Primera dosis del Festival de Cine: efectiva y trascendente

Ana María Domínguez Cruz
14/12/2020

“El cine cubano intenta, en medio de tantos contratiempos, levantar el vuelo”. Estas fueron palabras de Iván Giroud, pronunciadas durante el discurso inaugural de la 42 edición del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano en su primera dosis, realizada del 3 al 13 de diciembre.

Giroud, quien preside este evento, remarcó la importancia de “hacer volar” también un programa como el que se propuso para estos días, cuando la situación sanitaria impone rigurosas medidas en lo concerniente a la higiene y la reducida participación del público, que habitualmente acude de manera masiva al Festival.

Fotos: Internet
 

Las salas de cine nunca estuvieron vacías, y estábamos conscientes de que así sería, porque el público cubano espera con ansias esta cita con el mejor cine del momento en la región y en otras latitudes. En ese sentido, se alistó cuidadosamente una selección que, a todas luces, asombró.

Justamente el crítico de cine Frank Padrón significó la calidad de las 92 cintas presentadas en las categorías de Panorama Contemporáneo Latinoamericano, Internacional, La Hora del Corto, Los Colores de la Diversidad y Panorama Documental.

“Muchos títulos, pensé, podían estar en competencia durante la segunda dosis del evento en marzo. Me dijeron que no me apresurara en emitir criterios porque la selección para ese momento podía sorprenderme más. Entonces, auguro que esta edición, con estas dos temporadas, puede ser de las mejores, y avizoro una riña fuerte por los Corales.

“Tuvimos títulos notables, inolvidables, muchos de ellos seleccionados para eventos importantes del sector, como el Festival de Cannes… realizadores de prestigio, actuaciones de lujo… el cine internacional en su más avanzada expresión.

“Me resultó llamativa la participación de Honduras con una propuesta digna, la película brasileña Pureza, una obra basada en hechos reales, a partir de la esclavitud contemporánea en las selvas intrincadas de la geografía de ese país. Las producciones de Chile y Argentina, centros productores por excelencia de obras que han sentado cátedra y cuya presencia en eventos de este tipo no pasa desapercibida… Primó la calidad, realmente.

“Quiero destacar además la acertada presencia del documental. En muchas ediciones he pensado que el documental es más interesante que la ficción, por sus temas y la manera de abordarlos, la mezcla de técnicas… En esta oportunidad fue maravilloso, y me alegra que así sea porque de este evento nos nutrimos cada año para mantener las propuestas en el programa televisivo De nuestra América”.

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Mirtha Lamote, especialista de Comunicación de la Oficina de Prensa de la Casa del Festival, aseguró que, tanto como el respeto a las normas sanitarias, resultó de vital trascendencia crear las condiciones para que el público tuviera la mayor información relacionada con las propuestas cinematográficas.

“El propio Diario del Festival conllevó un esfuerzo extraordinario, porque urgía tener toda la programación de las 92 obras con antelación para publicar la cartelera en el número único que se imprimió con todas las sinopsis”.
 

“La premisa de este evento es el público, y para satisfacer sus necesidades informativas trabajamos arduamente en cada edición, no solo a través de las conferencias de prensa y conversatorios, entre otras actividades a las que asisten los periodistas, sino también a través de los medios de comunicación que, por excelencia, nos apoyan, como el Noticiero del Festival, la pagina web del evento, el Diario del Festival y el programa de Radio Taíno, A buena hora.

“Sin embargo, en estas jornadas, además de contar con nuestros medios habituales, reforzamos la labor en los espacios especializados de cine, el programa radial y las agencias de prensa, cuya capacidad para multiplicar la información es inmensa. Cuidamos así a los periodistas y garantizamos la repercusión.

“El propio Diario del Festival conllevó un esfuerzo extraordinario, porque urgía tener toda la programación de las 92 obras con antelación para publicar la cartelera en el número único que se imprimió con todas las sinopsis.

“Mantendremos el trabajo riguroso y reforzado en la próxima cita de esta edición en el venidero marzo”.

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En el contexto del 42 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano se desarrolló el coloquio Homenaje a Juan Padrón y Paco Prats y a los 60 años de Animación en Cuba, en la sala Saúl Yelín de la Casa del Festival.

Mayte Madruga Hernández, coordinadora y panelista del evento, reconoció que se tenían muchas expectativas, afortunadamente alcanzadas.

“Era uno de los pocos encuentros teóricos fijados para esta primera dosis y, de alguna manera, ocupaba el espacio que en años anteriores organiza la Asociación Cubana de la Prensa Cinematográfica, que se conoce como el Taller de la Crítica.

“En el coloquio, auspiciado por el ICAIC y la Cinemateca de Cuba, convergieron varios públicos, tuvimos panelistas de diversas materias y conocimientos… especialistas de Bellas Artes, del Centro de Desarrollo de las Artes Visuales, productores y realizadores de animación, colegas de trabajo de Padrón… y todos nos satisficimos a partir de comprender la animación como un fenómeno cultural”.

Madruga, quien presentó su ponencia ¡María Silvia, cará! para abordar las percepciones acerca de la representación femenina en el animado Elpidio Valdés, afirmó que, sin dudas, el coloquio también ofreció la oportunidad de analizar la animación no como un campo reducido, sino como un elemento para enriquecer estéticas y realizaciones de los creadores, teniendo en cuenta que, además, demuestra la importancia de un arte colectivo como lo es el cine.

Adelantó que, con vistas al mes de marzo, se pretende organizar una mesa colectiva o coloquio para agrupar a jóvenes cineastas de la región, de los cuales hemos visto algunas de sus obras en el país, pero con quienes, ante todo, se busca la reflexión y el diálogo en torno a lo que piensan sobre el cine que disfrutan, realizan, construyen…

“Siempre una edición del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano es un momento propicio, no solo para apreciar el buen cine, sino también para gestar y concretar buenas ideas”, concluyó Madruga Hernández.