En un sistema nacional que articula cien estaciones, las emisoras especializadas tienen un rol perfectamente establecido: ofrecer una alternativa de programación para un público interesado, sectores de la audiencia que buscan opciones específicas.

Vivimos, hace años, una era de especialización. La radio, que ha demostrado su extraordinaria capacidad de adaptación y actualización a las dinámicas de la contemporaneidad (¿cuántas veces le han vaticinado su fin?), consolida en estos tiempos una relación singular con sus oyentes. Ha tenido que ser proactiva en medio del abrumador maremágnum de ofertas, en tantos soportes.

CMBF Radio Musical Nacional, Radio Enciclopedia, la santiaguera Radio Siboney, Habana Radio… son emisoras que se distinguen en el panorama de la radio cubana por el universo que recrean, pero también por la calidad de sus programaciones.

Se ha dicho muchas veces que suelen ser propuestas para públicos reducidos, pero yo diría que más bien se trata de públicos exigentes, y muy fieles. Quien las escucha sabe muy bien lo que quiere, tiene perfectamente definidos sus intereses.

Hablamos básicamente de cultura, de una programación que se especializa en el arte y la literatura, aunque también contamos con una emisora consagrada a los deportes, la COCO El periódico del aire.

La especialización implica rigor, implica la participación de profesionales bien formados, bien preparados, y de artistas con capacidad comunicativa en los programas y segmentos… e implica también dominio pleno de las temáticas. Rigor, esa es una palabra de orden en tiempos de creciente frivolización de los contenidos a nivel mundial.

CMBF, por solo poner un ejemplo, ha reunido en sus espacios a importantes intelectuales cubanos, de primerísima línea, a creadores reconocidos, que se suman a indudables maestros del arte radiofónico que integran desde hace años la plantilla de la emisora. Está visto: es posible hacer de la radio un bastión de la cultura más auténtica, expresada en su legado universal y en el acervo cubano.

Algunos televidentes creen (y nosotros con ellos) que es posible que otras emisoras se especialicen en otros temas: la economía, la ciencia, la promoción de salud… Sería interesante explorar las potencialidades del género en ese sentido.

Las posibilidades de la radio son muchas. Y los nuevos tiempos plantean nuevos desafíos.

Este sábado se cumplirá un aniversario de la primera transmisión de la radio en Cuba. Casi un siglo de historia. La radio sigue siendo compañía e inspiración de muchas personas. Es un medio noble y eficaz. Y tiene mucho que aportar todavía.