa, como un extenso y dramático manifiesto, que va mucho más allá que los sintéticos “editoriales” de la revista Orígenes.

Por su parte, Félix Julio abordó la relevancia de Ese sol del mundo moral (Ediciones Bachiller, 2021) enumeró las virtudes de este ensayo que penetra en la condición ética del cubano y su historia: “Un libro que renace siempre. Que es capaz de derrotar imposibles históricos”.

“En los jardines de la Uneac se encontraban presentes Abel Prieto, Presidente de Casa de las Américas, Juan Rodríguez Cabrera, presidente del Instituto Cubano del Libro y Miguel Barnet, presidente de Honor de la Uneac, junto a miembros del Ejecutivo de la organización y otros invitados”.

El Decano del Colegio Universitario de San Gerónimo concluyó su presentación asegurando: “Expresa como pocos, en un lenguaje ameno, cordial y profundo, la verdadera naturaleza de las luchas y sacrificios del pueblo cubano en aras de realizar el ideal martiano de conquistar toda la justicia”.

Vitier declara en el prólogo: “De lo que se trata aquí es solo señalar aquellos momentos claves en el proceso de forja de la nacionalidad que denotan un fundamento y una continuidad de raíz ética, es decir, una creciente, dramática y dialéctica toma de conciencia”.

Mientras que Pedro Pablo Rodríguez escribe en las palabras dedicadas a esta edición: “Texto que nos ayuda a conocernos mejor y que nos incita a mantener esta dignidad moral que ha acompañado al coraje, la decisión y la esbeltez de este pueblo desde los albores de los rasgos identitarios y del proceso formador de la conciencia nacional”.

En los jardines de la Uneac se encontraban presentes Abel Prieto, Presidente de Casa de las Américas, Juan Rodríguez Cabrera, presidente del Instituto Cubano del Libro y Miguel Barnet, presidente de Honor de la Uneac, junto a miembros del Ejecutivo de la organización y otros invitados.

La publicación de estos dos volúmenes constituye el mejor homenaje a su autor, pues la obra de un escritor requiere que nuevos lectores se acerquen a ella, sea desde el descubrimiento, la relectura, la postura crítica, la verdadera permanencia de las ideas de un escritor pervive en esas páginas que legó a la futuridad, desafiando el tiempo y dejando una huella.