Premio Nacional de Circo, un homenaje a nuestra rica historia

Gladys Alvarado
13/11/2020
El Premio Nacional de Circo 2020 fue otorgado a Reinaldo Hernández Padrón y Heriberto Arias Suárez.
Foto: Tomada de Cubaescena

En el imaginario de cada uno de los niños que fuimos un día se encuentra la figura de un artista de circo, sin importar cuan deslumbrante fuera la carpa, esos hombres y mujeres capaces de volar por los aires, enfrentar a las fieras o sencillamente hacernos reír a raudales, nos han cautivado a lo largo de generaciones.

Desde la, hasta ahora, primera reseña de la actuación de uno de ellos en Cuba, reseñada por el Papel Periódico de La Habana en 1792, donde se invitaba a disfrutar del volatinero Turán, pasando por los éxitos en la Francia del siglo XIX del payaso negro Rafael Padilla, “Monsieur Chocolat”, o del gran Roberto Muñoz y su número de “Equilibrio en un dedo”, en el siglo XX; nuestra patria atesora una rica historia circense que es también ajiaco de influencias.

Alternan los grandes circos de propietarios españoles, como Pubillones (siglo XIX), con los de dueños cubanos como Santos y Artigas o el de la familia Hermanos Montalvo, cuyo tronco se asienta en una madre esclava, cuyo vientre liberto dio origen a una estirpe de varias generaciones dedicadas al arte circense. Y junto a ellos, toda una amplia gama de carpas, cuyas familias honran tan prolífica historia. Recordar entonces a los circos Miriam, o La Rosa, entre otros, cuyas ofertas, herederas del circo criollo, alternaban el espectáculo propiamente circense con una segunda parte de dramas, comedias o pequeños sainetes vernáculos, engarza y ennoblece una tradición memorable.

Con el ánimo de reconocer a lo más distinguido de estos artistas, el Ministerio de Cultura, el Consejo Nacional de las Artes Escénicas y el Circo Nacional de Cuba convocaron por vez primera a la entrega del Premio Nacional de Circo, galardón al que aspiraron artistas de casi todo el país y valorado por un jurado integrado por Gladys González Alvarado (asesora escénica), como presidenta; junto a Germán Muñoz Fuente (director de Compañía Havana), Santiago Alfonso Fernández (Premio Nacional de Danza), Boris González Navarro (diseñador) y José Ramón Rizo Castillo (director de espectáculos).

Luego de un profundo análisis, obtuvieron la condición de Nominados Reinaldo Hernández Padrón (Acrobacia), Heriberto Arias Suárez (Acrobacia), Hilda Venero de la Paz y José Jesús Cruz Quiñones (Dúo Adolain, Equilibrio), Bertha González Márquez y Jesús Clemente Ramírez (Dúo Látigo Negro, Látigo), Manuel Romero Gascó (Magia), Tomás Araujo Noa (Cable) y Daria María Soto Vigo (Hulla Hop).

Entre ellos, y por mayoría de votos, resultó acreedor del Premio Nacional de Circo:

Heriberto Arias Suárez (Masuko), camagüeyano que, en 1952, se vincula al Circo Oriente como empleado de carpa y que, gracias a su amor y dedicación por el arte circense, llega a dominar importantes habilidades, formando parte así de números de Treppe, Honda y Doble Trapecio. Fundador del Gran Circo INIT, el Circo Nacional de Cuba y su Festival Circuba, ha sido también profesor, jefe de Pista y capacitado en la antigua URSS en Técnicas de Protección e Higiene del Trabajo Circense. Su fructífera carrera lo ha llevado a participar en importantes festivales y giras internacionales.

El otro galardonado forma parte de la tercera generación de la Familia Montalvo y es el último sobreviviente de esa estirpe en su concepto originario: Reinaldo Hernández Padrón (El Chino), quien ha brillado en los géneros de Antipodio, Equilibrio de Manos e integrado el recordado Trapecio o vuelo de pájaros de Los Hermanos Montalvo, y atesora además una importante trayectoria como director de Circo, jefe de Pista y maestro.

El acto de entrega será en el Complejo Cultural Carpa Trompoloco, de la capital, en próxima fecha.

“En el imaginario de cada uno de los niños que fuimos un día se encuentra la figura de un artista de circo”.
Foto: Tomada de Internet

De seguro, cuando ambos artistas reciban este lauro, cientos de cubanos que han dedicado y dedican su vida al Circo sentirán en su alegría el gozo todo de la indestructible familia circense.

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