Timbalaye en el Carnaval

Ernesto Cuní
28/8/2019

El proyecto Timbalaye lleva a cabo un arduo y persistente trabajo de promoción de los valores más autóctonos —musicales y danzarios— de nuestra cubanía, allende los mares.

La XI edición, denominada La Ruta de la Rumba y que sesiona del 23 al 31 de agosto en diferentes espacios de La Habana y Matanzas, trajo al país una pequeña y no menos importante delegación de artistas mexicanos de la ciudad de Veracruz, inmersa en sus 500 años de fundación al igual que la Villa de San Cristóbal de La Habana.

La cantante folclorista Fabiola Jaramillo deleitó al público con su actuación. Fotos: Pepe Cárdenas
 

La pequeña embajada cultural estuvo presente en los exteriores del restaurante 1830 y el castillo de La Chorrera, en el malecón habanero, como parte de los festejos del carnaval de la ciudad. Timbalaye quiso mostrar a la población su trabajo de búsqueda y recepción de los valores culturales autóctonos, desde ese fenómeno sociocultural que es la rumba.

En esa perenne pretensión de sumar personas e instituciones al cuidado y divulgación de este género, además de mostrar una parte significativa del amplio corolario cultural del país, los organizadores del evento apuestan todos sus esfuerzos.

El pasado 24 de agosto, cuando Benny Moré, uno de nuestros más genuinos embajadores culturales, cumplía 100 años, dos representantes de Veracruz, México —tierra en la que Benny y otros artistas cubanos fraguaron sus carreras—, descorrían las cortinas imaginarias de su arte ante los capitalinos.

El arpista Delfino Guerrero y la cantante folclorista Fabiola Jaramillo deleitaron con sus actuaciones. Delfino, virtuoso en el instrumento, recreó temas cubanos archiconocidos como “Quiéreme mucho” y “Lágrimas negras”, sin renunciar a temas icónicos de su panteón cultural, como es “La Bamba”. En este último, demostró su autenticidad mexicana al incorporarle un corrido mexicano.

Arpista Delfino Guerrero
 

Dueña de una admirable belleza física, a Fabiola Jaramillo la acompaña un talento natural de altos quilates. Vestida con traje típico y el representativo sombrero de charro mexicano, mostró sus excepcionales cualidades vocales, variedad genérica y domino del escenario, ganando la atención de los espectadores. Le cantó a Cuba desde su música con un tema conocido, “Yerbero moderno”, y puso a consideración de los presentes temas de su autoría, acompañada de rumberos cubanos.

Más que sus aplaudidas actuaciones, estos artistas dieron un mensaje necesario sobre el cuidado de la tradición y lo autóctono a través del diálogo intercultural entre las naciones, por el cual aboga Timbalaye. En sintonía con la misión de este proyecto, reconstruyen la memoria, a la vez que mueven la conciencia en las nuevas generaciones sobre la importancia de lo que en sí constituyen estas artes: patrimonio inmaterial.

Por supuesto, no podían faltar los protagonistas principales de todo el universo promocional de Timbalaye: los rumberos. Para ello, el grupo Rumba Lay, de Cienfuegos, ganadores de la Beca de creación 2018 concedida por este proyecto, hizo mover los pies de los presentes a través del contagioso complejo de la rumba: guaguancó, columbia y yambú.

Grupo Rumba Lay
 

Alejado del folclorismo banal que suele impregnársele a las naciones de Latinoamérica y el Caribe, Timbalaye suma al mundo a la esencia cubana.