En la 6ta edición del mes de la cultura francesa en Cuba hay espacio, como en otras ocasiones, para la música clásica. Ayer, 17 de mayo, el oratorio San Felipe Neri se vistió de gala para recibir al director de orquesta Rémy Ballot en un concierto con el Liceo Mozartiano de La Habana.

El director de orquesta Rémy Ballot en el ensayo previo al concierto con la orquesta del Liceo Mozartiano. Fotos: Tomadas de la web del Liceo Mozartiano de La Habana

A raíz de esta oportunidad, La Jiribilla conversó con el Maestro Ballot, quien es uno de los más destacados directores de orquesta europeos de la actualidad.

Viena tuvo un fuerte desarrollo de la música clásica a finales del siglo XVIII e inicios del XIX… aún lo sigue teniendo

Viena es la ciudad de la música, hay música por todas partes. Hasta los taxistas conocen la programación de la ópera por la noche, está siempre presente. Da mucho incentivo para elevar el nivel de exigencia, que es muy alto.

¿De qué manera su formación como violinista ha tributado a su vocación por la dirección de orquesta?

Es difícil definir la influencia, pero es verdad que casi todo director tiene una experiencia instrumental, en mi caso el violín, también la voz.

Hay directores que dejan de tocar su instrumento, muchas veces porque falta tiempo, yo sigo teniendo esa posibilidad. Son elementos que se alimentan uno de otro.

“La música francesa requiere de una formación sinfónica bastante amplia, con muchos instrumentos y percusiones de distinto tipo”.

¿Por qué elegir en el marco de la cultura francesa un repertorio austro-alemán?

La música francesa requiere de una formación sinfónica bastante amplia, con muchos instrumentos y percusiones de distinto tipo. Hubiera podido hacer un concierto francés, pero requería de más tiempo. Pensé que sería interesante para el Liceo Mozartiano, una orquesta de jóvenes en formación, hacerles trabajar su repertorio, pues ellos tocan mucho Mozart y compositores del siglo XVIII. El concierto aúna dos grandes tradiciones la compositiva vienesa y la de los grandes directores alemanes.

“Hay directores que dejan de tocar su instrumento, muchas veces porque falta tiempo, yo sigo teniendo esa posibilidad”. Foto: Tomada de la web del artista

El Liceo Mozartiano promueve la música de Mozart, a partir de la interpretación de su obra. ¿Qué importancia tiene rescatar e interpretar la música de Mozart?

Es muy importante que exista una orquesta de ese tipo en Cuba porque Mozart es realmente la base para toda orquesta. A partir de la práctica del conocimiento de Mozart se puede desarrollar un quehacer. Estoy impactado por el nivel de la orquesta, es extraordinario. Agradecer a José Antonio Méndez, que ha hecho una labor magnífica de preparación, que me ha permitido llegar en condiciones óptimas. No hubiera logrado el resultado sin la labor preparatoria que él hace.

“Mozart es realmente la base para toda orquesta”.

Luego de trabajar en varias ocasiones en Cuba, ¿cuáles han sido sus experiencias como director de orquesta en nuestro país?

Tanto la Orquesta Sinfónica Nacional como el Liceo Mozartiano son complementarias. La Sinfónica es de músicos experimentados y pueden interpretar el gran repertorio del siglo XIX, pueden tocar los clásicos también. En cambio, el Liceo está más enfocado en la parte clásica. El Liceo puede abrir su repertorio, lo hemos hecho con el concierto de hoy, a partir de la obra de Richard Wagner.

Estas realidades se completan y hay talento de los dos lados. Son orquestas de excelente formación. En el futuro, con mucho gusto, volvería a Cuba a trabajar con ellas.

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