Selección de poemas

Alexander Aguilar López
20/10/2016

EN PAZ DESCANSEN LAS FORMAS VERBALES

 

Te pedirán que te atomices, te esfumes,
te silencies, que si quieres respeto
te mueras de una vez

Juan Manuel Roca

 

PREMONICIÓN
Nadie llama a las cosas por su nombre
ya no hay verdades tan elementales
En paz descansen las formas verbales
el arte de decir ya no es del hombre
No hay final en la ruta del pronombre
las palabras cambiaron su destino
la democracia es sólo un pergamino
que señala al culpable con el dedo
Casi nadie se atreve  (hay tanto miedo)
a llamarle al pan pan y al vino vino

 

Nadie intenta poner los cascabeles
nadie advierte la paja de su ojo
nadie pone sus bardas en remojo
nadie intenta subir los decibeles
Nadie aspira el olor de los hoteles
nadie pone su nombre en claroscuro
nadie dice soy puro    puro     puro
nadie sabe el principio ni la meta
nadie puede en su tierra ser profeta
¿Qué dirá de nosotros el futuro?

 

 

ADVERTENCIA
Nadie te escuchará    Ya nadie   Pobre
de ti si no has podido alzar la frente
detrás del horizonte       Sé valiente
también el oro suele ser salobre
Puede ser que mañana alguien te cobre
cada segundo de este largo trecho
Intenta ver la luz     aunque deshecho
con los años y el agua por escudos
De qué vale gritar si ya están mudos
el corazón     los párpados y el pecho

 

Levántate     que siempre hay un mendrugo
de pan que no es vedado a la memoria
Cerca de alguna Estrella (1)  va la historia
contando su dolor de sangre y Yugo (2)
Levanta tu mirada hacia el verdugo
que ya perdió la luz en su esclavina
el miedo puede ser la guillotina
la prueba del andar en tus pies flojos
No caigas de rodillas    Ya tus ojos
han llorado       Levántate y camina (3)

 

1- José Martí (Todas las notas son del editor)

2 -Ídem

3- San Juan 11:43

 

 

DEL PRINCIPITO MUCHOS AÑOS DESPUÉS DE LA PUERICIA
Aunque no estoy de vuelta todavía
Cronos ya gesta mi (letal) morfosis
testigos son las sienes    la adiposis
y un corazón propenso a la miopía
A dónde se me fue la fantasía
cuando mi tierna humanidad trocose
por la del ser adulto     que aprendiose
la fórmula de andar entre la gente
desde que huyó definitivamente
del asteroide B-612

 

Llevo también mi cuota de cinismo
que sé dosificar con mano experta
Y es esto de pasar sin que se advierta
¿augurio de vejez o mimetismo?
A qué dilucidar  ¡No soy el mismo!
mis ojos ya no ven tras la mampara
y de los breves miembros y la cara
gestados al calor de otro substrato
no queda nada más que mi retrato
en medio del desierto de Sahara

 

Hoy cedo más valor a las arrugas
o a la cifra total de mis deudores
que al frágil argumento de las flores
y el apetito cruel de las orugas
Y no más desandar    ya no más fugas
en busca de aburridos faroleros
estos genios de aquí son tan austeros
que han esparcido el siglo de las luces
sobre templos modernos    autobuses
extensas avenidas y letreros

 

He transmutado    en fin    quien me reclama
seguramente ignora que envejezco
que se extingue mi lado principesco
que el ascua solo soy y no la llama
que cuando en mi sillón medito un drama
y el juguete invasor terco rebota
siento que la paciencia se me agota
y al margen del buen tacto y del cariño
me yergo demudado y grito: Niño
deja ya de joder con la pelota
(4)

 

4-Joan Manuel Serrat

 

PRIMER ALEGATO DEL CAMINANTE

Yo moriré prosaicamente, de cualquier cosa.
Rubén Martínez Villena

 

