Cuando murió Vicente Feliú, cantando La Bayamesa, alguien decía: “¡Qué bella coincidencia!”. Mas yo creo que la historia tiene reservados momentos así, conexiones que no pueden explicarse, para quienes no carecieron en su bregar. Quizás por eso sea otra bella coincidencia —digámoslo así— que se esté homenajeando a Iroel, quien tanto luchó contra todos los colonialismos, el mismo día de la muerte de Martí: 19 de mayo.

“La historia tiene reservados momentos así, conexiones que no pueden explicarse, para quienes no carecieron en su bregar”.

Ahí están sus hijos, Rubén y Javier. Hoy están devastados, pero sé que sienten el orgullo y el regocijo de haber tenido a ese padre, maestro, guía, ejemplo, el mejor compañero de lucha que la vida pudo darles. Los abrazo, hermanos.

Tomado del perfil de Facebook del autor