En varias partes del mundo, sobre todo en América Latina, las industrias creativas son protagonistas del desarrollo económico del país y establecen vínculo, a su vez, con otros sectores como el turismo o la industria manufacturera. En el caso de Cuba la industria creativa con mayor reconocimiento internacional es la música, por su calidad, sonoridad y ritmo.

En 2016 se creó el proyecto MINCULT-ONUDI-KOICA: “Fortalecimiento de la competitividad, desempeño organizacional y capacidad de exportación de la industria musical cubana”. Este tenía como objetivo general fortalecer la industria musical como mecanismo de generación de empleos y diversificación económica en Cuba. La asociación contaba con el Ministerio de Cultura de Cuba como contraparte nacional y con la Organización de Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial; era la primera vez que estas instituciones colaboraban. La entidad que participó como donante fue la Agencia Coreana de Cooperación Internacional. El proyecto se extendió hasta 2021 con un portafolio de resultados bastante satisfactorios.

La iniciativa tenía como objetivo principal fortalecer la industria musical como mecanismo de generación de empleos y diversificación económica en Cuba. Imagen: Rubén Curbelo

La mencionada alianza pretendía, además, aumentar la competitividad de la industria, promover la gestión empresarial, incrementar el valor de exportaciones de la industria musical cubana y generar beneficios sociales. ¿Hasta qué punto el proyecto cumplió su cometido? En los cinco años de duración, con sus momentos de mayor o menor impacto, se obtuvieron logros sustanciales. Entre ellos, logró diseñar una estrategia de desarrollo nacional de la industria musical cubana y un sistema de información y análisis de la industria musical; potenció el estudio del modelo de ciudades musicales y la conexión de esta industria creativa con el desarrollo local, y ofreció entrenamiento profesional. Asimismo, impulsó de conjunto con otras instituciones y organismos la conformación del expediente para la nominación y posterior declaración de La Habana como Ciudad Creativa de la Música  en el año 2019, la primera de su tipo en el país.

“En el caso de Cuba la industria creativa con mayor reconocimiento internacional es la música”.

Otro de los resultados que podemos apreciar es la concepción de una herramienta nacional propia para la promoción y distribución de la música cubana: Sandunga. Si usted votó durante la última edición de los premios Cubadisco (2020-2021), debe saber que el equipo del proyecto propició el desarrollo de un sistema digitalizado de votaciones para el premio, así como la participación de expertos y programadores internacionales, presentaciones de agrupaciones extranjeras, diseño e impresión de materiales promocionales de los eventos, producción de galas y apertura de nuevas oportunidades de negocios.

A pesar de lo que pudiera parecer, el proyecto se ha encontrado con un desafío que rebasa los límites económicos, estructurales o burocráticos, pues el mayor enemigo ha sido la pandemia. Si bien comenzaron con avances sólidos en los primeros años de implementación, en 2020 el impulso mantenido disminuyó sustancialmente. El impacto de la Covid-19 no solo afectó la culminación de muchos de los planes, sino que también provocó que la mayoría de los datos recopilados con anterioridad perdieran vigencia, pues las matrices de consumo y producción de la música a nivel mundial cambiaron.

Indiscutiblemente, a pesar de posibles retrasos e imprevistos, el proyecto nos coloca en un nivel superior de desarrollo y organización en cuanto a la industria de la música en Cuba, desde la tecnología y recursos hasta el entrenamiento profesional a través de los talleres. Esta iniciativa colocó a las instituciones y disqueras del país frente a nuestras fortalezas y debilidades para crear conciencia respecto a la intención de propiciar cambios positivos en el sector.

“Contamos con el privilegio de que La Habana fue declarada una de las ciudades creativas de la música”.

El proyecto, además de cumplir con su misión, nos dejó varias experiencias satisfactorias. Luego de romper la inercia, ¿qué les corresponde a las instituciones del país? Continuar las líneas de investigación, aprovechar sabiamente las inversiones que se implementaron y obtener el mayor partido posible en función de que la música cubana continúe distinguiéndose por su calidad. Además, sería conveniente usar estas potencialidades en función de que tribute aún más a la economía del país. Contamos con el privilegio de que La Habana fue declarada una de las ciudades creativas de la música, un título que no es para engavetar, sino para usarlo también en la promoción de la industria de la música cubana, en alianza con el Ministerio del Turismo, de manera que los viajeros que ingresen a La Habana conozcan de la calidad de nuestras sonoridades y sus exponentes.

Cuba se encuentra en un momento complejo para su desarrollo, y la industria musical no está ajena a ese contexto. El resto le corresponde a las instituciones y entidades culturales cubanas, líderes del proceso de potencialización y desarrollo de nuestra industria musical.

Muchas de las acciones que se tomaron bajo el amparo del proyecto ONUDI-MINCULT eran necesarias desde hace mucho tiempo. La implementación de estos estudios e inversiones rompió la inercia y colocó expectativas superiores que se acercan un poco más al funcionamiento de la industria musical en el mundo. No obstante, aún queda mucho camino por recorrer si realmente deseamos que nuestra industria logre una comercialización y desarrollo competitivo a nivel global.

Si desea conocer más sobre los resultados del proyecto MINCULT-ONUDI-KOICA, le proponemos el siguiente video.

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