Ramiro Guerra es una de las figuras fundacionales de la cultura cubana, no solo por su legado de un movimiento de la danza moderna en Cuba, que abarca la enseñanza de esta manifestación y que está cumpliendo sus primeros cincuenta años; fue de los primeros protagonistas en la conformación de una escuela cubana de ballet, se le reconoce por sus grandes aportes coreográficos, y toda una amplia labor investigativa en función de enorgullecernos de nuestra idiosincrasia danzaria.

Con la apropiación del anagrama “Calibán” de Shakespeare, Ramiro reconoce una de las tantas cualidades del hombre originario de Latinoamérica y el Caribe: ¡su capacidad de expresarse a través de la danza!

Ramiro es el artífice del movimiento de la danza moderna en Cuba. A la par de sus primeras inquietudes fundacionales danzarias, se manifiesta además el investigador exhaustivo, el etnógrafo innato, el pedagogo, el sociólogo convencido y práctico. En el lejano año de 1948 del pasado siglo, aparece publicado en la revista Prometeo su artículo “Tradición evolutiva de la danza moderna”, donde señala que:

…Con esta breve reseña de los grandes de la danza moderna, no cerramos la guía nominal de todas las fuerzas potentes en trabajo hacia el fin de crear una nueva actitud hacia la danza, y una danza basada en el interno poder emocional humano, volcada al exterior en un afán comunicativo, e incluyendo en ello todo procedimiento dramático exigido; capaz de proyectar conflictos vitales del gran problema del hombre y sus relaciones externas….

Y acomete sus estudios sobre las manifestaciones danzarias inherentes también a los pueblos de América, a sus habitantes originarios, a los negros forzados, a los conquistadores conquistados, necesitados, aventureros y pragmáticos soñadores.

“A la par de sus primeras inquietudes fundacionales danzarias, se manifiesta además el investigador exhaustivo, el etnógrafo innato, el pedagogo, el sociólogo convencido y práctico”. Imagen: Tomada de Internet

En su bibliografía se destacan, entre otras obras: Apreciación de la danza, Una metodología para la enseñanza de la danza moderna, Teatralización del folklore y otros ensayos, Calibán danzante. Procesos etnoculturales de la danza latinoamericana y del Caribe, Coordenadas danzarias, Eros Baila. Danza y sexualidad.

Con la apropiación del anagrama “Calibán” de Shakespeare, Ramiro, más cercano a Fernández Retamar que a cualquier otro intelectual que haya especulado anteriormente sobre el tema, reconoce una de las tantas cualidades del hombre originario de Latinoamérica y el Caribe: ¡su capacidad de expresarse a través de la danza!, y desde la historiografía desentraña los procesos etnoculturales de ese hombre primigenio, dignifica los orígenes de nuestras diferencias, y a través de la danza hace un análisis de la singularidad de nuestra cultura, en su doble dimensión: ontológica y fenomenológica.

“Ramiro Guerra nos está legando, con sus estudios, una cosmogonía danzaria vigente en esta contemporaneidad globalizada”.

Es un texto necesario en las universidades, escuelas de Artes, material de consulta para investigadores y críticos que se acerquen al estudio de la cultura de América Latina y el Caribe. Utilizamos el término de cultura y no lo circunscribimos solo a la manifestación de la danza, porque esta última es el recurso del cual se vale Ramiro Guerra para acercarnos al conocimiento de nuestras etnias y pueblos, a sus ideologías, condicionadas por el rito y la representación danzaria como formas de poder. Además, estudia la raíz y los aportes culturales de la población originaria del África, practicante de rituales de un carácter dual (esotérico, y como entretenimiento y diversión), forzada a participar como esclavos en la colonización de nuestro continente.

Sus aportes en el plano de la sociología de la cultura son notables. Desde la modernidad ha utilizado la reflexión sociológica, se ha centrado en el estudio riguroso de determinadas problemáticas de los pueblos primarios latinoamericanos-caribeños y africanos (análisis de la religión, la ideología, la racionalización, la vida comunitaria) a partir de nuestros propios paradigmas.

“Analiza de manera explícita el papel de la cultura en la constitución simbólica de las sociedades primitivas y sus procesos sociales”. Imagen: Tomada de La Jiribilla

Realiza una reflexión antropológica sobre la danza, y utiliza disciplinas muy diversas como la historia (análisis de los aspectos demográficos, económicos y políticos) que va desde la historia de las mentalidades, pasando por la de los primeros movimientos insurreccionales camuflados en el rito y la representación.

Analiza de manera explícita el papel de la cultura (la danza) en la constitución simbólica de las sociedades primitivas y sus procesos sociales. Aborda a los actores como individuos racionales y maximizadores, agentes productores de significado, usuarios de símbolos, narradores de historias con las que produjeron sentido e identidad, recursos todos con los que se comunican, se confunden, juegan, aman, organizan sus existencias, subliman sus frustraciones, trabajan y se alienan o producen barreras para cortar el ascenso social. Consagra la cultura popular tradicional, y sus manifestaciones danzarias y visuales.

“Sus aportes en el plano de la sociología de la cultura son notables. Desde la modernidad ha utilizado la reflexión sociológica, se ha centrado en el estudio riguroso de determinadas problemáticas de los pueblos primarios latinoamericanos-caribeños y africanos”.

La danza como símbolo e historia, que puede convertirse, pervertirse, subvertirse, y que constituyó una dimensión o ingrediente sustantivo de la realidad social de nuestros pueblos indoamericanos.

Ramiro Guerra nos está legando, con sus estudios, una cosmogonía danzaria vigente en esta contemporaneidad globalizada, con el compromiso de danzar que data desde antes de que el cuerpo del danzante latinoamericano y caribeño incorporara movimientos externos y los hiciera suyos, mezclando todos los estratos raciales que conforman nuestra nacionalidad. Le impuso nuestro carácter, el disfrute del cuerpo por lo vernáculo, lo típico de la gesticulación con todo el sentimiento que nos caracteriza; el apego a la tierra que nos viera nacer, a la vez que el desprendimiento del alma; y parafraseando a Cintio Vitier en Lo cubano en la poesía, afirmamos que con su Calibán danzante Ramiro Guerra, a través de la danza, nos hace concientizar “el reino del espíritu” de nuestra América mestiza, “como sacrificio y como creación…”

La Habana, 9 de junio de 2009

Bibliografía

Guerra, R.: “Tradición evolutiva de la danza moderna”. Revista Prometeo. oct. 1948, año II (10): pp.4-6, 30.

Ariño A.: Sociología de la Cultura. La constitución simbólica de la sociedad, Barcelona, España: Editorial Ariel S.A.; 1987. Cap.1. La plaza de las tres culturas. pp. 13-76.

Ortiz, Fernando: “Los factores humanos de la cubanidad”. Conferencia leída en un ciclo organizado por la fraternidad estudiantil en el Anfiteatro Varona de La Universidad de La Habana, el 28 de noviembre de 1939, y publicada en la Revista Bimestre Cubana 1940 mar-abr., 19(2).

Vitier, C.: Lo cubano en la poesía, 2da ed. La Habana, Cuba: Ediciones Letras Cubanas; 1970, p 19.

Guerra, R.: Calibán danzante, La Habana, Cuba. Editorial Letras cubanas; 2008.