Un Festival espurio en el exterior intenta suplantar o al menos, desacreditar, al de la Revolución, al que fundaran Alfredo Guevara, Tomás Gutiérrez Alea y Julio García Espinosa.
“Cuba (…) tiene que resolver muchos problemas de mentalidad y de funcionamiento práctico. Entre los cubanos tenemos que conseguirlo porque de esos otros nada favorable podemos esperar”.
Un aciago debate a espaldas del pueblo terminó el 12 de junio de 1901 con la aprobación de la Enmienda Platt y su adición como apéndice a la Constitución de Cuba.
Pese a las manifestaciones de protesta de miles de personas, la historia no iba a cambiar su curso: el 2 de marzo de 1901 McKinley sancionó la Enmienda Platt.
Pese a las presiones de Wood en La Habana, durante la elección de los ayuntamientos municipales quedó confirmado que la inmensa mayoría del pueblo cubano aspiraba a la verdadera independencia.
Tanto los jefes militares destacados en Cuba como los políticos en Washington, conocían la creciente frustración del pueblo cubano, sobre todo tras la anexión de Hawai y Filipinas.