Yo podría morir de cualquier cosa
de convencionalismos y pretextos
de los indescifrables metatextos
de la falsa poiesis    de una rosa
Yo podría morir de cualquier cosa
insisto    puede ser de una sonrisa
Yo podría morir de tanta prisa
sin advertir de dónde y qué misiles
sin contemplar la cólera de Aquiles
ni el silencio del mar en otra brisa

 

Y es que Dios no reparte sus bocados
en la dosis que el tiempo necesita
Dios se anuncia de lejos    Dios gravita
Dios    señores    jamás juega a los dados
Pero yo    que recé por los ahogados
llevo el miedo a escapar de mi raíz
yo que siento en mi voz la cicatriz
de la espera infinita en que me pierdo
bien pudiera morir sin el recuerdo
cualquier día    en un barrio de París

 

Yo que guardo el temor a los carteles
a la ruta insensible del idioma
tal vez pueda morir por el aroma
y la ajena quietud de los hoteles
Yo podría ser uno de los fieles
y olvidarme de todas las secuelas
Yo podría morir de alzar mis velas
intentando algún pacto con la huida
o quizás del temor a la caída
entre dos torres viejas y gemelas

 

Yo podría morir de alguna enzima
judía    de tres clavos sobre el óleo
de la bolsa    del precio del petróleo
de una bomba lanzada en Hiroshima
Yo podría morir de mi autoestima
de una crónica absurda y despiadada
yo podría morir de casi nada
de un falso titular en los periódicos
de una muerte vulgar que a precios módicos
en nombre de la muerte fue anunciada

 

Yo podría morir    en fin    señores
de la dura y letal melancolía
de un dolor incurable de utopía
de mentiras piadosas o de honores
Duele un poco morir de los rencores
pero al fin    es probable que suceda
Yo podría morir de un tiempo en veda
de rumores triviales del olvido
Yo podría morir y no haber sido
al final todo pasa y todo queda

Tomado del libro Nosotros los cobardes. Premio Iberoamericano Cucalambé 2012.
Publicado por la Editorial Sanlope (Las Tunas, 2013)

 

FICHAS
 
Alexander Aguilar López: Poeta, narrador y profesor cubano. Guisa, Granma, 1975. Graduado en la especialidad de Física y Electrónica. Se desempeña como profesor de investigación. Entre los reconocimientos recibidos se cuentan el Premio del concurso nacional de glosas Canto alrededor del punto en el 2008, y en ese mismo año, mención en el concurso nacional Décima Joven de Cuba. Su primer libro publicado fue: Bajo el pretexto de los días, Ediciones Orto, de Manzanillo, Granma, en el 2009. En el X concurso nacional Ala Décima, alcanzó, con su cuaderno Causas pendientes, el Premio Ala Décima 2010 y el Premio de Juventud Rebelde. Su libro Nosotros los cobardes, escrito en coautoría con Jorge Adrián Betancourt, mereció el Premio Iberoamericano Cucalambé 2012.
 

Jorge Betancourt Quintana: Poeta y trovador cubano. Santiago de Cuba, 1964. Reside en Guisa, Granma. Ha obtenido varios premios en concursos nacionales y provinciales, entre los que se destaca el premio 20 de octubre, que le valió la publicación del libro Diálogo inconcluso con una muchacha que sonríe. En julio del 2010, durante la XLIII Jornada Cucalambeana, su poemario La red y el cardumen, recibió mención en el concurso iberoamericano Cucalambé. En el XI concurso nacional Ala Décima (2011) mereció, con su cuaderno Catálogo de voces, el Premio Célida Cortina de tema comunitario. Su libro Nosotros los cobardes, escrito en coautoría con Alexander Aguilar, mereció el Premio Iberoamericano Cucalambé 2012. En esa misma premiación, obtuvo el lauro del Concurso nacional de glosas Canto Alrededor del Punto, con la obra Paráfrasis del convicto.