A Cuba, particularmente al Fondo Iberoamericano de Fotografía, debe el artista mexicano Roberto Valdez Guevara su formación en las artes visuales. “Por eso —dijo en exclusiva— estoy una vez más en La Habana” presentando la exposición Retrato del alma, que se exhibe por estos días en la galería Manos de la Asociación Cubana de Artesanos Artistas.

La muestra, conformada por 43 fotografías y tres gigantografias, es “una recopilación de mi trabajo gráfico. En ella, como lo indica su nombre, centro toda mi atención en retratar el alma. Yo presumo de que puedo y dispongo del tiempo suficiente para adentrarme en el alma de las personas cuando les miro a sus ojos, cuando detallo su cabello, la nariz, las cejas, la manera cómo se expresan y visten, qué les gusta o no. Y no hago una foto por hacerla, sino que espero el momento propicio para captar su esencia y retratar entonces el alma”.

Artista mexicano Roberto Valdez Guevara. Foto: Tomada de su perfil de Facebook

Reconocidos artesanos y diseñadores aztecas son protagonistas de Retrato del alma, como Diana Morlan, quien también comparte saberes en la capital cubana acompañando a este talentoso creador, autor igualmente, entre otras, de la exposición Cuba: la gran isla que me acompaña, que fue muy bien recibida en Colombia.

“Esa exposición fue una especie de documental representativo de la vida cotidiana de los cubanos. Pertenece a la primera etapa de mi carrera, iniciada precisamente en La Habana hace más de 20 años”.

Aunque es oriundo de Ciudad de México, Valdez Guevara ha desarrollado la mayor parte de su vida en Querétaro, estado que en su opinión “resulta, por sus gentes y características geográficas, un escenario ideal para la creación”.

Justo en Querétaro nació la muestra fotográfica Retrato del alma, “en la que puede verse el alma de los retratados y junto a ellos el alma de los vestidos que exhiben y sus diseños, porque en esta exposición se unen el diseño ancestral, de tradiciones, de las raíces culturales de los artesanos con el diseñador de vanguardia, de alta costura. Entre los dos crean piezas extraordinarias, únicas, verdaderas obras de arte, que no obstante su variedad son irrepetibles. Una es diferente a la otra y nunca se copian, porque son portadoras de su propia historia. Cada corte, cada trazo, cada caída de tela, ya sea liviana o pesada, de poca movilidad, expresa qué pensaba el artesano que la ideó y el diseñador que la concibió”.

La muestra, abierta al público hasta finales de septiembre, corresponde “a esta segunda etapa de mi hacer fotográfico. Empecé con fotografías documentales, urbanas, concebidas en plena calle en mi constante andar por decenas de sitios y barrios de esta hermosa ciudad. Y de esos recorridos fui aprendiendo, fui superándome ayudado por la participación en cursos realizados tanto en Cuba como en México. Fue así como gracias a esa superación académica unida a las experiencias urbanas, callejeras, llegué a esta fotografía más artística, especializada en modas, que es la que actualmente practico”.

No hago una foto por hacerla, sino que espero el momento propicio para captar su esencia y retratar entonces el alma”.

Ferviente admirador del pintor español Salvador Dalí, y de los mundialmente conocidos creadores, coterráneos suyos, Frida Kahlo y Diego Rivera, Roberto Valdez asegura que le fascina la pintura surrealista y a pesar de que “me dedico a la fotografía, que es lo que más me apasiona, me gustan en sentido general todas las artes. Todas —enfatiza— conducen a lo mismo: a hacer sentir y a que me exprese libremente”.

Durante su estancia en nuestra capital, en los comienzos de su carrera artística, este amante de la fotografía y gran conocedor de música, por sus estudios en el Conservatorio Ezequiel Velázquez en su país de origen, conformó su primera exposición de carteles, a la que bautizó con el nombre Tu vida pende de un hilo. “Siempre me ha servido de guía una frase que para mí, al menos, es muy importante: ser para servir. Inspirados en ella ideamos esa exposición gráfica dirigida a enfrentar las adicciones. En esa muestra no satanizamos las drogas, sino que a través de varios carteles demostramos los graves daños que provoca su consumo; no solo a los adictos, también y sobre todo a la sociedad donde viven”.

Asimismo, sostenido por ese precepto de marcado altruismo, ha desarrollado, a la par de su quehacer artístico y como parte de él, otras campañas entre las que destaca Hombres y no machos, cuyos orígenes también fueron en Cuba “con un cartel en el que aparece la parte superior del rostro de una mujer, especialmente sus ojos, cubierto casi en su totalidad por una mancha de sangre acompañada por el texto ‘Ya basta’. Esas imágenes, creadas para condenar la violencia contra la mujer, las llevé a México y principalmente en Querétaro tuvieron una amplia divulgación. Allí adoptaron el nombre Por un Querétaro de hombres. Esa campaña ha ido creciendo y a lo largo de sus 11 años de existencia ha ganado un número considerable de seguidores y líderes. Ahora ha retomado su nombre original porque ya no se limita solo a este estado, se ha extendido por otros muchos territorios de nuestra nación”.

Por último, Valdez Guevara refiere que para 2023 tiene previsto llevar a cabo “una nueva campaña contra la violencia machista. Será una convocatoria abierta para todos los artesanos, diseñadores y creadores en general y todos los que quieran sumarse, radicados en México o en cualquier región del mundo”.

Retrato del alma estará abierta al público hasta finales de septiembre en la galería Manos de la Asociación Cubana de Artesanos Artistas. Imagen: Roberto Valdez / Tomada de Granma

Mientras, con relación a su labor propiamente artística subraya que “regresaré a La Habana con una nueva exposición en la que ya estoy trabajando. Todavía no sé cuál será su título, aunque sí tengo bien definido que versará en torno a sitios y monumentos que resguardan parte de la historia de este extraordinario país. Es decir, será una exposición de carácter histórico que aspiro a presentar en el mes de abril del venidero año. Por eso aprovecharé esta visita para celebrar encuentros y talleres con artesanos y diseñadores cubanos, que me permitan aprender y conocer aún mucho más a la gente de esta isla que tanto admiro y quiero”.

Pero hasta que llegue el mes de abril, además de los capitalinos, matanceros, villaclareños y cienfuegueros, durante los meses de octubre y noviembre, podrán apreciar el buen arte que predomina en las fotografías de vestidos y diseños, realizadas por este experto en retratar el alma.

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