Rouslyn Navia Jordán, una colega muy activa en las redes sociales, escribió en distintas oportunidades sobre la telenovela . En una ocasión afirmó: “Opinión personal como televidente, porque no soy especialista”.

¿Se le puede pedir un criterio como especialista? ¿Acaso Lester Hamlet no declaró:

Si hay una manera de hacer televisión, no la sé. En la novela hay mucha influencia no solo de mi experiencia como cineasta, sino de trabajos que adoro y que son referentes para mí dentro del mundo del cine. Nunca he visto una telenovela, eso también me ha permitido no entrar permeado de algún estilo o manera concreta para narrar semejante a una telenovela, porque no sé cómo se hacen, no sé cómo son. Tal vez eso es lo que he traído del cine: un ojo que se entregó virgen a la experiencia. Ya veremos si el resultado convence a los espectadores. Tengo toda mi fe puesta en ello?

Si el director de cine y de videoclips, sin ver nunca una obra de este tipo, se lanzó a filmar una telenovela (género del que no gusta), ¿por qué Rouslyn va a sentir culpa por sus comentarios?

“Nunca he visto una telenovela, eso también me ha permitido no entrar permeado de algún estilo o manera concreta para narrar semejante a una telenovela, porque no sé cómo se hacen, no sé cómo son”, declaró Lester Hamlet. Foto: Tomada de Cubadebate

Soy de las personas que pide que el ejercicio del criterio sobre la televisión se realice por quienes conozcan y vean el medio; de lo contrario, una opinión mal argumentada puede perjudicar cualquier proceso creativo. Pero se volvió “pan cotidiano” en las redes (este hecho se debe tomar como experiencia positiva, llenar las redes de entrevistas, anécdotas de actores y actrices que trabajen en una pieza) y en ese derrame algunas acotaciones como las de Rouslyn resultaron acertadas.

Ahora, acabada y nacida Tan lejos y tan cerca, coincido con la opinión de la colega mencionada y de otros internautas que ya han acogido bien la obra de Lil Romero (en el guion) y Alberto Luberta más Loysis Inclán en la dirección.

En declaraciones para La Jiribilla, Luberta me comentó: “Es una obra por encargo. Particularmente el encargo era hacer una novela de la COVID, que luego se fue convirtiendo en una novela ambientada en tiempos de COVID. La casa productora tenía muy claro que no quería una novela que nos machucara más con este asunto de la pandemia, sino que nos mostrara que la vida sigue y no hemos perdido nuestra capacidad de luchar y echar pa´ lante y, sobre todo, de sonreír. En eso nos enfocamos todos desde el principio”.

“Más allá del eje central de ese ambiente en tiempos de COVID y los planes truncos, nos propusimos tocar temas que fueran polémicos y que pusieran a pensar y a debatir a las personas”.

De igual modo agregó: “Desde que me llamaron, ellos tenían la propuesta de que hiciera el guion con Lil Romero. Aceptamos ambos al momento, a pesar de que habíamos trabajado muy poco juntos. Y también estaba claro que era una novela que no debía dilatarse mucho en el tiempo, por lo que debía grabarse con dos equipos trabajando paralelamente. Enseguida pensé que la directora de ese otro equipo fuera Loysis Inclán y entre ambos propusimos que el director de producción fuera Mauricio Sánchez Alí. Por lo que guion-producción y dirección comenzaron a trabajar de conjunto desde que la obra era apenas una intención”.

Sobre el elenco, Alberto Luberta confesó: “Lo escogimos más o menos como siempre, a través de casting y propuestas que partían de nuestras propias experiencias (aunque todos pasaron de una u otra manera por los casting, para ver la química entre los actores). Al principio, trabajó con nosotros Osvaldo Doimeadiós (a quien le agradecemos siempre); pero tuvo que salir por enfermedad y terminó trabajando en la dirección de actores Eduardo Eimil, quien tenía el reto de ir de uno a otro equipo a veces hasta más de una vez en un llamado”.

“La primera vez que se habló de la novela fue en abril del año pasado, por lo que está al aire un año y unos días después de que fuera apenas una buena intención”, señala Alberto Luberta. Foto: Tomada del portal de la Televisión cubana

El también director de LCB, la otra guerra en su primera temporada y de la novela Entrega, aclaró: “Más allá del eje central de ese ambiente en tiempos de COVID y los planes truncos, nos propusimos tocar temas que fueran polémicos y que pusieran a pensar y a debatir a las personas.

“La música es de Christopher Simpson y Elevación, quienes están trabajando desde el inicio mismo y aún siguen aportando cosas nuevas, de acuerdo a las características de cada capítulo.

“La primera vez que se habló de la novela fue en abril del año pasado, por lo que está al aire un año y unos días después de que fuera apenas una buena intención. Esto se debe a la entrega de ese equipo que trabajó durísimo, ya que empezamos la pre con un capítulo escrito solamente y tuvimos que ir corrigiendo el tiro por el camino”.

Se grabó en Santos Suárez, la loma de Chaple, el parque Juan Delgado, los alrededores del parque de Tropicana, la UCI y el Cerro Pelado. Evidentemente, tener la obra ya en el aire es el resultado de un esfuerzo. Tal hecho no quiere decir que se pasen por alto detalles, por ejemplo, en la dirección de actores, el guion, la banda sonora u otro ingrediente de esos que logra que el producto audiovisual sea tan atractivo como bueno. En los poquísmos capítulos transmitidos, se nota que quienes se involucraron en Tan lejos y tan cerca no menosprecian la televisión ni la telenovela.

Y a Rouslyn Navia Jordán le debo el título de esta entrega.

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